El primer paso que doy ha sido inconsciente y cuando los chicos quieren agarrarme, no se los permito.

El segundo paso que doy hace que aquella persona —si es que le puede llamar así— asome una sonrisa. Estoy consciente de lo que voy a hacer estoy consciente que cuando llegue ahí algo cambiara.

Los chicos parecen inquietos por que se mueven de un lado a otro y eso que no he volteado a verlos. El sonido de unas cadenas hacen que mire los brazos de esa persona, sé que esta sostenido por estos así que sin importar la distancia, mis ojos cruzan con los suyos y rápidamente sin dudar se ha inclinado hacia mí.

Los chicos me miran desde la entrada y seguramente piensen que esto lo tenía planeado, pero no, esto también es nuevo para mí.

—Es un guardián del Grimorio—digo para tranquilizarlos— No me hará nada.

El hombre levanta la vista y sé que entendido a mis palabras. Sus ojos se dirigen al grimorio y luego hacia mí.

—Usted no debe llevarlo así—me dice con susurros para que los demonios no se enteren. Y entonces la idea surge como una bala en mi cabeza.

—Como lo destruyo—El hombre me mira y luego al grimorio.

—No hay destrucción mi señora—el hombre responde tan seguro que cuando suelto un gruñido él se encoje como si me tuviera miedo. Sus manos aprietan las cadenas con fuerza y no me había dado cuenta que su cuerpo permanece temblando.

—Dímelo y te dejare ir.

Su rostro se alza con esperanza y sonríe.

—El grimorio no es algo que se deshaga mi señora. Su antepasada ha hecho un hechizo para que el grimorio no se deshaga, sin embargo, se cómo ayudarle.

El hombre mira hacia atrás y me giro en su dirección. Los chicos se han acercado más para escuchar pero rápidamente lo miro y como si entendiera su mano se extiende delante de mí y abre la palma haciendo que una las luces que veía de pequeña se formaran como una barrera. Haciendo que ellos den pasos hacia atrás.

—Dímelo.

El hombre, una vez seguro de que no escuchan me gira a verle.

—Su antepasada enterró el Grimorio, cuando usted iba en el pasado—dice en un susurro y entonces lo recuerdo.

La última vez que viaje al pasado ella fue lo último que vi, si el libro había sido enterrado que, aquel cuerpo que se encontraba dentro del altar era mío.

Mis ojos se dirigen al hombre y el asiente rápidamente.

—Su antepasada me dejo a cargo de esto de contarle a quien viniera el grimorio y advertirle si usted no hace algo para cambiarlo—el señor me mira y parecen oscurecerse sus ojos. — Dejo un hechizo y vino enterrar el cuerpo que usted había tenido aquí. Como usted fue guía los rumores se corrieron de que aparecía y se iba el Grimorio, sin embargo usted está aquí, como si fuera una reencarnación.

Miro al hombre y aprieto mi mandíbula negando. No ha sido así como ha contado, he sido yo quien ha ocupado un cuerpo del pasado para investigar donde está.

Los puntos se comienzan a unir y mi cabeza guarda toda la información.

Ellie quiso enterró mi cuerpo con el Grimorio, Ellie realmente quería matarme pero no como una competencia si no para cuidar del Grimorio. Mi cuerpo fue su caja fuerte todo este tiempo.

Gruño con fuerza y miro al hombre.

— ¿Y esto como me puede ayudarme?—mascullo con fuerza y el hombre alza la mirada.

DeimonWhere stories live. Discover now