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Tord salio desde temprano de casa hasta llegar al instituto no le llevo mas de media hora, y eso gracias a la patinete que Paul le compro en uno de sus paseos familiares.
Recorrió las calles con cuidado hasta las puerta del instituto donde guardo si patinete en su mochila empezó a caminar dentro del recinto estudiantil como todas las mañanas fue hasta su casillero siendo seguido por miradas y murmurios de los demás a sus espaldas, para Tord no eran tan desapercibidas, al igual que la reacción de los mas cercanos a ver caer un sobre, rosa decorado con muchos brillos y dibujos pequeños, de su casillero. Tord se agacho para recogerlo y ver su contenido, lo observo, era muy bonito, la letra era muy linda y el sobre despedía un dulce aroma a perfume de mujer, Tord busco el nombre del remitente pero solo encontró el suyo propio.
Tord sostuvo el sobre en una de sus manos mientras sacaba unos libros para cerrar su casillero, camino por los pasillos pasando junto un basurero boto el sobre sin ninguna expresión.
No le interesaba esa basura ni mucho menos si el remitente era una chica.

Claro que toda la escuela se entero de lo sucedido, algunos dudaron de la sexualidad del noruego quien era abiertamente homosexual, claro que el no lo esparció ese detalle, el no debía ni tenía porque contarle a los demás pues a ellos no les importa.

Tord desayunaba en una de las mesas mas alejadas de la cafetería, como siempre, solo. Tenia entre sus labios la pajita de su jugo de manzana con pera cuando alguien se la arrebato, Tord no se movio mientras sentía el liquido resbalar por sus cabellos avellanos.

—Por cobarde—dijo la persona que dejo caer el jugo en su cabeza, Tord solo mirada con unos ojos fríos al chico, seguramente de primer año, posible amigo de Ridge por la chaqueta que portaba.—No puedes solo botar esa carta. Debes disculparte con la chica.

—¿De que año eres?—pregunto con tono frío. El chico lo vio extrañado dudando en responder pero la mirada de Tord le intimidaba.

—Segundo año ¿Tú? Seguro eres de primero.—el chico trató de burlase de Tord.

Tord, sin embargó lo tomo como un desafío. Los chicos chismosos sacaron sus teléfonos preparados para tomar fotos y vídeos de la gran pelea confirmada al ver a Tord levantarse y lanzar el primer golpe dejando noqueado al otro chico.

—Novato...—fue lo único que dijo Tord al ver al otro tirado en el piso. Tomo su mochila retirándose pero una mano se poso en su hombro haciéndolo voltear. Un gran puñetazo se estampó contra su mejilla.

—No te metas con mis novatos Larss—advirtio el británico.

—¿Yo?—replico el noruego acercándose retador al mayor—Son tus novatos los que se meten conmigo. Controlalos o no me haré cargo Ridge.

—Lo que el chico dijo es cierto.—articulo Tom—No puedes hacer eso, la chica debe sentirse muy mal

—¿Y que mierda quieres que haga?—grito ya exasperado—Soy gay, no puedo corresponder, además es mi vida. Si hago algo bueno o malo a ustedes no les interesa.

Al final del día había recibido suficientes insultos como para no ir por su mochila al salón, el solo quería salir de la institución, pero ni en eso le iba bien, la misma chica de la vez anterior se paro frente a el con el mismo sobre rosa dirigido hacia él confundiéndolo.

—Por favor solo leela—la chica pidió con una voz entrecortada.

—Escucha, no puedo leerla ni mucho menos tener lo que sea que quieras que tengamos, soy gay, todo el instituto lo sabe.—dijo exasperado extendiendo sus brazos, la chica solo lo miro con tristeza.—Lo siento.

—Esta bien.—ella se resigno con facilidad.—No te preocupes, te voy a superar.—exclamo con exageración.

—Ni siquiera me conocías hasta que chocamos ayer.—el mayor dio su punto.

—Lo se.—dijo la chica rompiendo la carta—Pero el día que salí con de Tom de tercer año él solo hablo de ti. Supongo que me gustas por sus palabras.—confeso dejando a Tord mareado hasta reaccionar.

—¿Ridge hablo de mi?—pregunto incrédulo.

—¿Es lo único que te importo de lo que acabo de decir?—cuestiono molesta pero al ver la gran sonrisa de Tord en su rostro, lo supo. Y quedo aun más claro cuando el mayor se fue corriendo dando saltos cada cierta distancia.

Tom había hablado de él con esa chica, y si esa chica sintió atracción por el fue por las palabras del mayor las cuales no pudieron ser malas, pero no se ilusionaba con grandes frases fantásticas sobre su persona. Aun así, Tord estaba feliz. Tan feliz que al llegar a casa beso las mejillas de Paul y casi le da un pico a Patryk si no es por la intervención de Paul quien cuestiono su comportamiento.

—¿Que sucede contigo, niño?—pregunto con sus brazos en la cintura y sus gruesas cejar ceñidas.

—¡Tom habla de mi con sus citas! —exclamo feliz corriendo escaleras arriba lanzando gritos de emoción.

Algo bueno, por fin, le sucedía a nuestro chico.

Because, I Like Boys.Where stories live. Discover now