HISTORIAS CORTAS CON LOS GUAPOTES PERSONAJES DE MARVEL!
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{shots en edición así que discúlpenme si ven algún problema de tipeo, gracias}
#2 EN FANFIC 19/04/18
#1 EN FANFIC 30/04/18 MUCHAS GRACIAS LAS AMO DEMASIADO �...
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Peter llevaba alrededor de veinte minutos buscando la caja que le habían encargado encontrar en ese basural, ubicado a cerca de setenta y dos horas de la tienda del tipo con que el que había estado haciendo un par de negocios últimamente.
Veinte minutos completamente malgastados, porque a pesar de todos sus esfuerzos, Peter no había sido capaz de encontrar absolutamente nada.
Ya más de dos veces, por su cabeza había pasado la idea de que quizás esto era una trampa. Si tenía suerte, quizás una broma de mal gusto para hacerle perder el tiempo. Porque además de cacharros oxidados, allí no había absolutamente nada que valiera la pena.
Al menos no para el ojo de Peter Quill.
—Es realmente cómico verte buscar entre la basura como una gallina ciega —le dijo una voz por sobre la cabeza, el casco que la persona ocupaba le hacía casi imposible ver si era viejo, adulto, un niño, una niña.
—¡Hey! —le reprochó él poniéndose las manos en la cintura—. No tienes el derecho a hablarme de esa forma.
—Oh, claro que sí —dijo la persona abriendo un bolso que colgaba de su hombro—. ¿Buscabas esto?
Peter presionó el botón que mantenía cerrado su casco, quería ver la caja con mayor claridad.
—Si bueno, ahora es mío —Alardeó el extraño bajando desde donde estaba con un solo salto para quedar enfrente de Peter, con su largo abrigo tapándole desde la punta del cuello hasta los dedos de los pies—. Vuelve a casa amigo. Ya no hay nada que encontrar aquí.
—Star Lord —le corrigió él antes de que la persona pudiera marcharse—. Si quieres te lo deletreo: S T A R L O R D. Star Lord, hermano. Y es hora que la gente comience a llamarme con respeto.
Peter se abalanzó sobre la figura en el abrigo, con la intención de quitarle la caja que se balanceaba en la mano derecha de este.
Con un simple movimiento de muñeca, y un ligero desplazamiento hacia la derecha, la persona dejó que Peter se cayera de cara contra la chatarra que inundaba el suelo. Y se quitó el casco.
—Soy una chica. Aunque buen intento —dijo ella desatándose el cabello el cual había estado amarrado en una coleta—. Nos vemos por ahí, hermano.
La mandíbula de Peter se abrió tanto que casi llegó al suelo.
Le había ganado una niña.
—Oh, sí que nos veremos por ahí —masculló antes de volver a cerrar su casco y devolverse a su nave—. Esto no se va a quedar así.
