Capitulo 8

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-Perdona -Zelig pasó del asombro a la seriedad en un segundo. Solté una carcajada, me dio gracia ver su cara- ¿Por qué te ríes? ¿Con qué derecho lo haces? -arrugó el entrecejo y sus labios se tornaron en una delgada línea.

-Lo lamento -sacudí la mano como espantando moscas-. Me ha hecho gracia tu cara de asombro.

Zelig giró rápidamente la cabeza cuando mi mirada se encontró con la suya, noté un ligero rubor en sus mejillas.

-Como sea -dijo en un susurro.

Me senté al lado de Zelig, donde había dirigido su mirada.

-Bien, la pieza que escogiste no es complicada, pero igual requiere de práctica -Sonreí. Zelig no me hacía caso, él estaba viendo a otro lado. Me di la vuelta y comprendí porqué Zelig no me hacía caso, del otro lado, en la mesa, estaba Yale luchando por comprender lo que estaba escrito en el libro.

La expresión de Yale era entre ira, confusión y frustración. No soporté verlo de ese modo, era muy cómico para mí, y muy placentero para Zelig. Fui hasta la mesa y me senté al lado de Yale.

-No tienes ni la remota idea de que estas haciendo, ¿verdad?

-No -Yale tenía los ojos abiertos como platos-. No entiendo nada.

Suspire, tomé el libro y comencé a explicarle detalladamente y con mucha paciencia a Yale lo mas básico de inglés. Él asentía o negaba con la cabeza cuando le explicaba, al cabo de un rato le escribí un par de verbos y palabras y lo dejé traduciendo.

-Volviendo a lo nuestro -suspiré pesadamente y me llevé las manos hasta la cintura.

-Es un zoquete -dijo susurrando Zelig, para que Yale no escuchara.

-Tú lo eres más. -comencé a estirarme, estuve un buen rato encorvado y me dolía la espalda.

-Ni siquiera me conoces. Él te arrolló, ¿cómo puedes defenderlo después de eso? -Zelig alzó una ceja, su rostro estaba lleno ira.

-Sí, me arrolló, pero no me dejó solo -flexioné las rodillas-. Llegué a la ciudad hace una semana, no conozco nada de aquí, apenas y se dónde vivo. Yale me ayudó cuando me perdí.

-Solo te usa -Zelig volvió a girar la cabeza cuando lo vi a los ojos-. Después te desechará como un trapo viejo, inservible, inútil -su voz estaba cargada de ira. Se volvió hacia el piano y comenzó a tocar unas teclas distraídamente.

-¿Qué te hizo a ti? -me senté a su lado. No me percaté, pero todo este tiempo hablábamos entre susurros, y aunque habláramos alto, Yale no nos escuchaba.

-Me uso cual papel.

-Eso quedó en el pasado. ¿Fueron amigos, no?

-Si, alguna vez los fuimos. Pero después de usarme no se tomó la molestia de perdime disculpas, solo se olvidó de mi existencia -Zelig comenzó a tocar como si no supiera lo que hacia, luego le dio un fuerte golpe al piano.

-Basta. -le sujete las manos, él se sobresaltó-. No es mío, y si lo rompes, lo pagas.

Hubo un silencio incómodo, yo seguía sosteniéndole las manos a Zelig, él me veía con desprecio. Después de un rato le solté las manos y fui por el violín. Estaba un poco irritado, así que comencé a practicar sin él.

La Sonata n.º 1 para piano y violín en re mayor comienza con los dos instrumentos, piano y violín, tocando las mismas notas al unísono, luego hay una pausa del piano y el violín continua solo, después el piano sigue al violín, y se repite. Ya iba por la segunda estrofa cuando Zelig se digno a seguirme. Su melodía era sutil, casi como un susurro. Desvíe la mirada un momento del violín y vi a Zelig a los ojos, esta vez no me esquivó, él estaba viéndome fijamente, por un momento creí que me escudriñaba, pero solo veía el movimiento de mis manos con el arco y las cuerdas.

Como te odio [Yaoi/Gay]Where stories live. Discover now