23. Oscuridad

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- Te he visto tantas veces desde la distancia

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- Te he visto tantas veces desde la distancia... he intervenido en tantos sueños tuyos que tú luego considerabas pesadillas... pero jamás te había aquí, enfrente mía, tocándote.- dijo Azel mirando fijamente a los ojos de Seth.

Este la miraba con repudio y sin un ápice de emoción o ternura. Connor respiró profundamente y soltó la mandíbula de su hijo.

- Supongo que será confuso hablar con un adolescente que dice ser tu madre, pero ya sabes como funciona esto. Sin embargo... podemos hacer algo para tener una conversación más personal.

Azel estrechó sus dedos índices sobre las sienes de Seth y acto seguido los ojos de este se pusieron en blanco. Había entrado en trance. Seth notó como todo los que le rodeaba se alejaba a gran velocidad. Los gritos y vitoreos de los presos ya no eran más que un suave y lejano murmullo y todo lo que le rodeaba ahora era una profunda y mansa oscuridad. Unos pasos elegantes y finos sonaron a su espalda como gotas que caen sobre un charco, pero su cuerpo no le respondía y no pudo girarse.

Notó como un delgado y frágil dedo recorría su nuca y después una mano se apoyó en su hombro. Antes de que pudiera darse cuenta, Azel Roth se encontraba mirándole fijamente a los ojos, de cuclillas frente a él. Seth quedó maravillado por la belleza y misticidad  de sus ojos, que eran más oscuros si cabe que la propia oscuridad que le rodeaba. Sin duda su madre había sido en vida una mujer hermosa, peligrosamente hermosa. Pero todo lo que conocía de ella era muerte y crueldad, por lo que no se sentía para nada reconfortado al tener tal madre.

- Supongo que así será menos... extraño.- dijo Azel poniéndose en pie. Un fino vestido gris caía sobre sus hombros y caracoleaba en sus curvas.

Seth seguía callado, de rodillas entre aquella negrura, sin mediar palabra.

- Seth... sabes perfectamente porque he venido a buscarte. Sabes muy bien porque me he tomado tantas molestias para encontrarte. Debes ceñirte a tu destino.

- No lo haré.

Azel comenzó a dar vueltas alrededor de su hijo, mientras este era incapaz de moverse. Estaba en el reino de sombras de Azel y allí ella tenía el control total.

- Hijo mío, sé que es feo decirlo y quizás no sea agradable de escuchar... pero naciste para cumplir un propósito, fuiste creado para llevar a cabo una misión. Es tu destino, tu razón de ser. Es inútil que te resistas, forma parte de ti y acabará dominandote.

- Fui creado para cumplir un propósito... pero yo y solo yo, soy dueño de mi destino. Y moriré si es necesario, pero jamás colaborare.

- Has vivido toda tu vida reteniéndolo, manteniéndolo alejado.- Azel hizo un gesto y la camiseta de Seth estalló en mil pedazos.- Por eso te tatuaste todos esos símbolos sacrílegos, para hacerle daño y mantenerlo a raya.- Azel señaló los tatuajes cristianos que cubrían el pecho y vientre de Seth.- Pero es inútil, lo que albergas en tu interior es mucho más poderoso que un par de litros de tinta. Es hora de que liberes a la bestia Seth, no sigas tratando de ser alguien que no eres.

Está entre nosotros : SCAVENGERWhere stories live. Discover now