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Han pasado dos días desde lo sucedido... Aún sigo medio impactada, pero no lo suficiente como para no poder descansar.

     Cuando giro, se me es imposible sobresaltarme.

     Me sorprendí al notar la presencia de Nicole aún en la habitación.

     —Niñata —llamó.

     La observé, sólo la observé y sonrió de manera burlesca.

     Apreté mis puños.

     —¿Ahora qué?

     —No te durará el show con Nicolás—dijo con inocencia—, desde ahora, yo seré su chica.

     ¿Qué?

     Parpadeé confundida.

     Eres muy lenta. Si Nicolás quería experimentar con algo nuevo —Me miró de arriba hacia abajo, con una mueca de asco en su rostro—... perdía su tiempo.

     No pude evitar reír.

     —¿De qué te ríes?

     —Lo siento, pero no puedo creerte un sola palabra. Es más, hasta me dan risa.

     Ya no creía en una sola palabra salida de su boca.

     ¿Q-qué?

     —Me mentiste desde el principio. ¿Qué te hace pensar que voy a creerte ahora?

     Tragó saliva. Pero entonces soltó una risita.

     —Nicolás... me amará como yo lo amo a él.

     Oh...

     La miré a los ojos.

     Estaba cansada de que siempre tratara de herirme, pero no, hoy fue el día equivocado para intentarlo.

     —No te lo estás creyendo ni tú misma —solté.

     Aunque por alguna razón...

     Sentí que me lo decía a mí misma.

     Me miró con los ojos bien abiertos.

     —¿¡Por qué has dicho eso!?

     —Porque estoy hastiada de que me fastidies, ¿quizá por eso?

     Abrió la boca para decir algo, pero antes de que lo hiciera, tomé una toalla y me dirigí al baño.

     Cerré la puerta y me recosté en esta, mirando la cortina que rodeaba la pequeña ducha del lugar, sin mirarla en realidad. Lo que dijo Nicole, cuando dijo eso, me sentí tan... tan enojada.

      Y era absurdo, pero aun así...

      —Nicolás es mi novio —susurré—, no el tuyo.


▄▄▄▄▄▄ »              Omnisciente.

     Nicole... Ana salió del edificio hecha furia.

     ¿Desde cuándo la mocosa se atrevía a hablarle así?

     Peinó un poco su cabello con sus dedos y sonrió.

     Después de Rafa, seguirás tú, maldita estúpida.

     Bajó su mano con cautela a su abdomen y acarició la pistola que ahí se encontraba.

Vendida A Un Playboy © | Libro 1&2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora