Deimon

Capitulo 9

Me había quedado helada en mi lugar, no porque Deimon y Rein se encontraban cara a cara si no porque los alumnos que nos rodeaban se habían quedado esperando ver una pelea.

Chase me había tomado y me obligo permanecer a su lado, mientras Rein lo único que lo protegía era una motocicleta y una muy cautivada Naneline. Me sonrió.

—Deimon— gruño Rein mientras pronunciaba su nombre.

Deimon permaneció tranquilo, con la mandíbula un tanto apretada y los brazos hechos puño a cada lado de su cuerpo. Mientras unos seguían interesados en los nuevos alumnos, los que ya conocían a Rein me miraban a mí, como si yo fuera la culpable de todo esto, pero no parecía más que un sueño. El timbre sonó y aun así se quedaron mirando mientras los demás alumnos comenzaban a dispersarse.

—Rein, es un no gusto volverte a ver.

— ¿Por qué?— lo evadió y se acercó a él, mirándose fijamente a los ojos.

—No quieres que ellos se enteren ¿Verdad? – Miro a los chicos alrededor nuestro— Ni siquiera te conviene— susurro.

—¿Estas bien?— se dirigió a mí ignorándolo. Asentí.

—Olvida de lo que piensas, ella estará conmigo hasta que encontremos el grimorio— Rein me miro asustado, como si aún no lo supiera y rápidamente desvié los ojos indicándole que ya lo sabía y que no debía mentirme. Un gruñido bestial salió de sus labios y se acercó a donde estaba yo.

— ¿Por qué Edythe?— alcé la vista.

Era cierto, había probabilidades de que no supiera que era lo que exactamente hacia, podía escapar, buscar mas y terminar de destruir el Grimorio. Pero no había opción y no era por mi o por Rein si no por la única manera de encontrarlo. Tal vez esa era el plan que mantenía escondido todo esto tiempo y debía analizarlo bien antes de correr el riesgo de morir.

—Deberías contestarme tu ¿Quién eres?—Rein abrió sus ojos con sorpresa. Ya lo buscaría después para que podamos aclarar esto.

Deimon comenzó a reír y miro a Chase que inmediatamente me soltó. Les indico que lo siguieran y sorprendentemente me dejaron libre, una mirada de Chase me indico que no me dejaría libre en ningún momento. Naneline corrió hasta mí y me abrazo. Me había olvidado completamente de ella y aun así permaneció cerca, ahora debía prepararme para responderle.

— ¿Estas bien? ¡Esos chicos, Dios, son tan...comestibles!

Rein gruño y Naneline se inclinó hacia mí.

—A que tenían buen trasero— comenzó a reír. Iba hacerlo si no hubiera tenido mi visión pegada a Rein.

—Creo que debemos ir a clase— dije. Rein bajo la cabeza y camino dándonos la espalda. Naneline se dio cuenta de eso.

—Ese chico tiene problemas desde que desapareciste, es como si hubieras invocado al diablo.

La mire perpleja, en realidad no es que Rein fuera el diablo, pero tampoco no es que podría hacerlo. Rein era un ángel y debíamos hablar de esto lo más pronto posible, antes de que pudiera evadir mis preguntas y Carl no le proporcionara información, por otra parte, si era alguien bueno no debía mentirme. Era un beneficio.

Naneline siguió a mi paso todo el camino, platicándome como había estropeado la cita de Mike con Juliette, la chica mas "sexy" de la preparatoria, reí con ella cuando me platico como había quedado su pie cuando lo aplasto y tratando de verlo, la malteada de fresa le cayó en el pecho, armando todo un escándalo. Por supuesto ella no había sido afectada, después de todo solo fue un accidente.