Deimon

Capitulo 2

El cielo estaba oscuro y la neblina se arrastraba en el suelo, como humo espeso qué se abría con los pies mientras los arrastrabas, fácilmente hubieras creído qué estaba anocheciendo en vez de amaneciendo si no fuera porque la luz comenzaba ser más notable. Había un charco enorme delante de la casa y a pesar de la mal pinta que tenía el cielo aún debía asistir a la escuela.

La noche anterior no había podido dormir, aún más cuando supe que Deimon estaría a un lado de mi habitación, aquello me mato y volví a sentir un escalofrío recorriéndome.

Rein que no estaba para nada feliz de que mi padre aceptará a los Stephens decidió irse inmediatamente de la casa. Una vez de la ensalada y el postre el señor y la señora Stephens agradecieron, se despidieron de sus hijos, como si ya supieran qué aceptarían. Bajaron las maletas y se despidieron en el porche. Hubiera preferido irme a encerrar en mi cuarto y procesar lo que estaba sucediendo pero debía despedirme así que vi a Deimon y a Eleonor esperando que sus padres se alejaran, y así sucedió. Las luces del coche comenzaron a desaparecer en el camino. Emily los había dirigido a sus habitaciones mientras Carl ayudaba a Eleonor con las maletas, maletas qué parecían traían todo para mudarse muchos años. Eleonor fue la primera que eligió la habitación cerca de mis padres y, según ella era preciosa esa habitación. Deimon agradeció qué le diéramos estancia, Emily lo llevo a la habitación qué se encontraba a un lado del mío y sonrió con suficiencia ¿Qué tan importante eran los Stephens para que Carl aceptará a ambos con facilidad? Por el contrario yo permanencia callada y viendo como veían el cuarto. Emily les deseo dulces sueños y se metió al cuarto junto con Carl. No pude decir nada para ellos, ambos me observaban esperando alguna palabra, pero no pude así que solo asentí y me fui a mi habitación.

Una vez adentro pude respirar de nuevo, jamás había conocido a dos personas perfectas, al menos no como los Stephens y sobre a todo a hijos como Deimon y Eleonor. Ya veía en unos días el rumor corriéndose. Deimon, Eleonor están cerca de la chica extraña. Ya podía imaginar a los chicos observando con rareza cuando se enteraran, incluso preguntándose si de verdad vivíamos juntos y Mike se encargaría de sacarme toda esa información. Reina no hubiera dicho nada, lo conocía el suficiente tiempo como para que no hablara con las personas dejándose correr los rumores. Deseaba con todas mis fuerzas que no se corriera el rumor de que los chicos nuevos están en "el lado oscuro".

Un estruendo sonó en mi ventana, como si hubiera sido golpeado. Alcé la vista y observé, estaba dándose a notar más la luz, debía apurarme. Tome las cobijas de la mano y las aleje con los pies, acomode mi cabello y saque los pies de la cama grave error. Al notar que el suelo estaba frío tuve que saltar de punta a punta hasta encontrar mis sandalias, maldeci un par de veces al no encontrarlas.

Una vez que las encontré fui al baño y toque la puerta, escuche la regadera y me imagine que mi padre se estaba bañando, debía esperar a que saliera.
-Buenos días Edythe.

Su voz cantarina hizo sobresaltarme y me pegue a la pared por instinto. Deimon estaba detrás de mí con un pantalón de franela de cuadros azules y una playera de color negra. Marcaba sus abdominales y su playera se pegaba a él como si esta deseara permanecer ahí. Mi respiración estaba acelerada y mire a Deimon qué mantenía una pequeña sonrisa en sus labios.

-Buenos días - balbucee y gire a ver la puerta del baño, estaba actuando patética y torpe.

«Como siempre»

Esperé a que la regadera dejara de gotear pero parecía más lejano mi anhelo, sentí la mirada de Deimon, de nuevo ese escalofrío recorriéndome la piel como si fuera un aviso de advertencia. Trague saliva y trataba de calmar mi respiración. Cruce los brazos por delante y mi pie de forma desesperada golpeaba el suelo una y otra vez. Y fue en ese momento cuando me di cuenta que traía la pillama aún. Mi pantalón de franela de color morado y mi playera de tirantes con estampado de un unicornio.