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Tord regreso a su hogar cansado y sudado. Tuvo que correr de un lado a otro evitando así encontrarse con el mayor.

—Pau, ya regrese.—grito en la puerta dejando su mochila a un lado en el pasillo camino hasta la sala donde encontró una escena poco peculiar.—¿Que carajos hacen con Edd?

—Sabe cosas que no debería saber.—explico Patryk apuntando el cuello del menor con un cuchillo.

—¿Cosas?—pregunto retorico.

—Vino aquí alegando que quería verte, y quiere saber quienes eramos nosotros de ti.—hablo desde una esquina el holandés.—¿Que le has dicho?

—Oye, tranquilo, yo no se que hace aquí y mucho menos le he dicho algo.—se defendió el menor, aunque de lo ultimo no estaba seguro.

—Bueno, entonces hay otro informante. Debemos deshacernos de él. —Patryk alejo unos centímetros el arma de la piel de Edd para hundirla en su tráquea.

—¡Espera!—grito Tord deteniendo a Patryk—No puedes asesinar a Edd.

—¿Porque no?—pregunto Patryk alejándose del castaño. Edd dejo escapar el aire retenido.

—Por que él no es malo. Es un buen chico.—Tord se acerco más a Patryk.—Y sinceramente no se que esta haciendo aquí.

—Yo... solo quería hablar contigo, no ser amenazado a muerte por miembros de la armada roja.—explico el amante de la cola.

—Paul, hay que neutralizarlo.—ordeno Patryk con un ademán de su mano.

—Estoy en ello.—respondió Paul lanzándose contra el indefenso Edd, el castaño grito con miedo al ver el gran cuerpo del mayor irse sobre él.

—Habla niño, ¿Quien es tu líder?—pregunto con brusquedad el polaco.

—¡¿En serio?! ¿Son miembros de la armada roja? ¡Yo solo estaba bromeando!—exclamo aun mas asustado el menor.

Paul y Patryk compartieron miradas.

—Nosotros también, solo queríamos asustarte.—dijo Paul soltando al menor, este en su libertas corrió hacia Tord refugiándose tras él a pesar de ser más alto.

—Chicos ya dejen de jugar.—pidió Tord alejándose de Edd quien chillo del susto.

—Lo sentimos.—dijeron al unisono.—Ya niño, sal de detrás del sofá.

—Tord ayudame.—pidió el castaño al ser tomado por la espalda por uno de los mayores.

—No quiero.—respondió yendo a su habitación.

Minutos después un Edd despeinado, con sus ropas un desastre y cuerpo tembloroso, azotó con fuerza la puerta de la habitación de Tord al cerrarla. Tord solo le dio una mirada de "¿Que verga hermanito?"

—Tord, tus amigos son muy raros.—opino el castaño.

—Edd, ¿Que mierda haces aquí? ¿Que carajos quieres?—pregunto ya molesto el de chamarra roja.

Edd lo observo unos segundos sin saber que decir bajo su cabeza avergonzado. Realmente ¿Que hacia él ahí? Él traicionó la confianza del noruego.

—Yo quisiera hablar contigo.—declaro el mas alto sintiendo su pecho doler. Él no quería apartarse del noruego.

—Ya dijiste. Quisieras hablar conmigo.—hablo el noruego levantándose de la cama se acerco hacia el ingles.—Pero ya no puedes aunque quisiera.—Tord tomo con fuerza el brazo de Edd llevando hasta a rastras pero el castaño se resistió. Él no desistiría tan fácilmente. No.

—Tord.—susurro el chico junto a él, por su parte solo le dio una rápida mirada para darle a entender que lo escuchaba.—Yo... lo siento.—dijo suave, Tord elevo su cabeza y le vio fijamente.—Por todo... yo... yo lo siento.

—Eso no importa, Edd.—dijo con tono neutro tratando de ocultar su tristeza.

—Si importa.—dijo el castaño posando su mano sobre la de castaño claro.—Esta bien si no me perdonas. No te pido que me hables, ni mucho menos que entiendas cuando yo te di la espalda, literalmente. Yo realmente lo siento. Creo que yo tenia miedo. Miedo de aceptar ese cambio, miedo de perder todo, miedo de ser rechazado. Tord yo lo siento tanto, por favor, creeme. Yo quiero volver a ser tu amigo, si tu me lo permites. Yo quiero regresar a como eramos.

—Escucha, no estoy enojado contigo ¿si? mucho menos resentido pero no puedo ser tu amigo de escondidita ¿ok? No quiero que los demás te molesten.—susurro tomando la mano del castaño. —Esto no es fácil de sobrellevar. Mis padres,me rechazaron, mis compañeros me rechazan, los que eran mis amigos... tú me rechazaste.—dijo apretando el agarre con dolor.—Aun tienes a Matt, a tus padres también. No lo desperdicies por mi perdón. Yo no te odio Edd. Mi vida a cambiado. Ahora tengo a Paul y Patryk que se encargan de mi, ellos me entienden. Ellos me apoyan.

—Yo ya no tengo a nadie... —susurro bajo en un tono lleno de dolor.—Tord... yo...—el castaño trato de encontrar la fuerza de seguir hablando y romper a llorar en el proceso. Tord le observo esperando, pero su paciencia se agotaba. Edd apretó su puño libre y mordió su labio inferior. Tomo aire y lo soltó. —Yo estoy enamorado de Matt.—Confeso elevando su cabeza, mostrando su mueca de dolor, sus ojos llorosos junto a su labio siendo sujetado por sus dientes.

—Edd... eso no es nada nuevo.—dijo el noruego tomando con fuerza, de nuevo, el brazo de Edd. Lo arrastro fuera de la casa, cerro la puerta y subió de nuevo a su habitación mientras los mayores asomaban sus cabeza de detrás del sofá.

—¿Crees que estarán bien? —pregunto preocupado Paul voltenando hacia su pareja.

—Paul.—llamo al mayor que le daba toda su atencion.—¡Quiero otro hijo!

—No.

Because, I Like Boys.Where stories live. Discover now