Vendida A Un Playboy © | Libro 1&2

27

—Sube.

Y lo hice.

Hizo rugir la moto y me sostuve fuerte de él. Desde que inició, ha estado yendo muy rápido... Lo abracé mucho más fuerte.

🔸🔸🔸

Y llegamos...

     A su casa.

     No pude evitar recordar la primera vez que vine aquí; lo mal que me sentí, lo maravillada que había quedado con la —gran— casa y, ni hablar de toda la vergüenza que pasé.

     Y sí, todo en una noche.

     La lluvia había cesado y ahora me encontraba completamente empapada... Volteo a ver a Nicolás y me sorprendo al notar que, él me está viendo fijamente.

     —¿Qué pasa? —pregunto temblando, porque sí, tengo frío.

     No responde, simplemente camina hacia mí y me toma de la mano. Comienza a arrastrarme, pero freno, haciéndolo detenerse también en el proceso.

     —Nicolás, yo no debería de est-

     Me ignora, me sujeta con más fuerza y me sigue arrastrando.

     ¿Por qué dejé que me trajera aquí?

     Oh claro, no sabía.

     Nos adentramos a la casa, y me sorprendí al ver todo como estaba... —porque sí, lo recuerdo perfectamente—.

     Parece como si nadie se mantuviera aquí.

     De repente, abrí los ojos ampliamente cuando capté para dónde íbamos:

     Su habitación.

     Me adentró a ella y después soltó mi mano. Giré a ver hacia atrás; cerró la puerta tras de él y luego se recostó en ella cruzándose de brazos, mientras me observaba detalladamente.

     Sentí que me faltaba el aire por los nervios, incluso respiré con dificultad un par de veces.

     —Nicolás...

     —Silencio.

     —Eh, está bien —Me aclaré la garganta al recordar sus palabras—. Haré lo que dijiste —Apretando los puños, puse mis ojos en los suyos—: N-no te conozco.  Ahora... ahora, desapareceré de tu vist-

     —Dije silencio.

     Me callé y bajé la cabeza. Si estaba harto de mí, ¿por qué me trajo aquí?

     —Mírame.

     No quiero hacerlo, no puedo.

     —¿Por qué no puedes verme?

     Levanté la cabeza con suma velocidad. ¿Lo había pensado en voz alta?