SEGUNDA PARTE DE ESTÁ ENTRE NOSOTROS
Tras lo ocurrido en la casa de los Mason, Connor queda encarcelado por presuntamente ser el autor de todos los hechos, mientras todavía sigue teniendo al espíritu de Azel Roth en su interior.
Entre los muros de l...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Yeslie apagó su cámara a toda velocidad y se lanzó hacia la pared, apoyando su espalda en ella. Sin embargo a los pocos segundos, notó un fuerte tirón, provocado por Thomas, que ya comenzaba a correr por el oscuro pasillo.
Bill Grant había roto con sus manos un enorme e importante entramado de cables, lo que provocó que todas las plantas del psiquiátrico se quedaran sin electricidad y por tanto, sin luz.
- ¡Vamos amigos míos! ¡Hacerles pagar su impiedad! ¡Mostrarles lo que hacemos con los intrusos!- gritó Bill Grant, para inmediatamente después ser respondido por decenas de chillidos histéricos y carcajadas.
Thomas y Yeslie corrían a toda velocidad por donde habían ido minutos atrás, en dirección hacia el ascensor, únicamente alumbrados por la linterna de Thomas. Pronto comenzaron a escuchar un enorme alboroto a sus espaldas, provocado por las rápidas pisadas del grupo de salvajes de las cuevas, alentados por las ordenes de Bill Grant.
- ¡No mires atrás!- chilló Thomas.
Avanzaban lo más rápido que podían por el lioso entresijo de pasillos y puertas correlativas, tratando de deshacer los pasos que antes habían dado. De pronto, la pared que se encontraba a su izquierda emitió un fuerte ruido y se abrió un gran boquete en ella. De este boquete aparecieron dos hombres enclenques y famélicos, totalmente encorvados y mugrientos. Uno de ellos saltó sobre Thomas como si tuviera muelles en sus pies y se colgó con ambos brazos sobre su cuello, impidiéndole respirar con normalidad. El otro se abalanzó sobre las piernas de Yeslie, haciendo que trastabillara y chocara de bruces contra el suelo.
Thomas dio varias vueltas sobre si mismo, tratando de quitarse a aquel ser de encima, pero este estaba firmemente agarrado a su espalda. Se dirigió de espaldas contra una de las paredes y comenzó a dar repetidos golpes contra ella, aplastando a su atacante entre la pared y su espalda. Tras varios golpes el esqueletico hombre redujo su agarre sobre Thomas y este se giró con velocidad para comenzar a darle una contundente golpiza. Tras varios puñetazos y rodillazos, aquel ser quedó hecho un ovillo en el suelo y Thomas se giró hacia Yeslie, que estaba en un apuro. Se encontraba tumbada de espaldas en el suelo, tapando su rostro con ambos brazos, tratando de rechazar los fieros manotazos que su rival le mandaba. Thomas cogió carrerilla y corrió a rescate de su amiga, propinando un duro puntapie en el cuello de aquel hombrecillo. Este salió despedido y chocó contra la pared, para después quedar inconsciente.
Thomas ayudó a Yeslie a levantarse y ambos continuaron corriendo. Pero ese repentino ataque les había hecho perder unos vitales segundos de ventaja sobre sus perseguidores, por lo que estos les seguían ahora mucho más de cerca. Podían escuchar sus gritos y alaridos a escasos metros y en más de una ocasión Yeslie notó como alguien estiraba de su camiseta pero sin poder detenerla. Cuando consiguieron llegar al pasillo de taquillas que daba a las puertas giratorias, Thomas empujó varias de aquellas taquillas, que cayeron con un fuerte estruendo. Aquello les daría unos pequeños segundos de margen.
