2 de Enero

4.1K 388 108
                                    

Min EunYeong

Mi madre había salido a trabajar, mientras que mi papá parecía haberse perdido mientras hacía las compras para esta semana, por lo que me tocaba hacer la limpieza de toda la casa mientras llegaban. Puse mi música a todo volumen mientras barría con tanta devoción el suelo de la cocina, al menos hasta que el timbre de la puerta se escuchó. Sentí que mis manos temblaban mientras recordaba que JinYoung vendría hoy a verme.

Peiné rápidamente mi cabello y bajé el volumen de la música antes de abrir la puerta, decepcionándome al ver a JungKook justo enfrente mío. Mis reflejos no fueron tan rápidos como creí que lo eran porque, cuando quise cerrar la puerta en su cara el ya había puesto su pie para impedir que lo consiguiera.

— Debemos hablar.

— No, adiós. —JungKook logró abrir la puerta con facilidad y no tuve más opción que quedarme con los brazos cruzados frente a él, manteniéndome firme en mi posición de "no te voy a perdonar, tonto". JungKook de la nada sacó un ramo de flores y lo colocó frente a mí.

— No sé como iniciar mis disculpas pero, no supe que hice. Supongo que soy un enfermo adicto al s—

— Cállate, de verdad no quiero escuchar nada que venga de ti. No me interesa y no quiero que vuelvas a aparecerte en mi casa, no tienes ese derecho a arruinar mis días, no eres nada mío.

— Yo quiero ser todo tuyo EunYeong —chasquee mi lengua divertida, JungKook era un cínico—. Me gustas, ¿Bien? Me has gustad... ¿EunYeong? —no pude evitar reírme cuando escuché las tonterías que decía.

— No es necesario que te esfuerces tanto JungKook, lo sé todo.

— ¿Saber qué? —puse mi dedo índice en su pecho y lo empujé.

— La apuesta —se quedó en silencio mientras procesaba la información—. Lo sé desde hace tiempo y créeme, no tienes ni idea del error que cometiste al aceptar eso.

JungKook dejó caer el ramo a el suelo, abatido. No puedo mentir diciendo que esa acción me hizo sentir fatal porque fue todo lo contrario, este round lo había ganado yo.

— EunYeong... Está bien, lo admito, hicimos esa apuesta pero... Todo cambió, yo de verdad quiero estar contigo.

— Oh no, no es necesario todo esto, de verdad. Yo no creo absolutamente nada que salga de esos labios, así que te ahorraré tiempo diciéndote que te largues.

— ¿Interrumpo? —preguntaron detrás de JungKook, mi corazón latió con fuerza cuando noté quién era el dueño de esa voz gruesa.

— Si, si lo haces, vete JinYoung —invité a JinYoung a pasar a casa mientras JungKook nos observaba molesto—. ¿Enserio EunYeong? ¡Ese imbécil te engañó!

— Y tu fuiste diferente, ¿Verdad? Todo un caballero conmigo —respondí dolida, dejándolo con la palabra en la boca. Escuché a JinYoung reír detrás mío—. Tu no cantes victoria imbécil, ni siquiera he empezado contigo —dije antes de voltear a ver a JinYoung, estaba bastante sorprendido, y vamos, hasta yo lo estaba. Me había nacido con tanto coraje que incluso a mí me sorprendió.

JungKook estaba apunto de irse, pero JinYoung lo tomó del brazo y lo jaló dentro de la casa.

— Tú serás quien me ayudará a aclarar toda esta situación, JungKook.

— ¿De qué hablas? —pregunté mientras JinYoung lo sentaba en mi sofá.

— No me pediste explicaciones, pero igual te las daré EunYeong. El día de la fiesta alguien hizo que me emborrachara. Yo realmente no sabía lo que hacía, después de escuchar tantas veces eso... Sólo puedo recordar que subí a la habitación con ella, me desvistió y después me puso el con—

© Querido diario; jjkWhere stories live. Discover now