Capítulo 27

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Narrado por Metzy

No sé que pasó conmigo hace unas horas, por lo que me han dicho yo hice que Atenea hullera. Pero no recuerdo nada. Lo único que recuerdo es haber sostenido a Atenea con mis propias manos, y elevarla por los aires.

Estoy acostada en mi cama, según Adam tenía mucha fiebre, pero ya esta bajando.
¡Ay Dioooos! ¡¿Qué pasa conmigo?!

—¡¿Ryan, dónde esta? ¿y mi mamá? ¿Lotti?!

—Tranquila Metzy, Ryan está abajo junto con Lotti y Steve

—Quiero verlo, ¿y mi mamá?

—Bueno, ya te lo llamaré.
Y tu mamá, pues de hecho por motivos de trabajo saldrá de viaje, cuando vino creyó que estabas dormida, y habló con Ryan.

—¡¿Qué?! Pero si no se despidió de mí, no pudo irse así por así.

Adam da una sonrisa de lado —Ella aún no se ha ido, solo salio a comprar unas cosas para su viaje.

Trato de sentarme en la cama, pero el cuerpo no me responde como debe, me siento muy débil.

—¿Estás bien?

—No muy bien. Quiero ver a Ryan. —exijo

—Cierto, disculpa. Y no hagas esfuerzo para levantarte.

Adam se levanta y se dirige hacia la salida.

—Adam... —se voltea y me ve fijamente

—¿Si?¿necesitas algo?

—No nada, solo quiero ver a Ryan —él asiente y sale. La verdad es que no era eso lo que le iba a decir, sino que por qué esta actuando extraño, no se, lo noto frío conmigo. Pero quizás solo son ideas mías.

Ryan aparece en mi cuarto, sacándome de mis pensamientos.

—Hola monstruita, ¿ya te sientes mejor? —dice con algo de tristeza en sus ojos.

—A decir verdad no, pero y tú, ¿estás bien?

—Recuerda que yo soy el mayor, y soy quien debería de cuidar de ti, enana. —yo sonrío por su humor en esta situación —pero sí, estoy bien tontina.

—¡Ey! Ya basta con los apodos. —él ríe y alborota aún más mi cabello. —¿Steve sigue aquí?

—Sí

—¿Tienes algo contra Steve? Porque ese "sí" esta lleno de desdén. —digo viéndolo de manera insidiosa

—Metzaly, ya sé que piensas irte con ellos para buscar a Gideon—hace una pausa y me ve fijo — ¿cómo es que quieres poner en  riesgo así tu vida, tú no sabes si solo es una trampa? —habla con preocupación. —o todos los peligros que pueden haber.

—Por eso estas así —concuerdo para mí misma — ¿quién te lo dijo?

—Adam y Steve.

—Ah... Ya. —Ahora entiendo la actitud de Adam.

—Dime algo, Steve tuvo algo que ver con que mi mamá se fuera de viaje.

—Pues hasta donde se, mágicamente a mamá le surgió eso, y según ella es por motivos de trabajo.  Y pues podría decirse que por cosas del destino ella tendrá que estar ausente justo cuando tú lo necesitas.

—Mmmm bien. ¿Y Lotti?

—Lotti sigue molesta con Steve, por invadir su mente cada que puede —mi hermano también se lleva bien con Lotti y tienen mucha confianza, se volvieron amigos desde ya hace un tiempo.

—Que caótico... podrías decirle a Steve que necesito hablar con él.

—¿Aún piensas viajar en esta situación Metzaly?

—Ryan... Eso no esta a discusión —se levanta de encima de mi cama y sale algo molesto de mi habitación.

Tengo mucho sueño, pero necesito hablar con Steve y decirle que siempre sí iré.

A los minutos alguien entra a mi cuarto, es Steve.

—¿Cómo estás Metzaly?

No respondo a su pregunta y le digo lo que tenía pensado decirle.
—Sí iré, no importa si estoy así o no.. Y la verdad tampoco entiendo mi estado de salud. Y quería decirte que hoy mismo nos podemos ir, después de que salga mamá.

—Metzaly, sí te necesitamos pero no quiero que corras peligro. Pienso que si tratamos de hacer salir en su plenitud tus poderes podrías ponerte peor de como estas en este momento. Pudiste darte cuenta, de que sí tienes poderes —dice lo último con cierta chispa en los ojos.

—Quizás solo fue una descarga de adrenalina y nada más —trato de sacar conclusiones ajenas a hechos sobrenaturales.

—No, no lo creo. Tú eres la misma mujer que tanto buscamos... Gideon arriesgó mucho al aliarse con el consejo de ancianos, su intensión sí era encontrarte, de hecho era lo que más él deseaba, pero no para entregarte —hace una pausa — Gideon tuvo que pasar por muchas pruebas difíciles para que le confiaran tu búsqueda a él. Ya que no quería que nadie te hiciera daño. Y pues él no te lo podía decir, por que pensó que quizás tú no le creerías, desconfiarías y te alejarías de su lado. Y mira, igual te diste cuenta ya ves lo que pasó. No pudo ni explicártelo.

— No soy lo que buscan... No soy esa misma mujer. Quizás sí soy su reencarnación, o almenos solo físicamente, pero no soy ella, soy diferente. Y conforme a Gideon, eso me hace sentirme mal, muy mal. Pero en mi defensa, cualquiera en mi lugar lo hubiera querido lejos al enterarse de tal cosa. No sé caray, igual yo no leo la mente.. —digo con frustración

Lazos del destino ©  [TERMINADA]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora