Capitulo 22

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Había podido evitar a Deimon demasiado bien esta semana, las clases que me saltaba eran las que a veces me tocaba con él y después hablaba con los profesores que comprendía mi supuesta enfermedad. No se cómo había logrado tanto en tan pocas semanas, los avances que tenía y las cosas que descubría me dejaban integrada por más y más.

No era tan difícil vivir con Gareth, la mayoría del día no solía estar en la casa por lo que estando agradecida de que me permitiera vivir, solía ir de compras y ponerme a hacer la comida. Gareth tampoco invadía mucho mi habitación y por las noches llegaba, las pisadas de las escaleras me advertía que las subía.

El auto que me había dado Gareth había abastecido bien mis necesidades y ahora se me hacía más fácil poder ir a visitar a Rein cuya platica había quedado pendiente, pero me informaba más del grimorio y las causas y efectos que están surgirían si cayera en las manos de alguien con una mente malvada. Lo que hizo preguntarme ¿Cuáles eran los motivos por los que el demonio o los ángeles lo buscaban?

Si lo analizaba bien, era de suponer que los ángeles buscaban hacer algo bueno, pero la idea de que pudiera hacerles daño al pentágono me hizo pensar que tal vez solo lo querían para una conveniencia.

Naneline había estado demasiado emocionada por la graduación y hacia preguntas de cuando iríamos por vestidos. En una de esas platicas Eleonor se había entrometido y pregunto si podía venir con nosotros, aquello me hizo intrigarme aunque después cuando la encontraba en los pasillos me solía hablar y dar pequeños detalles de lo que solía suceder con el pentágono. Deimon junto con Chase se encargaban de buscarme por toda la escuela, Stephan permanecía viendo los estacionamientos y Jason, Jason iba a sus clases como un chico normal.

No había vuelto al pasado, Gareth mencionaba que era necesario que mi alma descansara lo suficiente como para volver y debatir de nuevo los problemas. Ellie perturbaba mis sueños provocando que despertara con sustos. La Ellie que conocía parecía amable, demasiado amable ¿Cómo podía ser una exterminadora? En algún punto sentía la necesidad de ponerme a investigar más de ella, sobre su matrimonio, como los exterminaba o como lograba sentir el grimorio. Por lo que comencé a armar el plan: Debía ganarme la confianza hasta que finalmente lograra sacar información de Grimorio.

—Edythe— pasa al pizarrón.

El maestro Connie mi miro, después de unas semanas era obvio que iba a utilizarme a mí de nuevo. El sabía que no podía y seguía insistiendo.

Suspire y me levante.

Pero al contrario de las otras clases que solía tener ahora me había levantado con toda confianza, no me había tropezado en ningún momento y no había pasado más de tres minutos que había escrito la respuesta. Deje el plumón en la mesa del profesor en señal de que esta vez no me iba a intimidar, solía dar miedo, pero ahora solo así era, solía.

El profesor Connie miro el resultado y dirigió su mirada había mí. Definitivamente sabía que algo andaba mal conmigo.

—Tu respuesta es correcta, pero no te dije que te sentaras.

Tome un gran respiro y con toda la seriedad del mundo me permití pensar que debía calmarme, tal vez ya no solía ser temerosa, pero todo eso cambiaba cuando conoces demonios y ángeles y entonces todo resulta insignificante.

Pase de nuevo al pizarrón y tomando el plumón hice todos los problemas fácilmente. Mi calificación no se dañaría por esto, y sonreí.

Recordar que únicamente me preocupaban un par de calificaciones antes o quien hacia trampa para poder corregirlo, como olvidar a Mike y sus preguntas de ayuda. Todo había comenzado ese día.

DeimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora