Capitulo 28

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El sabor a sal y hierro invadió mi boca cuando la palma de Gareth golpeo mi rostro con suficiente fuerza para que mi labio se rompiera y de este empezara a emerger sangre. Un gruñido escapo de mi garganta haciendo que me quemara como el infierno. Los ojos verdes de Gareth se habían oscurecido cuando el color carmesí apareció en su visión haciendo que su rostro mostrara satisfacción al verme en el suelo, derrotada y esperando el siguiente golpe.

-No vuelvas a hablarme así-mascullo con voz muy seria pero había un toque de diversión como si disfrutara el hecho de tenerme así, a su disposición.

Lo mire a los ojos. No era el Gareth que yo conocía o el que me había ayudado tantas veces en descubrir el grimorio, ahora ni siquiera me encontraba segura en si ir al pasado era lo que realmente había sucedido.

Tal vez era para ponerte en su contra

La vocecilla en mis adentros pero no quiero tomarle importancia, ahora mismo ni siquiera podía confiar en mi misma. Suelto otro gruñido cuando noto que el sabor de mi sangre cae hasta el suelo sucio y gris en el que nos encontramos. No sé dónde estamos Gareth solo me ha puesto cadenas en mis manos y me llevado a arrastradas hasta este lugar y aun así no me encuentro muy segura. Sus actos pasados me llevan a pensar que seguramente Gareth siempre ha planeado esto, que siempre ha querido hacerlo y ahora tiene toda la ventaja sobre los chicos.

El latido de mi corazón es tan fuerte que estoy segura de que Gareth puede escucharlo. Mis ojos lo observan y cuando da la vuelta me imagino que las cadenas son rotas y así sucede sin embargo cuando cae son los suficientemente fuertes para que Gareth lo escuche una vez más sonríe.

- ¿No te detendrás?-su voz tenebrosa recorre el cuarto de cemento y me tenso cuando la llama verde de sus manos es incendiada.

Los últimos días he permanecido aquí. Solo hay una ventana en este cuarto y una puerta de metal color negra, sin embargo al parecer el poder del grimorio no parece funcionar aquí o no con la fuerza necesaria como para derribar a Gareth.

Esta vez escucho mis costillas crujir cuando noto que Gareth ha pateado mi cuerpo.

El dolor me derriba y caído de rodillas. Un gruñido escapa de mi garganta y mis manos son otra vez cerradas por las cadenas. Escupo con fuerza la sangre y ahí va de nuevo la sanación.

Extrañamente los golpes de Gareth solo son por algunos minutos, el poder del Grimorio me recorre y rápidamente desaparece el dolor de mi cuerpo haciendo que sane más de lo que esperaba.

- ¿Por qué?-mi voz es seca y sin fuerza y me sorprende a mí misma escucharla así, tan...derribada. - ¿Por qué haces esto?

Mis palabras llenan la habitación y Gareth solo parece dudar un segundo de su respuesta pero la diversión llega a sus ojos y se atreve a mirarme.

-Edythe-niega la cabeza con diversión-Pequeña Edythe, estamos en el pentágono por un pacto ¿Recuerdas?

Sus palabras me golpean pero no hago ningún gesto que le disfrute ver que tan vulnerable me siento.

-Eleonor hablo un poco de ello-susurro y puedo notar que mi labio se ha recuperado.

-Si yo te entrego, tendré lo que quiero-el da un paso en mi dirección mi cuerpo reacciona ante su cercanía. Sus dedos han tomado mi barbilla y la levanta para que pueda observar la oscuridad en sus ojos - Veré ha Deciman caer.

De repente tengo tanta repugnancia, tengo tanto asco de lo que es Gareth y la forma en la que el nombre de Deimon sabe mal al deslizarse por sus labios.

-Eres ridículo-digo y lo miro.

-Tu no lo entiendes-niega Gareth- Siempre ha sido él, incluso antes de que mis padre murieran siempre Deimon ha sido el favorito.

DeimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora