Epílogo

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END

Bien se dice que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

¿Quién fue el imbecil que se puso a pensar en eso y tuvo mucha razón?

Me siento abrumado, cansado, veo a Hanna que mira las tres lapidas y sonríe. Tratando de decirme.

"Todo estará bien papi, siempre estaremos juntos"

Me inclino y dejó las flores, me siento un poco nostálgico, no creí que me afectara. Soy de corazón duro. Pero es to sin duda alguna, fue una ventura muy intensa.

Hanna trata de caminar y yo la atrapó cuando se doblan sus inexpertas piernas.

Ya ha crecido, su cabello le llega a los hombros. Sus dientes comienzan a salir. Su actitud sí que es fuerte. Pues solo ella entiende lo que dice o balbucea a Gray. Incluso frunce su ceño y ponen su bracitos en su cintura. Como si lo regalara o se quejara.

Tiene el carácter de su madre y mío.

Demonios, quiero verla.

Mi pecho se estruja recordando lo que hace un año había pasado.

Ver a Lucy junto con Sancrow hicieron realidad mis peores pesadillas.

Empapados de sangre, el valor de Lucy al protegerme.

Me maldigo.

Cierro los ojos y saco mi celular. Veo que son las Díez de la noche. Me levanto y sonrío.

Gracias hijo, Meredy, Makarov. Gracias por estar con nosotros. Gracias por habernos conocido.

Les agradezco infinitamente.

Cargo a Hanna y desde el ventanal, veo a todos los chicos jugar y gritar por un maldito videojuego. Pero también observo la sonrisa hermosa de mi Lucy.

Mi mente viaja a ese día, casi no la libra, incluso Sancrow. Gracias a Levy, Gajeel y Laxus hicieron lo imposible por salvarlos.

Pero creo que Sancrow quedó más idiota de lo que está.

Lucy duró dos semanas en coma inducido. Sancrow fue las tranquilo. Pero ese imbecil no me importa.

Me río. Seguro que si hubiera muerto, un lagrima si le hubiera dedicado.

Mientras que con Lucy, me hubiera vuelto loco.

Veo su cuerpo y de inmediato me pongo duro. Mierda, esta noche quiero jugar.

—¿Visitando a nuestros amigos?— asiento y toma a Hanna en sus brazos mientras que yo la abrazo de la cintura. Y comienzo a restregarme. Me aparto un poco y le suelto un buen azote que hace que todos miren hacia nosotros.

—Señores, tengan un poco de respeto, no la verdad no, creo que la palabra correcta sería que tengan tantita madre, tienen a Hanna en brazos y empiezan de cogelones. ¡Ay! Diosito, ayúdalos— dice Sancrow mientras que los demás juegan.

Lucy.

—Muy bien cabeza de Navo, cuidaras a mi hija mientras yo hago gritar a mi mujer, ¿te parece?— Dice Natsu mientras le entrega a la niña. Natsu me empuja hacia las escaleras y me sube corriendo. Llegamos a la habitación y su mirada me hace sentir tremendamente sensual. No se acerca, pero yo, bajo cada tirante de mi vestido blanco corto. El traga saliva cuando observa que no tengo ropa interior.

He estado sin ropa todo el día. Y sé que eso lo excita a morir.

Me siento en la cama y abro mis piernas para el, veo como lame sus labios y se avienta. Su cabeza justo en medio de mis piernas. Siento su lengua recorrer cada parte de mí y jadeo, comienza a acariciar mis pliegues y yo vuelvo a jadear.

Mis ultimas palabras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora