Capítulo Perdido: Los planes de Blaz Pt.1

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-¿Otra vez esa horrible canción? Es la enésima vez que la escucho, ya estoy harto de escucharla, Zelig. 

Aunque la odiara, no podía evitar tocarla, él tenía el control sobre mis manos. Intenté tomar el control, pero se me fue difícil, desistí. 

-Para la próxima vez -dije por bajo-, yo escojo la canción.

Él rió. 

-También existen otros compositores como... -tuve que callarme, el chirrido de la puerta anunció que alguien entró al salón, me pregunto ¿quién pudo ser?

-Para Elisa. -dijo por bajo la persona que acababa de entrar. Me di la vuelta para ver de quién se trataba, me llevé una sorpresa. Era un chico de baja estatura, con cabello negro y unos ojos de un sorprendete gris, los cuales cautivarían a cualquiera-. Ah, perdona, no era mi intención.

-No importa -dije con aire despreocupado-, Solo estaba practicando. -sonreí.

-¿Aún no empieza la clase? -negué con la cabeza, el pelinegro se desconcertó.

-¿Eres nuevo en la escuela? -le dediqué una cálida sonrisa. Me cuesta negarlo, pero a simple vista, él es muy tierno... Y eso me encanta.

-Si, llegué hoy. 

-¿Cómo te llamas?

-Neferet.

Oh, Neferet, vaya nombre, combina perfecto con su rostro.

Me puse de pie y fui hasta él, ahogué una risita, él apenas me llegaba al mentón. Le tendí una mano y, sin dudarlo dos veces, me la estrechó, su mano era increíblemente suave.

-Es un placer conocerte, soy Zelig, y toco el piano. ¿Qué instrumento tocas tú?

-Violín.

-Ya veo.

Me giré sobre mis talones y volví a sentarme. Sonreí satisfecho, ya tenía mi próxima presa, Neferet. Ya había pasado un mes desde que mi última presa, un chico que vivía a solo dos cuadras de mí, se mudó a otra ciudad por culpa de un loco que lo seguía por todas partes, insolente, no soy un loco, solo cumplo con lo que me designaron, idiota.

Una vocecilla molesta comenzó a sonar en mi cabeza, Zelig, me decía algo, no sé qué, su voz sonaba como un eco indescifrable, ¿«Es mi turno»? No, aún no, debo mantener el control hasta saber más sobre ese chico de bellos ojos.

La profesora de música entró, seguida de los otros estudiantes que tomaban esta clase. Me desconecté del mundo exterior y entré al mío, siempre lo hacía cuando la clase estaba a punto de empezar, pues Müller iniciaba con su palabrería y eso me aburría. Pasó un rato, los instrumentos comenzaron a sonar, el ensayo dio inicio. Me di la vuelta sobre la banca y los observé, esperaba que se equivocaran, como de costumbre, pero no fue así: vaya, los tontos de mis compañeros habían practicado en casa. Cuando terminaron, la profesora se dirigió a mí y supe que era mi momento de brillar, me volví hacia el piano, inspiré hondo y, dirigiendo mi mente hacia otro lugar, le di el control de mis a manos a mi otro yo. Él si que se lució esta vez, su ritmo era el que yo esperaba, pulcro, perfecto, sin fallas. Terminé la interpretación y volví a encerrar, en el espacio más profundo de toda mi mente, a Zelig. Aún no, debía esperar mas. 

-Señor Zimmermann -Müller alzó la voz, me sacó bruscamente de mis pensamientos, ¿qué estaba sucediendo? 

Abrí la boca para decir algo, pero mi limité a articular un «Como sea» por respuesta a lo que sea que estuviera pasando. Aveces me sucedía, perdía la noción del tiempo ya que me concentraba en mantener callado a Zelig.

Como te odio [Yaoi/Gay]Where stories live. Discover now