Como te odio [Yaoi/Gay]

Capítulo 20

Desperté a mitad de la noche, sentí que alguien me estaba respirando directamente en el cuello, también sentí una mano helada tocarme la cara y escuché el sonido de una lata al golpear con el suelo.

-¿Mi Neferet? -dije-. ¿Quién esta ahí? -le hablé a las sombras, pero nadie respondió, estaba muy oscuro, apenas podía ver mi propia mano.

Me levanté de la cama, estaba sudando y respiraba con dificultad. En mi vida he visto muchas películas de terror como para entender que cuando algo como esto pasa lo menos que debes hacer el preguntar si alguien esta ahí, y lo más tonto sería indagar a mitad de la noche lo que sucedió, pero claro, yo soy el rey de los tontos. Me acerqué al escritorio, supuse que el sonido de la lata caer contra el suelo que escuché se produjo por el porta lápices que estaba ahí, y si fue así, el porta lápices estaba en el suelo y los lápices estaban regados por doquier.

-¿Antje? -le volví a preguntar a las sombras, no recibí respuesta alguna-. Bien, basta.

Encendí la lámpara de mesa, en la habitación no había nadie, a excepción de mí, claro está. Dirigí la mirada a la ventana, estaba cerrada, pero entre las bisagras había algo blanco, me acerqué un poco y pude distinguir la inigualable forma de una foto polaroid, saqué la foto de entre las bisagras, la imagen que se reveló hizo que se me pusieran los pelos de punta, era un foto de ese mismo día, específicamente de cuando estaba caminando de regreso a casa con Antje. 

«Esta es la que más me gusta»

Rezaba en la parte inferior de la foto, esta vez la foto no estaba firmada por "ZZ". Comencé a temblar frenéticamente, tenía los nervios de punta. ZZ había estado en mi habitación, escuché su voz fuerte y claro, sentí su mano fría cuando hizo contacto con mi piel. Tenía miedo, mucho miedo.

Logré calmarme un poco, tome mi teléfono y le marqué a Yale.

-¿Quién es? -escuché la voz de Yale del otro lado de la línea, se escuchaba adormilado y muy cansado.

-¡Yale! Soy yo, Neferet.

-¿Neferet? -hubo un silencio-. Son las 3 de la mañana, ¿qué sucede? -bostezó.

-Él volvió a entrar a mi habitación, ¡volvió! ¡Volvió!

-¿Él? ¿Quién?

-ZZ, volvió a entrar, pero esta vez escuché su voz, me estaba hablando.

-¡¿Qué?! -escuché un fuerte estruendo, Yale se había caído de la cama-. ¿Qué dices?

-Volvió a entrar por la ventana, estaba durmiendo y escuché que alguien me hablaba, también pude sentir una mano fría en mi cara.

-¿Estás seguro de lo que dices?

-Yale, claro que estoy seguro, si no, no te hubiera llamado, ¡esto no me gusta!

-Neferet relájate, tranquilízate. Mira, ahora no puedo hacer nada, es de madrugada y mis padres duermen, si se enteran que salí a verte a esta hora me mataran. Espera hasta que salga el sol y ven a mi casa, ¿entendiste?

-¿Por qué a tu casa?... ¿Yale? -me puse nervioso, no escuchaba la respiración de Yale ni otro sonido- Yale, ¡Yale!

-Tranquilo, sigo aquí. -dijo por fin-. Te mandaré mi dirección por mensaje, no es difícil llegar.

-Está bien.

-Recuerda, cuando salga el sol, no antes, pero le avisas a tu madre, no vaya a ser que le dé un ataque de nervios.

-Ok.

-Y duerme bien, no quiero tener que volver al hospital y esperar dos días a que despiertes -bromeó.