Marvel | One Shots | (EN EDICIÓN)

Steve Rogers

"Compartir" 

[EDITADO]

La misión había sido más larga y agotadora de lo que Steve había previsto. Llevaban semanas estudiando la organización que debían interceptar aquel día, y aun así se habían equivocado en cuanto a los refuerzos que tenían esos imbéciles. De todas formas, todo había salido bien. Sí, tenía algunos hematomas en algunas partes de su cuerpo, sobre todo abdomen y brazos, y un feo rasguño en la ceja izquierda, pero nada que una larga noche de sueño y un ibuprofeno no pudieran solucionar. 

Steve dejó su equipo de combate a un lado de la puerta de su habitación. El escudo estaba algo sucio, y se dijo que se encargaría de limpiarlo en la mañana, así como el resto de su ropa. 

El interior de la habitación estaba oscuro, las cortinas cerradas, la televisión apagada. Con un suspiro, Steve encendió la luz amarillenta que iluminó tenuemente la pieza desde el techo, y una suave sonrisa se depositó en sus labios.  

_____ estaba acurrucada sobre la cama de él, una de sus manos debajo de su mejilla, la otra sobre la almohada, labios entreabiertos y ojos cerrados. Su largo cabello desparramado sobre la almohada, y la manta que había utilizado para taparse, estaba echa un ovillo a los pies de la cama. 

Steve negó con la cabeza despacio, y se quitó los zapatos.

Recordaba perfectamente la primera vez que _____ se había quedado a dormir en su habitación. Llevaban viendo una maratón de películas en el cable por horas ya, y cuando él se volteó hacia ella para burlarse del personaje principal, ella tenía los ojos cerrados y su pecho subía y bajaba lentamente.

Steve no había tenido corazón para despertarla.

Al día siguiente, ella había llagado en medio de la noche, con la excusa de que había una rata en su habitación, y aunque Steve se había ofrecido a ir a sacarla, ella simplemente había abrazado su brazo derecho, apoyado su mejilla contra su pecho y había reído.

Steve podría haber insistido entonces. Podría haberle dicho que era una pésima idea que se quedara con él. No quería admitir lo bien que se había sentido al dormir junto a su cuerpo suave y cálido la noche anterior, y una pequeña parte de él, tampoco quería acostumbrarse, por si una noche ella cambiaba de opinión y dejaba de venir.

Ese no era el caso todavía, al menos. 

____ soltó un gruñido y se dio la vuelta, hundiendo su rostro en la almohada, dejando el lado derecho de la cama libre para que él pudiera meterse adentro sin problemas.

Steve apagó la luz, después de ponerse su pijama, y se recostó a un lado de ella, con su nariz enterrado en el cabello de ella, el aroma a frutillas de su acondicionador nublando de a poco cada uno de sus sentidos.

—¿Cómo te fue en la misión? —preguntó ____, media dormida y con la voz ronca.

—Bien, era algo pequeño.

—Me alegro.

Steve soltó una risita y ____ se dio la vuelta hasta quedar en frente de él.

—Quizás deberíamos traer tu cama y ponerla aquí al lado, como duermes en esta habitación todos los días...

—Estamos bien así, cabemos los dos, ¿para qué tener más? —contestó ella sin abrir los ojos, inconsciente de la sonrisa en el rostro de Steve—. Espera, ¿Me estás echando?

—No pongas palabras en mi boca. Sólo intento hacer de este arreglo algo más cómodo para ti —respondió él y ella dejó escapar una pequeña risa sin aliento.

—En realidad estoy bastante cómoda, capitán -respondió ella. 

_____ seguía con los ojos cerrados. Sus labios se estiraron en una sonrisa, y sus brazos se deslizaron por entre los de Steve, su mejilla apoyándose en el lugar exacto donde latía su corazón.

Al sentir los brazos de Steve apretarla contra él, ____ se relajó y entrelazó una de sus piernas por entre las de Steve.

—¿Ves? ¿Para qué hacer dos camas en la mañana si se puede hacer solo una?

Steve se aguantó la ganas de besar su frente, y en cambio sonrió. Después de todo, no le molestaba en lo absoluto tener que compartirla con ella.

-------------------------------