Yoonseok One Shots

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Título: Mad

Resumen: Estar enfadado con Jung Hoseok es un martirio.

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Estar enfadado con Jung Hoseok era un martirio.

No tenía nada que ver con que Yoongi tuviera que hacer todo por sí mismo (hacer la comida, limpiar, hacer su tarea sólo), era más el incómodo momento entre ambos al estar en la misma habitación.

Yoongi odiaba pelear con Hoseok, pero había momentos en que lo hacían. Y uno de ellos fue exactamente la semana pasada, cuando Yoongi llegó a casa con una noticia.

Yoongi recordaba haber llegado ese día, con su mano entrelazada con la de su ahora nueva novia. Esa chica le había confesado su amor desde hace semanas, y en realidad Yoongi no había tenido el corazón para rechazarla, por lo que decidió que sería mejor conocer a la chica.

Resultó ser una chica agradable. No era que estuviera enamorado de ella ni nada, pero estaría dispuesto a intentarlo.

Se sentía un poco mal por la chica, pues ella estaba muy emocionada al respecto.

Yoongi, por el contrario, sólo esperaba que esa relación no terminara como las otras.

Y ahora se encontraba sólo nuevamente en la sala del departamento que él y Hoseok compartían. Mirando un programa que intentaba ser divertido.

– Yoongi –. La voz de Hoseok le llamó la atención, haciéndolo voltear de inmediato. No era muy común que Hoseok le llamara últimamente.

– ¿Qué sucede? –. Trató de no sonar preocupado, pero el rostro de Hoseok le decía que estaba triste.

– Y-Yo… voy a mudarme un tiempo con Jin hyung, espero no tengas problemas –.

Y ahí fue cuando Yoongi se dió cuenta de la maleta que descansaba a un lado de Hoseok. Era bastante grande para sólo unos días.

– ¿Qué? Espera... ¿esto es por la pelea? Hemos tenido varias, Hobi, y siempr-

– No es por la pelea Yoongi –. Le cortó Hoseok. Cerró los ojos y respiró hondo. – Sólo no puedo estar aquí ahora ¿si? –.

Yoongi quería pedirle que se quedará. Que haría todo lo que el menor dijera. Pero cuando vio al menor cruzar la puerta, y cerrarla detrás de él, lo único que pudo hacer fue lo que no hacía hace mucho.

Llorar.

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Decir que los días eran normales sería una mentira.

Los días sin Hoseok eran más que un martirio para Yoongi. Eran sufrimiento, dolor, y más que nada, tristeza. Extrañaba mucho al menor, y durante todo el día lo único en que podía pensar era en cuándo volvería.

– Yoongi-ah, te ves muy distraído últimamente –. Habló la chica a su lado, poniendo su mano en la pierna de Yoongi tratando de consolarlo.

Yoongi sólo suspiró y apartó la mano de su pierna.

– No creo que esto esté funcionando –.

Ahí está. Lo había dicho. Lo que pensaba desde que conoció a aquella chica que era divertida, pero para nada el tipo de Yoongi.

La chica suspiró, y miró a Yoongi con una pequeña sonrisa.

– ¿En serio lo extrañas tanto? –.

– ¿Eh? –.

– No, nada… bien, espero que todo salga bien para ti –. La chica se levantó, y se marchó del departamento, dejando a Yoongi visiblemente confundido.