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Las gotas de sudor caían por su rostro, los jadeos no se detenían en su boca dificultando el paso del poco aire que ingresaba en sus pulmones, sus piernas temblaban y su cuerpo ya le dolía en consecuencia de todos los golpes que se dió con el noruego. Tom estaba completamente seguro que no podría levantarse la mañana siguiente.

Tom miraba al noruego con cautela pero con desafío, los dos chicos estaban en un momento crítico. Tord miraba a Tom con enojo y rabia, sentía sus manos calientes de tantos golpes dados, la gotas de sangre salían corriendo el labial inferior del inglés mientras al noruego le sangraban los araños y mordidas de parte del inglés.

El director del instituto interrumpió la lucha clandestina que se desarrollaba ahí mismo, reprendiendo a ambos por igual y amenazando con expulsarlos aunque a ninguno de los dos les importaba si los detenian.

Ellos estaban hartos, el uno del otro.

-Eres una mierda Tom.-hablo Tord rompiendo el silencio sepulcral.

-¡Cierre su boca Larsson!-ordeno autoritario el director señalando al menor.-Ustedes dos ya me tienen arto de tantas peleas, ambos deberían aceptar que no son más unos niños a los que sus padres vendrán a defender siempre. ¡Ya maduren! Tom, tú estás en último año y aún así peleas como niñito con un chico de segundo. Y tú, Tord, eres un excelente alumno y aún así te rebajas a estos niveles de brutalidad.

-¿Yo? ¿Brutal?-pregunto con ironía hacia el mayor que tomo una postura aún más firme al verse desafiado pero Tord no le permitió alzar la voz pues volvió a hablar.-Aqui el bruto es él, ¿que no me ve sangrando por todo mi cuerpo? Ese imbécil es una bestia.-declaro mirando al mayor que noto el estado del chico.-Y tú.-dijo señalando al de tercer año.-Menos no me acosté contigo, pedazo de mierda, no quiero ni pensar como hubiera terminado todo eso.

-¿De que mierda hablas pendejo?-pregunto Tom un rostro que demostraba su temor.-¡Yo nunca me acostaría con un chico y mucho menos contigo!

—Haste el desentendido idiota. Eres un marica insufrible, le tienes miedo a todos estos mierdas que consideras tus amigos, eres un maldito cobarde, un llorón que no puede con su propia vida y prefieres hacer mierda la de otros. Pero ya basta de hacerte el heterosexual. Que te gusten los chicos no te hace menos hombre y tú lo has comprobado ¿o acaso tú me has ganado en algún momento, en alguna de nuestras peleas? ¿has ganado un verdadero respeto al burlarte de mi?

Todos estaban en silencio después de escuchar las palabras del menor, muchos se avergonzaron de sus actitudes y maneras de actuar, otros no le tomaron importancia y la minoría se sintió atacada.
Tom no supo que decir, no tenía ningún argumento para defenderse de la realidad y él lo sabía perfectamente. Tord tenía razón, nunca pudo ganarle una pelea o una discusión desde que se conocen, aún así Tom se negaba a ser humillado de esa forma frente a todos los alumnos.
El ingles apretó con fuerza sus puños mantuvo su cabeza abajo trato decir lo que sentía pero solo los sollozos se dejaron escuchar de su parte.

Tom entro en un ataque de ansiedad no pudiendo reprimir más sus sentimientos soltó a llorar sin reparo y a Tord se le encogió el corazón al verlo tan destrozado.

El director envío a todos a sus salones de clase exceptuando a los dos chicos de la pelea.
La madre de Tom llegó al instituto al ser llamada por el director, minutos después llegó Patryk muy asustado, al ver a Tord golpeado y aún sangrando sus ojos se aguaron dejando fluir las lágrimas por sus ojos abrazo a Tord con cariño le decía que lo sentía; el noruego se sintió avergonzado con Patryk y Paul al causarles problemas.

—Lo siento mucho, Patryk.—se disculpo el menor cuando el mayor le tomo de las mejillas.—Se supone que no debería causar problemas y aún así yo...

—No, no Tord. Está bien pequeño.—dijo Patryk consolando al menor que se veía a las claras que empezaría a llorar en cualquier momento.—Esta bien, Tord. Todo está bien mi pequeño niño gladiador.

Mientras Patryk abrazaba con cariño a Tord, la madre de Tom le reñía de lo preocupada que estaba.

—¡Pero Tom! Solo mira cómo estás de herido.—exclamo su madre con angustia.—Quieras o no iremos a un hospital para que te revisen, no sabemos si ese chico quebró alguno de tus hueso ¿y si tienes una hemorragia interna? ¡Ay, ni Dios lo quiera!

—Madre, tranquilízate que esto no es nada, estoy bien.—dijo Tom hipando aún, sostenía el costado derecho de su abdomen con su mano.

—¡Estas bien dices! Pero si te estás muy dolido.—volvio a exclamar la madre—¡Ese salvaje no te tuvo respeto mi niño!

Patryk que hablaba con Tord para calmarlo escucho a la madre del contrincante de su niño y con ira se volvió hacia la mujer mayor.

—¡Mi hijo no es ningún salvaje, vieja bruja!—le grito el polaco a la mujer dejándola atónita.—Mi hijo es bueno, es un plan del Señor y usted señora.—dijo señalando a la mujer para señalar al chico después.—Tiene al hijo más deshonesto del mundo. En vez de hablar basura de su los hijos de otros ayude a su hijo a aceptarse a sí mismo. Este muchacho es un chico reprimido y eso lo hace infeliz.

La mujer atónita se levantó de la silla para enfrentar al joven que la insultaba.

—¿Y usted quién se cree que es para hablarme así? Inculto, blasfemo.—profirió la mayor al joven haciéndole frente.

—En primer lugar: yo no he blasfemado, vieja calumniadora.

—¿Pero como se atreve...—

—En segunda señora: respete, no he terminado de hablar y en tercero: soy el padre del chico al cual llama salvaje cuando sú hijo es él salvaje. ¿Acaso no ve a mi hijo todo mordido y arañado? Mi pobre chico se está muriendo desangrado y usted se pone ha hablar mierda.

Los chicos veían pelear e insultar a sus encargados mientras ellos esperaban a que él director se dignará a aparecer en su oficina.

—¿Quien crees que gane?—pregunto el mayor rompiendo el silencio cómodo que se habia formado entre ellos.

—Patryk, definitivamente. Una vez lo ví discutir con un policía por una multa y él gano la discusión logrando que el policía levantara la multa sobre su auto.—respondió el menor viendo como su cuidador haciendo sentir arrinconada​ a la mayor que no se pudo defender más.

Because, I Like Boys.Where stories live. Discover now