Mini extra - La falta de Algo

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Hola, hola, gracias por estar aquí 🫂
Para leer este esta cosita se necesita tener en cuenta dos aspectos:
1) Este mini extra es del primer libro de VAUP (Nicolas Cavalier "murió" y Lucía quedó embarazada de su beibi🥺)
2) Borrar de tu memoria todo el segundo libro de VAUP 🫣.
Y YA, espero que gocen, lq <3

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En una de sus recientes caminatas nocturnas, Lucía King se permitió tomar un respiro profundo de aire helado mientras se desplazaba por las calles de aquella ciudad. Su bebé se movió en su interior, y pese a que la acción le trajo en su primer momento incomodidad, ahora lo apreciaba como algo positivo en medio del embarazo. Su hijo estaba dejándole claro que no estaba sola; la incitaba a seguir adelante y no rendirse. Era su impulso, su motor. Y la razón por la que se levantaba todos los días deseosa de comerse el mundo (incluía el hecho de que tenía muchos antojos últimamente).

     En su trayecto, se detuvo un momento en un parque para observar las luces que resplandecían en el entorno. Era navidad. Todo era hermoso.

     Excepto su soledad, y los pensamientos que esta atraía.

     Apretando a su alrededor un saco grande y grueso de color café, que no le pertenecía, inhaló la tela suave. Esperaba sentir la escencia de un hombre que ya no estaba a su lado. No obtuvo ni un apice del aroma que esperaba, pues él había fallecido hacía meses, y ella se encargó, con sus lágrimas y dolor, de borrar el último rastro de su perfume. Ese abrigo era de Nicolas Cavalier, y ya no tenía su aroma.

     Ella ya no tenía a Nicolas.

     Era como un recuerdo hermoso y a su vez desastroso. Pero por más hermoso que fuera, seguía siendo desastroso, y siempre la hacía llorar.

     Su bebé pateó, lo que la regresó al presente. Cansada de sentirse demasiado sensible, llevó sus manos a su cara para eliminar la humedad que comenzaba a formarse y crecer en sus ojos. Su hijo pateó de nuevo.

     —Oye, oye, oye —susurró ella con represalia y mucho cariño, alojando sus manos alrededor del bulto que era su hijo—. No seas violento con mami.

     Algunas personas se quedaron mirándola al pasar. Probablemente se veía rara hablando sola, dado que la curva de su vientre no era tan visible por la elección de su ropa holgada, a la cual el abrigo de Nicolas era un bonus de encubrimiento. Nicolas había sido un hombre grande, por lo que su abrigo también lo era... Más humedad en sus ojos.

     Su hijo pateó otra vez.

     —Qué grosero —se quejó ella, acariciándolo. Se animó un poquito para bromear con él—. O será que... ¿Estás practicando karate allí dentro, mi amor? ¿Por qué mejor no esperas a salir primero, eh? Digo, habría más espacio y menos posibilidad de que atines a mi vejiga. No sé cuántas veces me has enviado al baño hoy. Pero fueron muchas, ¿me oyes?

     No muy lejos de su localización, un gran árbol de navidad se encendió y llenó con color a partir de miles y miles de pequeñas bombillas de luz artificial. El árbol, al medir muchos metros de altitud, la instó a levantar la mirada arriba arriba para observar la estrella en la punta de este.
Era tan bonito.

     —¿Lo ves, mi amor? —preguntó con fascinación, y luego se rio—. Ah, no, no, puedes, lo siento. Te diré cómo es: es grande, magnífico y brillante.

     Esta vez, las lágrimas se deslizaron por sus mejillas. Aquella corta descripción le hacía pensar de nuevo en un hombre despiadado de ojos helados y sonrisa cruel.

     —Es... fascinante —prosiguió ella con un parpadeo para retener las lágrimas, expandiendo su descripción con especificaciones de lo que tenía el árbol sobre sí para olvidar lo que había perdido.

***

En la distancia, un hombre despiadado de ojos helados no mostraba su sonrisa cruel. Sin emoción en su expresión, observó a la mujer que hablaba consigo misma a pocos metros de su ubicación. Cabellera ondulada...

     —¿No es una vista preciosa, Nicolas? —le preguntó otra mujer, una que estaba a su lado. Ella poseía los ojos marrones y cabellera ondulada. No tenía idea de cómo se llamaba pese a que ambos viajaban juntos.

     Ella había insistido en bajar del vehículo para observar el árbol de cerca como si este fuera de lo más interesante. Él no podía compartir su punto, ni siquiera había querido detener su trayecto inicial en primer lugar, pero aun así se encontró allí y respondiendo.

     —Lo es —dijo él de manera distraída, todavía mirando a la mujer en la distancia.

     —¿No crees que le falta algo?

     —¿Qué podría faltarle? —cuestionó él con desinterés. La mujer de su enfoque parecía fascinada por el árbol.

     —Que estés a su lado.

     Nicolas se quedó muy quieto ante las palabras. Despacio, se volvió y observó a la mujer cercana. Ella le ofreció una sonrisa brillante y levantó su celular.

     —¿Qué tal si te tomo una foto junto a él?

     —Paso. —respondió con sequedad.
Ella comenzó a insistir al respecto, sin embargo, Nicolas hizo caso omiso de su existencia y buscó otra más interesante en particular.

     No la halló.

     La perdió.

     De vuelta a la atención al árbol, frunció el ceño ante su inmensidad, de repente interesado por el objeto al haber sido el punto de fascinación de...

     Su ceño se profundizó.

     Sentía que le faltaba algo.

     No al árbol, sino a él.

💣

Gracias ✨
Lu

Vendida A Un Playboy © | Libro 1&2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora