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Durante los siguientes días su compañero de clase no volvió aparecer en su casa ni los alrededores, todo seguía igual que antes con sus antiguas amistades, mientras él dedicaba su tiempo a pensar en cosas positivas tratando de negar las negativas en sus pensamientos, y aunque fuera un tanto dificultoso, todo pensamiento racional se iba por su vacío mental al ver la figura del chico de tercer año, de aquel que le roba la respiración, que hace qué su corazón se acelere, si, el bastardo maldito de Tom Ridge, hasta él sabia que su elección no era la mejor pero eso no quería decir que tampoco la peor, él chico poseía un buen físico, risa encantadora, esos extraños ojos de color negro muy profundo, una estatura baja a pesar de ser mayor que Tord le restaba unos centímetros al noruego, y lo mas importante de todo su arsenal físico, un trasero redondito, respingando y muy notorio, no importaba si el chico utilizara una chaqueta larga, siempre era levantada por sus curvas, ¡y vaya curvas!. Tenia a Tord dándole vueltas a Saturno hasta que siempre pasaba lo mismo. El chico de tercer año con sus amigos lo sacaban de sus ensoñaciones lanzándole comida, libros entre otras cosas o solo recibía golpes de Ridge pues era regla, solo el podía golpear a Tord cosa que no era muy común y cuando sucedía quien terminaba en el piso era el mayor y eso le enfurecía.

Era el tercer periodo de clases, la clase de química no se le daba nada mal, su único problema era cuando la babosa de la maestra los ponía a trabajar en grupos, nadie quería trabajar con el chico homosexual. La profesora siempre le permitía hacer su trabajo solo y él de cierta manera lo agradecía. Él, como un chico inteligente, no tardo mas que unos minutos en realizarlo, el resto de la clase paso leyendo un libro que Paul le presto; pero algo le inquietaba, aun no sabia el motivo de aquella aparición fugaz frente a su puerta.

Con duda escribió la corta nota con una pregunta fija, suspiro mientras apretaba el papelillo en su mano, no quería enviarle un texto, o una llamada pues él otro siempre estaba sobre todo a lo que respecta al castaño.
La campana sonó y todos recogía sus cosas mientras algunos salían por la puerta hablando con sus amistades, no perdió tiempo con paso rápido y aprovechando el que el pelirrojo estaba distraído, metió su mano con un poco de brusquedad en la cangura del suéter del amante de la cola y sin decir nada salio del salón siendo seguido por la mirada confusa del castaño.

Mientras caminaba con su mirada en sus pies, viéndoles moverse uno delante de otro, choco con una persona. Por un momento pensó que era uno de los matones y tendría que darce a palizas antes de la siguiente clase, pero no fue así. Ante él estaba una chica muy linda ha de decir, con cabello negro largo brilloso y liso, una envidia de toda chica, y unos ojoz azules muy bonitos, sus mejillas se coloraron al ver al mayor.
Tord solo la veía sin saber si disculparse o solo ignorarla. Era la chica de primer año que salio con Tom, a pesar de eso decidió no ser tan cruel.

—Lo siento, no te vi.—dijo Tord a la chica unos centímetros más pequeña que el.

—No hay problema, en realidad fue mi culpa.—la chico dijo y Tord se fue sin mas.

Al llegar a casa se encontró con Paul mirando la tv como todas las tardes, ya era algo común en su entorno, camino hasta el sofá haciéndole señas con la mano al mayor para que le diera espacio, Paul se movió un poco a la derecha y Tord dejo caer su cuerpo a su lado.

—Hola—saludo el holandés ofreciéndole una lata de soda a Tord, este la tomo gustoso.

—Hola—dio una sorbo desgustando el sabor dulce.—¿Cuando regresa Patryk?

—En unas horas.—respondio el mayor cambiando de canal al mismo tiempo.—Hoy es mi tuno de hacer la cena, ¿Que quieres comer?

—La verdad cualquier cosa esta bien.—dijo dando por finalizada la platica hasta que algo le paso por la mente.—¡Menos zapatos! No quiero otro zapato en mi plato. La comida es comida, los zapatos son zapatos.

—Tord, eso fue hace una semana, además era pastel con forma de zapato.—defendio Paul.

—Y tenia sabor a zapato—dijo el noruego tomando otro poco de soda.

—¿Tu como sabes el sabor de un zapato?—pregunto dudoso Paul.

—Creeme Bro, no quieres saberlo.—Tord bebió toda la bebida de una sola vez, se levanto y en su camino voto la lata a la basura.

—Si me buscan... no estoy.—aviso subiendo las escaleras.

—¿Quien te buscaría, tonto?—pregunto retóricamente el mayor escuchando la puerta de la habitación de Tord cerrarse.

Because, I Like Boys.Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα