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Tome la caja con cuidado mientras que Juvia me observaba con atención.
—Hace mucho tiempo, Natsu conoció a Gildarts un bastardo con bastante suerte y contactos. Te puedo decir que al menos el noventa por ciento del planeta tiene una huella de el. Ha viajado a muchos lugares. Aproximadamente encontró a su hija legítima apenas cinco años. No se llevaban muy bien en ese entonces, pero Gildarts supo ganarse a Cana. Esa chica tiene la misma suerte que su padre. Bien dicen que "hierba mala nunca muere".
La caja se abre y se encuentran apiladas muchas cartas. Las apartó y veo al fondo de ella. Una llave. ¿Qué mierda tiene que ver una llave?
—Alberona es una perra. No tuvo la decencia de al menos darnos una pista.
Revise las cartas y sonreí.
—Esa perra tiene la suerte de mundo. Cuando la vea tengo que darle algo a cambio.
En cada hoja se encontraban las ubicaciones de cada base enemiga. De cada nombre de los integrantes de la organización. Cada habilidad. ¿Cómo lo hizo?
—Hija de perra— dijo Juvia sonriendo.
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Me encontraba en mi habitación mirando cada una de las cartas de Natsu, junto con cada carta de Alberona. La llave colgaba en mi cuello. Era una llave antigua parecida a las llaves que abrían cofres.
Mi vista se percató de algo muy sorprendente.
Loke León.
Seudónimo: Leo
Sexo: M
Enfermedades: Asma crónica.
Trabajo: Propietario de orfanato y asilo al sur de la ciudad.
—Patético.— observó la foto de él en la hoja. Su cabello rebelde puntiagudo, y unos lentes de sol que lo hacen ver ridiculo.
Sigo revisando los papeles cuando observó algo jodidamente imposible.
Natsu Dragneel.
Seudónimo: Salamander.
Enfermedades: Mareos crónicos.
Trabajo: Bibliotecario.
—¿Qué mierda? — me pregunto mientras observo una foto de él.
Esto no es verdad. El no podría estar ahí.
Unos golpes en la puerta hacen que voltee hacia ella. La mirada pálida de Laxus me hace sudar.
—Lucy, tienes que ver esto.
Salgo de la habitación mientras que mis nervios me comen viva. Prendo toda la atención en la televisión. Cientos de atentados ocurren en todo el mundo. En puntos específicos que mi mente relaciona con la información recibida de Cana.
Un silencio abrumador se torna, mientras que es interrumpido con el pitido de un celular.
Observo como Juvia toma su móvil. Y contesta. Su mirada se palidece y sonrie.
Me pasa el teléfono y lo colocó en mi oreja derecha.
—Te dejo a Loke, Gildarts te quiere conocer. Pronto te veré Señora Dragneel.
Un click me hace reaccionar.
—Alberona, dime ¿Por qué mierda aparece Natsu en la información de enemigos?
Escucho como bufa.
—Sí tú que eres su mujer no lo sabes, ¿qué tengo que saber yo?
El alma se me cae a suelo.
Natsu me está ocultando algo muy, pero muy importante.
