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Título: Let me love you (until you learn to love yourself)

Resumen: El amor era como una gran fogata que deslumbraba frente a ti. Podías quemarte, o tocar el fuego y sentir su calidez.

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Todo empezó con un crush.

Creo que todas las historias de amor suelen empezar por esa forma. Pero la mía, quiero creer, que fue ligeramente diferente a las demás.

Su nombre era Min Yoongi, y lo conocí de mi clase de Psicología. Yo nunca quise tomar esa clase, pero era algo obligatorio, así que tuve que resignarme a pasar una clase entera escuchando lecturas aburridas sobre cómo funcionaba la mente humana.

Él no tenía nada diferente a los demás chicos, pero hubo algo en él que me hizo voltear la vista desde el primer momento.

Después de unas cuantas clases, me dí cuenta de su nombre y sus gustos. Su personalidad era alegre, y siempre atraía a mucha gente a su alrededor. Sin embargo, en cuánto salía de la clase, se le veía irse solo.

Todos los días.

Algunas veces, una persona te llama la atención simplemente porque si. Y aunque quieres encontrar una razón en específico, no puedes hacerlo con palabras.

Eso fue lo que me atrajo a Min Yoongi. Un pequeño e invisible hilo que me atraía hacia a él.

Después de unas semanas, la clase de Psicología era la que más esperaba en todo el día. Y durante los días en que no tenía esa clase, solía aburrirme demasiado.

Una tarde, en que el autobús decidió ir más rápido de lo normal y a causa de eso llegué más temprano, pude encontrarlo afuera del salón. Leyendo un libro que no pude reconocer.

Sus ojos analizaban la página, y en cuanto terminaba de leerla, la cambiaba, no sin antes lamer su dedo pulgar. Jugaba con sus uñas y movía su pie de arriba a abajo.

Supe desde el momento en que comencé a observar sus pequeñas acciones. Estaba perdido. Perdidamente enamorado del chico que solía levantar la mano con emoción durante las clases de Psicología, y que en el momento en que le daban la palabra, se convertía en una persona totalmente distinta, nerviosa y tímida.

La verdad era que, podías enamorarte de la persona que quisieras, pero en cuanto tuvieras contacto con esa persona, estabas en peligro.

O al menos esa era mi forma de pensar del amor.

El amor era como una gran fogata que deslumbraba frente a ti. Podías observar esa llama brillar de una forma hermosa frente a ti.

Había algunas personas que se enamoraban perdidamente de esa llama, a tal punto de dar todo lo que tuvieran con tal de que esa llama no se extinguiera. Y una vez que daban todo, y no les quedaba nada más que ellos mismos, se entregaban por completo a la llama.

Pocos habían tocado ese fuego sin quemarse. Y la verdad era que, yo no quería quemarme.

Mientras observara a aquel chico de ésta forma, mientras admirara aquella flama desde lejos; nada me sucedería.

No me quemaría.

Pero… en ésta historia, yo no decidí eso.

Y es que justo el día siguiente en que me dije a mi mismo que nunca le hablaría a Min Yoongi en mi vida, él se acercó a mí. Como un gato siendo atraído por el dolor de una persona.

— Disculpa, llegué tarde, ¿Puedo sentarme aquí? —. Fue lo primero que le escuché decir, que estuviera dirigido directamente para mí.

— Oh… —. Murmuré confundido. — Claro —.

Yoonseok One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora