Capítulo 24.

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Bills.

Los días iban pasando y con ellos la falta de aquella saiyajin llamada ___ por palacio se hacía cada vez más latente.

Intenté descansar durante esos cinco días pero me resultaba completamente imposible, no podía sacar a esa muchacha de mi mente, aún no comprendo la razón pero cada vez pienso más en las palabras del pez oráculo.

Aunque realmente suena como una completa estupidez pues yo soy una deidad y ella una criatura más de mi inmenso universo, ¿cómo iba a enamorarme de ella?

Sin aviso alguno a mi mente llegaron imágenes de aquella vez en que ambos nos encontrábamos contra la pared besándonos con tanta intensidad.

La textura de sus labios, tan dulces y suaves me hacían estremecer, el rozar su piel, tan suave y delicada me hacia temblar con solo recordarlo y es que pienso que ella es mi punto débil.

Sin darme cuenta mi miembro se había puesto duro de nuevo con tan solo recordarlo, fue demasiado intenso.

Tras ocuparme de ese pequeño "problemilla" y finalizar mi higiene diaria salí de mis aposentos ya vestido en busca de Wiss.

A decir verdad él también está algo raro, cuando ___ se fue parecía realmente enfadado, a mí no me importó que se fuera en lo más mínimo pues sabía que iba a volver, lo que no me gusta es tener que esperar para ver sus hermosos ojos de nuevo.

Bufé, llevaba alrededor de quince minutos caminando y aún no había encontrado a mi asistente, ¿dónde se ha metido?

–¡Wiss! ¡Wiss! –le llamé ya cansado de la situación, este no tardó mucho en aparecer.

–¿Me llamaba mi señor? –preguntó apareciendo y mirándome dudoso.

–Tenemos que ir por esos tres a la Tierra y los demás participantes así que prepara el cubo, es hora de irnos –respondí sin darle mucha importancia.

Este solo asintió acatando mis órdenes sin queja alguna, mientras él se mantenía ocupado decidí ir a comer algo, mi estómago ardía por la falta de alimento.

❖ 

Después de un delicioso desayuno el cubo estaba ya listo para ir a la Tierra por los peleadores que representaran a mi universo y sus familiares.

Entré en el transporte y mi ángel se colocó sobre él dando comienzo al viaje, un viaje aburridamente largo, sin duda es más divertido viajar con ___ ya que si me aburro puedo molestarla a ella.

Tras treinta y cinco minutos de viaje llegamos al planeta lleno de deliciosas comidas, aterrizando en el jardín de la casa de Bulma donde ya se encontraban todos esperando nuestra llegada, todos menos Goku, Vegeta y ___...

–Hola a todos –saludó Wiss bajando de la parte superior del cubo.

Salí del interior de cubo y todos me saludaron al igual que a Wiss pero sin embargo ninguno de sus saludos me interesaba, me sentía... ¿Triste? Al no ver a la saiyajin allí.

Mi asistente había iniciado una conversación bastante animada con la dueña de la enorme casa pero ninguna de sus palabras eran entendidas por mí, les oía hablar, pero no escuchaba que decían pues estaba demasiado sumido en mis tontos pesares.

–No te preocupes por Vegeta, Goku y la otra muchacha están los tres entrenando en la habitación del tiempo, llegarán en cualquier momento –Dijo la peliazul desinteresadamente.

Eso fue lo único que pude entender, me molestaba que se refiriera a ___ de esa forma y creo que a mi asistente también pues su ceño se frunció nada más oírla.

Iba a hablar para preguntar el tiempo que tardaría en llegar, no me fio ni un pelo de Vegeta cuando se trata de ___ pero la llegada inesperada de estos tres impidió que realizara mi pregunta.

–¡Hola! –espetó la voz de Goku tras nosotros.

Me giré en un movimiento un poco brusco e involuntariamente mi vista se posó en la saiyajin que se encontraba junto a ellos dos.

Su ropa estaban bastante destrozada, dejando ver grandes trozos de piel dejando muy poco a la imaginación, aunque me sorprendió mucho que ninguna de sus partes privadas no sobresaliera porque recalco, su ropa estaba bastante destrozada.

Mis mejillas se tornaron levemente sonrojadas al imaginarme a la saiyajin completamente desnuda, agité mi cabeza con un poco de brusquedad al darme cuenta de que me había quedado observándola detenidamente.

–¡Por Kami-sama! ¿¡Se puede saber qué diablos habéis estado haciendo!? –espetó Bulma al verlos a los tres, ___ no era la única con la ropa destrozada y además los saiyajins machos llevaban una gran barba. –¡Apestáis! ¡Iros a bañaros de inmediato!

–Espera Bulma, no hay tiempo para ello, dame un segundo –dijo mi asistente golpeando el suelo con su cetro varias veces haciendo quedar como nuevos a ese trío de guerreros.

La muchacha no dijo nada, no nos miraba ni a mi asistente, ni a mí, parecía que nos ignoraba y aquello me hacía sentir un tanto enfadado, ¿le habrá molestado lo que hice? Cuando estaba contra la pared no parecía molestarle tanto.

Suspiré y entré al cubículo seguido por los saiyajins y la mujer del príncipe de estos, nos esperaba un largo viaje...

Wiss se colocó sobre el vehículo y el camino hacia el planeta sin nombre comenzó, no tenía ganas algunas de ver a mi hermano pero es lo que acordamos, sabía que con mi equipo íbamos sobrados, teniendo a esos tres guerreros ganaríamos fijo.

Todos parecían estar disfrutando el ambiente que se había formado en el cubículo, incluso habían montado una especie de barbacoa, yo me mantuve al margen de todo ese espectáculo, sentado en una esquina bastante alejada del resto de las personas con la espalda apoyada en la pared y las rodillas a la altura del pecho.

Suspiré, mi mente no podía dejar de pensar en que estaba siendo ignorada por la saiyajin que cautivaba mi corazón de manera sobrenatural.

Mis ojos se cerraron mientras mi cabeza se apoyaba contra el vidrio del vehículo recordando nuevamente la suavidad de su piel, sus profundos suspiros, sus gemidos ahogados, sus carnosos labios...

¡Agh, diablos! Si sigo pensando en eso acabaré teniendo una erección de nuevo y esta vez no podré arreglarlo estando delante de toda esta gente.

Tomé aire por la nariz y lo expulsé por la boca en un largo suspiro, me estoy volviendo loco, loco por ella.

–¿Señor Bills...?

Una canción a piano. [Bills x Tn vs Wiss x Tn]Where stories live. Discover now