Yoonseok One Shots

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Título: My heart is a stereo, and beats for you so listen close

Resúmen: Yoongi encuentra a su musa

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— Min Yoongi, debes apartarte de esa computadora antes de que te quedes ciego —. Regañó Seokjin, con el ceño fruncido y con su teléfono en la mano.

Gruñí en respuesta.

Primero que nada, quiero presentarme. Mi nombre es Min Yoongi, y tengo 20 años de edad. Soy compositor, aunque no lo parezca, pues he estado frente a la computadora por unas dos o tres horas… masomenos.

Miré a Seokjin, que me observaba con el ceño fruncido, y con mirada desaprobadora. Parecía mi madre, cuando comía cereales a pesar de que eran las 2 de la tarde.

Seokjin era mi compañero de cuarto. Ambos estudiamos en el mismo Academia de Artes, y estamos en el departamento de Música. Nos conocimos aproximadamente cuando yo tenía 18, y había llegado a la academia con el pensamiento de que mi música cambiaría al mundo y que sería uno de los más brillantes alumnos del colegio. Pero Seokjin fue el primero en bajarme de mi nube rosa, y me dijo que eso no era posible.

Después de una semana, comprendí que Seokjin no lo decía simplemente para molestar. Había mucha gente en esa academia que era sumamente talentosa, y merecía mucho más de lo que recibían ahí.

Uno de ellos, era Kim Namjoon. Un chico que había conocido durante mi clase de composición. Ese chico es asombroso. Podía crear la letra de una canción en segundos, y aunque la mayoría de sus canciones hablaban sobre rebeldía contra el mundo y sobre el problema con la sociedad, eran bastante buenas. Nos hicimos amigos inmediatamente, y comenzamos a componer juntos.

Pero Seokjin lo odió enseguida, por lo que me prohibió traerlo al cuarto. Había dicho algo como "Ese chico habla puras tonteras, no quiero verlo por aquí".

Realmente apreciaba a Namjoon, pero Seokjin era el que ponía las reglas en el cuarto. Y realmente no quería conocerlo cuando estaba molesto.

— Está bien —. Murmuré de vuelta cuando Seokjin volvió a mirarme de forma acusadora. A veces realmente me preguntaba qué era lo que en verdad ocurría en su mente. Seguramente eran pensamientos de adulto.

— ¿No has logrado escribir nada aún? —. Preguntó Seokjin, con una mirada más suave que la de antes. Sabía que estaba preocupado, y en realidad apreciaba que se preocupara. Solo que a veces se preocupaba demasiado.

— No, aún no —.

Déjenme decirles algo sobre ser compositor. Un compositor, al igual que un escritor, puede tener miles de ideas geniales y únicas que a la gente le parece asombrosas. Pero conforme va avanzando, esas ideas se vuelven repetitivas, y llega un momento en que sucede lo más terrible que puede ocurrirle a un compositor o escritor: el bloqueo.

— No te preocupes, estoy seguro de que lo superarás pronto. Sólo debes despejar tu mente, salir un poco, y todo estará bien. Ya lo verás —. Jin me sonrió, y realmente me recordó a una madre alentando a su hijo. Fue algo realmente perturbador, para ser honestos. Si Jin fuera mi madre, probablemente seguiría estudiando leyes como mi padre me recomendó.

— Gracias —. Murmuré sin poderme quitar el pensamiento de Jin, como una madre.

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Una de las cosas que realmente odiaba en toda la vida eran los Lunes en la mañana. Era realmente injusto que mis clases durante todo el resto de la semana sean a partir de las 3PM, y que sólo el día Lunes tenga la clase de Composición y Música II justo a las 8 AM.