Yoonseok One Shots

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Título: Calm your heartbeat

Resumen: Segunda parte de Calm tour heart

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Ese extraño ritual continuó por algunos días. Y luego una semana. Y luego dos.

Cuando Yoongi se sentía estresado, o cuando simplemente fingía estar estresado, Hoseok lo guiaba al mismo lugar de siempre y hacían lo mismo.

Era bueno para Yoongi. Sentir la cálida piel del menor entre sus manos, probar sus dulces labios y sentir la calidez que tenía que ofrecerle. Aunque había algo que aún no lo tenía satisfecho.

Algo lo mantenía intranquilo.

Su deseo, se había convertido en una lluvia descontrolada. Había comenzado poco a poco, como una llovizna. Pero ahora… comenzaba a empeorar, y Yoongi no sabía qué hacer al respecto.

— Hyung, ¿Estás bien? —. Murmuró Hoseok confundido. — Hoy… estás raro —.

— Estoy bien —.

Quería tocarlo. Quería tocarlo.

No era suficiente.

Sus manos se colaron dentro de la camisa del menor, levantándola levemente. Podía sentir la piel del menor contra sus manos. Era cálida y suave.

Hoseok se mordió el labio inferior, y cerró los ojos con fuerza.

«No, no hagas eso»

Los besos de Yoongi bajaron por el cuello de Hoseok, hasta su clavícula. Podía sentir a Hoseok temblar bajo su agarre, y eso lo hacía sentir peor que antes.

Su deseo, su necesidad, sus ganas de tener a Hoseok junto a él eran interminables. Quería besarlo, tocarlo, siempre.

Pero… había algo malo.

— H-Hyung, detente —. Jadeó Hoseok, apartando la mano de Yoongi sobre su abdomen. La mano del mayor comenzó a descender hasta el pantalón del chico. — Detente —. Repitió, con ojos llorosos.

«No sólo quiero su cuerpo… yo… quiero a Hoseok»

Su mano se coló dentro del pantalón de Hoseok.

— ¡Dije que te detengas! —. Gritó Hoseok, empujando a Yoongi lejos de su cuerpo. Su rostro estaba sonrojado, y lágrimas corrían por sus mejillas.

Hoseok lo miró dudoso, y antes de que Yoongi pudiera hacer algo al respecto, Hoseok corrió lejos de ahí.

«No. No de nuevo. No puedes hacer ésto»

*****

El día siguiente tenía el clima de la misma forma de la que Yoongi se sentía.

Gris, con nubes grises y grandes que cubrían el cielo como una sombrilla que cubría el sol.

Hoy no había práctica, así que tenían el día libre. Yoongi decidió salir a dar una caminata, para despejar su mente.

— Yoongi hyung —.

Hoseok lo miró con expresión avergonzada, y una pequeña sonrisa en sus labios.

Yoongi nunca entendió cómo era que un chico como él podría existir en ese mundo tan horrible. Sus intenciones eran tan amables, y tan consideradas sobre las otras personas.

Yoongi siempre había sentido la necesidad de cuidarlo.

Quién diría que él sería el que lo heriría.

— ¿Hoseok? ¿Qué haces aquí? —. Yoongi ocultó sus manos en sus bolsillos y bajó la vista.

— No tenemos práctica hoy, así que iba a correr un rato —. Sonrió él.