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Los tres entraron por la puerta del jardín, donde estaban la mayoría de personas, de la casa de Susana Bell, la hermana mayor de Tom e hija de su madrastra.
Susana al verlos no se tardo en acompañarlos y darles la bienvenida a los recién llegados.

—Patryk, Paul es un gusto que estén aquí.—dijo la chica que se notaba que ya tenia unas latas de cerveza encima de su sistema.

—Hola Susana.—saludo coqueto Patryk haciendo sonrojar a la fémina al mismo tiempo disgustando a Paul lo cual no paso de ello Tord. Paul lo noto, comunico con una mirada que luego hablarían del tema.

—Veo que sigues con Paul. —hablo despectiva la chica poniendo nervioso al polaco.—No entiendo como te sigue gustando, peor ahora se mira mas gordo.

—Eso quiere decir que duerme abrazado a un oso calentito. —presumió Paul tomando a Patryk por las caderas posesivo.

—Eres un arrogante Voor.—replico la chica con disgusto en su tono.—Pasen adelante, hay barra libre hasta las diez de la noche.—fue lo último que dijo retirándose al instante.

Tord solo siguió en silencio a los mayores hasta el mini bar que Susana había montado con dinero del padre de Tom.
Pasaron un buen rato bebiendo, bromeando y rechazando invitaciones e insinuaciones de chicas y chicos por igual.
El alcohol ya estaba en sus sistemas pero eso no le importo a Tord cuando el mayor bebedor del instituto lo reto a beber un par de botellas de wisky y Vodka, o cuando Tom subió al escenario completamente borracho, cantando 'I wanna be yours' de arctic monkeys, o cuando los dos mayores desaparecieron entre el gentillo de adolescentes, o cuando Tom puso un tono sexual en su voz, o las miradas sugerentes que lanzaba a su dirección poro que seguro eran para la morena en el banquillo de la barra junto a él.

Solo qué si sabia es que quería tomar al mayor de la cintura montarselo a la espalda y desaparecer por los pasillos de la casa y terminar en una habitación disfrutando de la caliente y erizante piel de Tom.

Pero decidió abstenerse y beber mas, tanto como para olvidar sus sentimientos hacia el morocho aunque sabia que lograrlo era imposible y ridículo.

Bebió trago tras trago del licor mas fuerte que el batender le permitió beber. Tras unas horas el batender se aburrió de su actitud estúpida y poco deseable de su persona y con hastío golpeo la barra donde servía las bebidas mientras miraba la sonrisita de borracho en el rostro de Tord.

—Ya basta chico. —dijo autoritario, ya harto de las miraditas coquetas que Tord le lanzaba de vez en cuando y la manera en que miraba su respingado trasero.—Muy bien, si lo que quieres es tenerme entre las sabanas necesitaras mas de lo que me muestras.

—Eres lindo—admitió viéndole fijamente recorriendo desde sus rubios cabellos, sus ojos azules cristalinos, su pequeña nariz y delgados labios, sus pectorales visibles sobre la camisa formal, y su respingado trasero.—Atractivo y deseable a la vista, y no hablemos de tu trasero. Me gustas tanto pero ya hay alguien mas.

—Bueno chico enamorado. —hablo el mayor apoyando su cuerpo en la barra, su rostro a centímetros del contrario, tomo del las mejillas al menor.—Si quieres echar un polvo.—dijo acercando su mano al bolsillo de su camisa; donde saco una tarjeta pequeña con datos del batender.—Solo llámame.—dijo por último antes de dejar a Tord con la tarjeta entre los dedos para ir con otro chico que reclamaba su atencion.
Tord observó la tarjeta un rato antes de girar su vista en busca de Tom, al cual encontró en una competencia de tragos.

Sonrió idiota por el mayor y guardo la tarjeta en el bolsillo trasero de su pantalón.

Because, I Like Boys.Where stories live. Discover now