Capitulo 29

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Jamás había llegado pensar a tanto, jamás me había visto siendo esclavizada por una persona que finalmente no resultaba ser así. Era un demonio un poderoso demonio de los miles que había, su vestimenta negra me mostraba que no estaba en la mejor disposición para que yo me revelara y aunque tratara de hacerle daño, no iba a funcionar. Una parte de mi era consciente de que tal vez Gareth ya sabía cómo funcionaba el grimorio y que era lo que contenía sin embargo no habíamos hablado para nada acerca de la transformación. Gareth vestía completamente formal un saco una camisa y un pantalón de vestir completamente de negro, su corbata roja destellaba que no había forma de escapar y que incluso si lo intentaba el me arrastraría de nuevo aquí.

Yo tampoco estaba muy segura a donde iríamos y el incesante presentimiento de querer escapar hacia que mi sistema se alterara, nunca pensé en que tan peligroso podría ser el intento de mantener el grimorio conmigo misma. Yo tampoco era culpable, aquel hombre solo había mencionado con palabras cuidadosas "Transformación" el filo que había en ella me hizo temblar en mi lugar a lo que Gareth se giró a verme. Su vista no duraba más de dos segundos en mi rostro, parecía avergonzado por dejarse llevar por el alcohol y al menos esas expresiones me insistían en que el recordaba todo.

Tampoco podía hacia parecer como si nada pasara. Cuando sus ojos y los míos cruzaran antes de que el me evitara yo giraba mi rostro y me ruborizaba al pensar donde estuvieron a punto de llegar sus dedos... Después de la visita de Gareth me fue imposible conseguir el sueño incluso di vueltas en mi propia habitación y solo me sentí como un animal salvaje siendo cautiverio. Mi pulso no dejo de acelerarse cuando escuchaba un sonido detrás de mi puerta y un par de veces logro encender el pomo de la puerta para que evitara el acceso. Sin embargo cuando intente salir a la cocina por un poco de desayuno encontré una caja con lo que parece ser un vestido medieval y eso nos llevaba de vuelta aquí.

Gareth me miraba y aunque el parecía un chico por ir a un baile yo parecía una chica perdida en el tiempo que cayó en la época errónea.

— ¿Por qué?—mis palabras salen antes de que me dé cuenta que estoy intentando entablar una conversación con el demonio.

—Iremos a ver a alguien, debes ir presentable.

El sabor de la bilis llega a mi boca pero trato de mantenerme tranquila.

—Esto no es presentable, parece de otra época—digo y Gareth se gira a verme. Su mandíbula esta tan apretada que creo puedo escuchar el crujir el choque de los dientes.

— ¿De dónde crees que es el?— su pregunta irónica hace que me dé una bofetada mentalmente y asiento sin decir más.

Estoy hecha un manojo de nervios y no sé cómo reaccionar. Me siento tan insegura y temerosa como si algo fuera a suceder. Mi cabeza no deja de darme vueltas y siento que me voy a desmallar en cualquier momento, me siento tan impotente y aunque sé que soy el grimorio no me siento estable. Estoy perdida y me siento como cuando Deimon llegó por primera vez a mi vida, tan impotente, curiosa y con una fuerza por descubrir la verdad.

Gareth mueve sus pies por la sala y puedo sentir la energía impaciente escurriéndose por las paredes. El vestido no es muy diferente del que conocí con Ellie aunque este parece un poco más de ceñido a mi cuerpo lo que mostrar mis no existentes atributos. Intente hacer el peinado de moño que alguna vez me hizo Eleonor pero me resulto imposible, no sé cómo ella sabe tan bien de peinarse y yo aun con mis esfuerzos no podía. Así que estresada y con la incesante pulsación en mi cabeza deje por en paz todo y solo me hice una media coleta.

Cuando baje las escaleras Gareth me dio una mirada hacia la puerta. Solo por un segundo me imagine que si incendiaba el lugar podría escapar, pero la curiosidad de sabían con quién iríamos no me dejaba en paz.

DeimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora