— Que fría eres.

—Así me siento, fría y vacía, duele estar en esta situación por culpa de otros.

—Aun así me tienes loco mujer. Y no me arrepiento de lo que haré.

—Espera que...

Apartó mis manos y me volvió a besar, esta vez me sentí incomoda, lo quería pero no quería esto y menos ahora cuando mi propio corazón no lo quiere aceptar por completo, solo lo quiero lejos de mí, tomé fuerzas y le di una cachetada bien fuerte. Justo ahí se apartó, me miró con bastante dolor en sus ojos, mordió su labio y se apartó de mi vista.

«No te arrepientas, ya lo hiciste»

Por mi mente comenzaron a pasar muchas cosas, era como si me arrepintiera de lo que acababa de hacer, se veía tan dolido y para mi desgracia yo me sentía peor, esta y más es una de las razones por las cuales siento que, estando juntos, solo nos lastimaríamos.

Creí que el acuerdo nos protegía de esto, y justo ahora ya nada funciona.

¿Por qué todo cambio conmigo?

Salí del estudio lo más rápido que pude y subí a mi cuarto, cerré la puerta y me tumbé en la cama a llorar.

« ¿Por qué lloro? »

Maldición no sé, estoy en todo esto y no sé por qué, sentía la necesidad y las ganas de irme de esta casa, pero no podía, mi cuerpo está hecho pedazos y no hay que hablar de mi estado emocional puesto que eso ya no existe, no sé qué sentir o que hacer en estos momento.

He sido una completa estúpida, inmadura.

(......)

Las horas continuaban pasando, sentí hambre y decidí salir por algo de comer, mientras caminaba hacia la cocina con un dolor de migraña muy intenso, oraba para no tener que encontrarme con Sebástian, no estaba de mucho humor como para comenzar una charla sentimental con nadie y mi única confidente no está, y es Mimase.

Abrí la puerta que daba a la cocina y, por desgracia del destino, no está solo Sebástian, están Carolayn y un joven parecido a Fausto, tiene los ojos azules, un poco de barba, cabello castaño oscuro y el físico parecía de una hombre que se mantiene en forma. Al quedarme como boba viendo a todos, Carolayn se dirige a mí con una sonrisa hipócrita. Aun no se como me dirige la palabra después de todo lo que le dije.

— ¿Te sientes mejor Samira? —Preguntó tomando mis manos.

— Creí que ya te habrías ido, Carolayn. Su reunión es bastante larga ¿no?

—Solo es una reunión de negocios, no lo hagas mas difícil, trato de ser amable.

—No lo hagas, no te queda el papel.

—Pero enserio ya, ¿estas mejor?

—¿Me ves mejor Carolayn? Tengo migraña, me duele el pecho y la espalda. ¿Feliz?

Ella suspira y me corta los ojos.

— Él — Señaló al ojiazul — es mi esposo Luis, trajo las pastillas que debes de tomarte para el dolor de tu cuerpo.

¿Y está casada?

Ahora todo tiene sentido.

«Y tú de estúpida que te dejaste engañar por los celos»

Algún, día el menos esperado, le haré caso a mi voz de la razón.

Fingí una sonrisa a Luis y fui directo a la despensa para tomar un vaso, al estar muy alta se me dificultaba un poco poder alcanzar la puerta.

Acuerdos [Vol1]  [Trilogía Relaciones Tóxicas]Where stories live. Discover now