Capítulo 27

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-Entonces, ¿quieres que nos volvamos a ver? -dijo Zelig al otro lado de la línea, su tono de voz estaba cargado de incredulidad-. Pero creí que estabas haciendo algo importante.

-Si, pero ya terminé -mentí, nunca tuve que hacer nada importante-. ¿Dónde estas?

-En la heladería, cerca de la panadería.

-Bien, voy para allá. -colgué.

Aún no creía que acababa de hacer. Suspiré pesadamente y metí el teléfono en mi bolsillo derecho.

-Vamos, aunque odie esto, pero debemos darnos prisa.

Valentine se desperezó y se puso de pie. El solo hecho de tener que volver a Kitsu hacía que mi sangre hirviera, y eso que apenas lo conocía. Bajamos rápidamente las escaleras y salimos de la casa. No tardaríamos mucho en llegar a la heladería, pero aún así quise darme todo el tiempo del mundo, sin embargo, Valentine se obstinó y me comenzó a empujar hasta que llegamos, a paso veloz, a la heladería. Entramos. Por los visto esa heladería era muy famosa, pues estaba abarrotada de gente, como la vez anterior. Busqué a Zelig con la mirada, estaba sentado en una mesa al fondo del local, como estaba de espaldas no pude reconocerlo, pero si reconocí a Kitsu, estaba sentado enfrente de Zelig, tenía las piernas cruzadas y comía su helado con toda la gracia de una dama.

-No, me arrepiento, larguémonos. -di media vuelta.

-Hey, hey, alto. -Valentine me detuvo-. Quiero estudiar a la persona que te pone de malas, y para eso, debo conocerla.

-¿Estás de chiste? -alcé una ceja, suspiré resignado.

Me volví hacia la mesa del fondo, Kitsu reía, Zelig hablaba con mucho entusiasmo, de un momento a otro Kitsu se acercó a Zelig y le acarició una mejilla, la sangre me comenzó a hervir. Caminé con paso decidido hasta la mesa y me planté justo entre los dos, Zelig se volvió hacia mí con cara de bobo y Kitsu se sorprendió con mi presencia.

-Llegaste. -sonrió ampliamente-. Ven, sientate.

Le lancé una mirada asesina.

-¿Sucede algo?

Inspiré hondamente y esbocé una sonrisa forzada.

-Todo esta bien, ¿por qué no ha de estarlo? -dije con hipocresía-, cariño -le acaricié el cabello.

-Ok, Neferet. ¿Estás bien? ¿Te sientes mal?

-En lo absoluto. -me iba a sentar a su lado, pero Valentine me dio un empujón para que me sentara al lado de Kitsu, tuve que hacerlo a regañadientes.

-Hola. -dijo Valentine-. Soy Valentine Dalca, un placer. -sonrió.

Valentine le tendió la mano a Kitsu y este se la estrechó, su expresión volvía a hacer la misma de cuando lo conocí, aunque era un poco más sombría. Kitsu no se molestó en presentarse, solo se limitó a comer, en silencio, lo que quedaba de su helado, ese gesto hizo que Valentine dejara de sonreír y adoptara una expresión sumamente seria.

-Perdona si llegué de improvisto y arruiné su momento -usó un tono monótono e hizo hincapié en las ultimas dos palabras. Agarrenme que me desmayo, ¿soy yo o Valentine también le desagradaba Kitsu? Él solo usaba su tono monótono cuando algo le molestaba.

-Ah, no te disculpes, Kitsu y yo hablábamos de nada importante.

-Porque hablar sobre lo que sucedió en mi ausencia no es importante. -soltó Kitsu, otra vez, usó su tono infantil para hablar, pero esta vez añadió el hablar pausadamente.

-Zelig, ¿no quieres acompañarme a comprar una ronda de helados? Yo invito. -Valentine hizo como si Kitsu no hubiera abierto la boca para hablar, este apretó fuertemente el helado y terminó rompiendo la galleta.

-Lástima -no se inmutó, su mano y parte de su regazo quedó cubierto de helado-. Yo quiero uno de fresa.

Valentine le lanzó una mirada de desprecio y, junto con Zelig, se puso de pie para hacer la fila y pedir más helado. Me quedé asolas con Kitsu, el helado se derritió, por el calor de su cuerpo, y él quedó con la mano pegajosa, tomó unas servilletas y se limpió el regazo.

-Maldito detestable -dijo por bajo.

Limpió lo mejor que pudo y dejó las servilletas, manchadas de rosado, sobre la mesa. Por lo visto mi presencia era un fastidio, pues se arrimó quedando lo más lejos de mí.

-Admiro la forma en la que defiendes lo que crees que es tuyo -dijo con mucha calma-. También admiro el hecho de que hayas traído a tu sucio amigo rumano para que me estudiase. -frunció en entrecejo, luego se relajó-. Déjame decirte algo, Neferet Klein, Zelig no te conviene, pero agradezco que lo hayas cuidado en mi ausencia, y como ya regresé, espero que te vayas de su vida así de rápido como apareciste.

No dije nada, dentro de mí se estaba desatando el infierno y si abría la boca algo malo sucedería. Apreté los puños, ¿ese imbécil se creía superior a mi? Bien, aunque no pueda decirlo en voz alta, porque si lo hago mil y un maldiciones saldrán de mi boca, yo tenía a Zelig, ¿él que tenía? Absolutamente nada, solo su cara de niño y su porte de mujer.

Inspiré hondo, traté de controlar el infierno de mi interior, pero las llamas que arrasaban con todo a su paso eran cada vez más intensas.

-No sé quién eres, y no me importa -Sonreí con hipocresía-, pero espero que seamos buenos amigos. -le puse una mano en el hombro, no se inmutó.

-Yo no deseo ser tu amigo -me tomó de la muñeca y comenzó a apretarla con fuerza, me dolía, pero no quería demostrarlo-. Si no te alejas de Zelig, tendrás problemas. Sin ofender, pero tu cara de niño inocente acabará hartando a Zelig, y si no te largas, él te echará. -aumentó la fuerza-. ¿Entendiste? O, ¿prefieres que te lo explique con manzanas? -sonrió con malicia, soltó mi muñeca, por la falta de sangre, mi mano estuvo a punto de tornarse marrón.

Me froté la muñeca, del apretón que me dio Kitsu, se hinchó como un globo.

-Por cierto, ¿sabes de qué era el helado que acabo de derramar? -se acercó a mi y me susurró-: de fresa naturales.

Mi corazón se aceleró, la mano con la que me apretó la muñeca fue la que estaba sujetando el helado cuando lo derramó. Era la muñeca, pero aún así no tardé mucho en respirar con dificultad, comencé a sudar, mi vista se nubló, él imbécil de Kitsu solo sonreía y admiraba como me daba un ataque de anafilaxia, no pidió ayuda si no hasta que me desmayé.

Lo último que vi fue el rostro de Kitsu, con una sonrisa de oreja a oreja.

Como te odio [Yaoi/Gay]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ