Una canción a piano. [Bills x Tn vs Wiss x Tn]

Capítulo 21.

Tu nombre.

Mis dedos viajaban entre las teclas del piano dando paso al sonido que este producía, esta canción no era una de mis favoritas pero aún así decidí tocarla pues para Wiss "Für Elise" de Beethoven es una melodía celestial.

Él se encontraba en la cocina haciendo el almuerzo, me ofrecí a ayudarle pero este se negó por lo que sin nada mejor que hacer decidí tocar el piano.

Tan sumida en la melodía me encontraba que tardé varios minutos en darme cuenta de que Wiss estaba a mi lado observándome tocar, ¿cuánto llevaba ahí?

–Señorita ___ –dijo llamando mi atención.

–¿Sí? –pregunté a modo de respuesta.

–La he estado llamando pero al parecer no me ha escuchado debido al sonido del piano –explicó. –Me gustaría pedirle un favor.

–Dime –respondí sonriendo.

–¿Podría ir a la bodega y traerme un paquete de azúcar y otro de harina? Iría yo mismo pero debo controlar el fuego –dijo, al parecer no le gustaba pedir cosas porque se le veía un poco incómodo.

–Claro, no hay problema, iré en un segundo –respondí levantándome de mi asiento frente al piano.

Sin más que decir caminé hacia la puerta del salón directa a la bodega, gracias a Wiss ya conocía casi por completo el castillo y perderme ya no era una opción.

Caminé de pasillo en pasillo mientras los minutos pasaban, este lugar es innecesariamente grande, aún lo sigo pensando.

Estaba a punto de abrir la puerta de la bodega cuando una mano tomó mi muñeca con algo de fuerza y en un rápido movimiento estaba acorralada entre la pared del pasillo y el dios de la destrucción.

Me quedé observándolo completamente sorprendida, ¿qué está pasando? Su rostro estaba muy cerca del mío y sus manos tomaban mis muñecas colocándolas a ambos lados de mi cabeza con algo de fuerza.

–¿Qué...? –intenté hablar pero mis labios fueron silenciados al ser sellados contra los del dios.

Mis ojos se abrieron como platos, ahora si que no entiendo nada, quería soltarme y alejarlo pero por alguna extraña razón le correspondí, en el fondo no quería que parase, desde que lo conozco algo en él me atrae pero no sé de que se trata exactamente.

Nuestras lenguas jugaban de forma lujuriosa intentando ganar el control y así se mantuvieron durante casi un minuto pero ambos necesitábamos respirar por lo que nos separamos unos instantes quedando unidos por un fino hilo de saliva para volver a besarnos de la misma forma.

Mis ojos estaban cerrados y los suyos también, solo el tacto nos unía, el tacto de sus manos agarrando mis muñecas con la misma fuerza que al principio o incluso más y el de sus labios que al igual que su cuerpo estaban pegados a mí.

Tomó mis dos muñecas con solo su mano derecha mientras que con la izquierda tomaba mi pierna derecha y la colocaba en su cintura permitiéndole así pegarse más a mí.

Su boca se separó de la mía y comenzó a bajar por mi cuello besándolo y dejándome alguna que otra marca con sus suaves mordidas y besos húmedos provocando que de mis labios se escaparan algunos cuantos gemidos suaves y suspiros.