—Transformarlo—dice y lo miro evaluándolo. El hombre también contiene poderes y sé que sea como sea nadie debe tener el Grimorio.

— ¿Cómo?—mi voz suena con fuerza, como si fuera una demandante hasta donde hemos llegado. Pero supongo que debo tratarlo con fuerza, soy alguien que él tiene que respetar y que podría tomar ventaja de mí si no soy demasiado lista.

—El mundo no es como cree mi señora—dice y sonríe—Ellos no son los únicos que pueden tener poderes.

El sonido de sus palabras se estrella en mi cabeza y giro a ver a los chicos que tratan de derrotar aquella barrera.

—Hazlo—digo.

El hombre sonríe y me mira con fuerza.

— ¿Es un pacto?—su voz suena impaciente.

—Es un pacto— digo— Liberación por Transformación.

El hombre vuelve a sonreír y me mira entonces toma mi mano y con la sangre que ha escurrido de ella el alza sobre su boca y sin dudarlo lame mi herida. De repente algo comienza a arder, arde como llamas con locura.

Un fuerte golpe interrumpen en las paredes y los chicos gritan mi nombre. Las cadenas que protegían a aquel hombre han desaparecido y ahora se han pasado hacia mí. Son fuertes y calientes como el fuego. El hombre se levanta mirándome y me mueve hacia el altar. Mis rodillas se han estrellado con el duro piso y mi vista es fijada hacia el hombre.

— ¡Edythe!—el grito de Rein se eleva y saca la espada para cortar aquella barrera. Pero rápidamente es aventado hacia los cielos por el impacto.

—Hazlo ya—digo y el hombre asiente.

Su boca se comienza a mover y sus manos atrapan las mías con fuerza. Mi cuerpo comienza a vibrar y de repente el grimorio cae al piso. Dejando una página abierta.

Es una imagen de mi antepasada, es una clara imagen de ella, de mí y de una sombra atrás una sombra con ojos verdes. Asustada miro al hombre que no ha dejado de decir palabras extrañas y entonces todo sucede muy rápido.

El grimorio se incendia tan rápido que casi no noto cuando las hojas comienzan a formarse en cenizas. Y entonces las luces que solía ver me toman de los brazos y me obligan a ver al hombre quien se ha acercado a mi boca y que hace que la abre.

La copa que se encuentra en el altar está llena de un líquido semejante a la sangre sin embargo no lo es.

Sus manos toman mi barbilla y hace que la levante y derrama el líquido en mi boca. Una carcajada suena en el lugar y mi corazón ha comenzado a latir rápidamente. Mi cuerpo siente el líquido caliente recorrer cada espacio y mi cuerpo comienza a retorcerse ante la idea de que el hombre me ha engañado y me ha dado veneno.

Mi cuerpo comienza a convulsionar y mis manos permanecen aferradas a mis palmas. El dolor de mis parpados hace que cierre los ojos y mi cuerpo comience a moverse salvajemente como si fuera un animal atrapado, como si fuera una loca desquiciada. El hombre desaparece de mí vista por unos segundos pero lo encuentro acercados a mí y susurrando un: —Gracias.

La barrera ha desaparecido y noto que ahora estoy sola con los demonios y que sus pasos vienen apresuradamente hacia mí. Aquella risa malvada es algo que simplemente no iba a olvidar.

(.)

Puedo sentirlo, un líquido corriendo por mi cuerpo con brusquedad, con ganas de destruir lo que hay a su paso. El burbujeo que siento en mi pecho da un golpe brusco y el crujido de los huesos me hace reaccionar. Mi cabeza comienza a pulsarme y un montón de imágenes se han instalado en ellas, sin embargo las últimas imágenes son borrosas.

DeimonWhere stories live. Discover now