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Título: A little crush

Resumen: Yoongi tenía un crush con Jung Hoseok. Así que decidió confesarse.

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— Lo estás haciendo de nuevo —. Gruñó Jin, con una mueca de asco.

— ¿Qué? —.

— Esa expresión​ —. Jin le dió un sorbo a su bebida. Suspiró, y miró a Yoongi con un pedazo de zanahoria en la mano. — Ese rostro bobo que pones, cada vez que ves a Hoseok por mucho tiempo. Detente —.

Yoongi arrugó la nariz, desviando su vista hacia su amigo. Jin lo miraba con ojos sospechosos. Hacía eso algunas veces cuando Jin pensaba algo sobre Yoongi, y no sabía si decirlo o no.

— No lo hago —.

Jin bufó, mientras seguía comiendo. Yoongi volvió a su tarea de observar a Jung Hoseok.

El chico estaba mesas adelante de donde estaban Yoongi y Jin. Estaba con sus amigos, los "populares" (o así les llamaba Yoongi). Eran chicos que Yoongi conocía solo de vista, y porque eran muy conocidos en la escuela.

No eran los típicos idiotas populares que amaban ir a fiestas, embriagarse y tener chicas a montones. Eran otro tipo de populares, que todo el mundo amaba simplemente porque era difícil odiarlos.

El chico de grandes ojos era Jeongguk, un chico de recién ingreso que había vuelto de Los Ángeles, por un intercambio escolar. A su lado, estaba Jimin; un chico de sonrisa angelical y ojos pequeños, que era conocido por ser uno de los más tiernos de toda la escuela (para Yoongi, no había nadie más lindo que Jung Hoseok). Y finalmente estaba Taehyung; un chico alto y de ojos profundos, que era conocido por su sonrisa cuadrada y única personalidad.

Y Jung Hoseok era otra cosa. Era un chico excepcional, talentoso, amable y muy tierno. Ayudaba a quienes lo necesitaran, y siempre era muy amable con sus amigos. Se preocupaba por sus amigos y siempre trataba de hacer felices a todos.

Yoongi sabía que a veces el menor no era puras sonrisas y risas. Había días, en donde Hoseok usaba una gorra negra, para cubrir sus ojos. Y Yoongi odiaba los días en que Hoseok llevaba la gorra negra, porque sabía que significaba que el menor tenía un mal día.

— Es enserio. Detente. Estoy a punto de vomitar por todo el amor que irradia tu cara —. Jin le lanzó un trozo de zanahoria, y Yoongi frunció el ceño, apartando el trozo que había quedado atorado entre su ropa.

— Está bien, ya no lo miraré —. Suspiró Yoongi, concentrándose en su comida. No tenía hambre, pero Jin siempre lo obligaba a comer hasta el último pedazo del plato.

— Tal vez deberías confesarte —. Murmuró. — Ya sabes, las vacaciones llegarán pronto, y… —. Jin se mordió el labio inferior.

— Si, lo sé —. Murmuró Yoongi. Sintió el calor en sus mejillas.

Sabía que pronto acabaría el año, y no era como si no fuera a ver a Hoseok de nuevo, porque se verían de nuevo en la Universidad (ya que Yoongi sabía que Hoseok estudiaría en una academia de artes, al igual que él). Pero ya no lo vería con tanta frecuencia que de costumbre.

Y si quería confesarse, debía ser pronto, o nunca.

Yoongi miró levemente al menor de nuevo, encontrándose con la mirada del contrario sobre él. Abrió los ojos sorprendidos, y volvió la vista a su comida.

— Entonces, ¿planeas hacerlo? —. Jin miró a Yoongi, totalmente ajeno de lo que pasaba con él. — Digo, han sido bastantes años desde que te gusta —. Jin mordió una rodaja de pepino. — Desde, hace… ¿tres años? —.

Yoonseok One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora