Thor Odinson

9.3K 749 161
                                    

"Estrellas"

No había pasado más de una semana desde que me trajeron, casi a las rastras, al edificio de los vengadores

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


No había pasado más de una semana desde que me trajeron, casi a las rastras, al edificio de los vengadores. A su Bati-cueva, su centro experimentación en fenómenos como yo.

Stark había sido bien claro cuando me dijo que, literalmente, la vida sobre la tierra estaba en mis manos, o algo por el estilo.

Con mucho esfuerzo, había logrado escabullirme de la habitación al final de un pasillo desierto en la que me tenían encerrada, hasta la azotea del edificio, para darme cuenta que estaba situado en medio de la nada misma.
Lo único que rodeaba la institución eran árboles y musgo. Un bosque que se extendía a lo lejos, como si no tuviera final.

Solté un suspiro y me afirmé en una de las barandas que cerraban la azotea, con el fin de evitar accidentes, asumí.

Si tan solo pudiera volar, todo sería más fácil. Estaría ya a kilómetros de distancia, en algún lugar donde no pudieran encontrarme, donde no pudieran usarme. Ver el futuro no era una habilidad que me gustara mucho poseer, mucho menos si me llevaba a situaciones como esas.

—Stark mencionó que podrías estar aquí —dijo una voz masculina a mis espaldas, no me di el trabajo de darme la vuelta. No tenía la intención de darle la satisfacción de tener mi atención.

Lo noche se extendía sobre nuestras cabezas, la escasa luz que provenía del edificio no era suficiente para opacar las estrellas, y la falta de nubes hacía mucho más fácil poder admirarlas. Algo que era completamente imposible en Nueva York.

—También dijo que era probable que no me hicieras caso —insistió la voz acercándose a mí. Los vellos en mi nuca se crisparon, y mis uñas se enterraron en las palmas de mis manos—. Desde Asgard si que se veían lindas las estrellas.

Me volteé a verlo. Thor estaba de pie al lado mío, sus brazos entrelazados bajo sus pectorales, su cabello mucho más corto que la vez que lo había visto en televisión, y con un ojos menos. Eso no le hacía verse menos guapo.

Demonios.

—¿Qué quieres? —le pregunté volviendo mis ojos hacia lo que parecía ser el final del bosque.

—Nada —respondió él encogiéndose de hombros y apoyando los codos en la baranda de metal—. En realidad perdí "piedra, papel o tijeras" y me mandaron a hablar contigo.

Lo miré con mala cara. Vino a evitar que me escapara. Como si pudiera hacerlo.

—No entendí bien como jugar y bueno... —Thor de encogió de hombros, sin quitarme los ojos de encima en ningún momento. 

—No necesito una niñera —le dije mordiéndome las mejillas.

Él esbozó una pequeña sonrisa, mientras negaba con la cabeza.

No me pueden pedir que sea inmune a eso. A esa sonrisa, a esa risa. No pueden.

—Está bastante claro que no necesitas una niñera —dijo él tratando de borrar la sonrisa que se había dibujado en su rostro. La sonrisa que estaba provocando raras sensaciones dentro de mi estómago, sensaciones no que había sentido desde la secundaria—. Nosotros te necesitamos a ti. Queremos que te entre en la cabeza.

Bufé levantando la mirada a las estrellas. 

Si pudiera ayudarlos, ya lo habría hecho. Si pudiera decirles lo que quieren escuchar, ya se los habría dicho. Si pudiera ver lo que quieren que vea, me hubiera obligado a hacerlo para salir de ese lugar y volver a mi pequeño negocio en Nueva York. Mis clientas debían estar volviéndose locas.

—Ya les expliqué que así no es como funciona —le dije sin despegar los ojos de las estrellas—. Puedo mentirles, si eso les hace feliz.

—Podrías seguir tratando —murmuró Thor, poniendo una de sus manos en mi hombro—, Wanda se ofreció a ayudarte. Y puedo obligar a Loki para que coopere también.

Solté una risita y bajé la barbilla.

—¿Qué quieren saber exactamente? —le pregunté concentrando mis pupilas en mis dedos.

—¿Vamos a ganar? —preguntó bajando su mano por mi brazo, hasta que las puntas de sus dedos abandonaron mi piel por completo—, o sobrevivir. Así como van las cosas, salir con vida ya es una victoria.

Thanos. El gigante púrpura que había estado siendo un dolor en el culo de los vengadores. El gigante púrpura que había estado a punto de terminar con toda la humanidad.

—No lo sé —respondí encogiéndome de hombros—. Solo puedo ver cosas pequeñas. Dame tu mano.

Thor extendió su mano derecha en mi dirección, desproporcionadamente grande en comparación con la mía.

Cerré los ojos, concentrándome en la calidez de sus dedos.

—No veo tu muerte en un futuro próximo —le dije abriendo los ojos y mirándolo fijamente—, pero si sufrimiento. Aunque es casi un efecto colateral de la guerra, así que...

Me encogí de hombros y él sonrió.

—¿Podrías hacer lo mismo con Loki?-preguntó-. No le digas que yo te lo pedí, por favor.

–Claro.

—Gracias.

—Entonces...  —me volteé, mis ojos observando las estrellas nuevamente—, ¿qué decías sobre las estrellas de Asgard?

Thor sonrió en mi dirección y apuntó hacia el cielo.

-----------

-----------

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Marvel | One Shots | (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora