De repente apareció Juvia cubierta de sangre y una rajada en el brazo.
—Fue esta perra. Casi le entierra el cuchillo a Lucy, en el vientre.
Mi sangre hirvió.
Sin respirar, di una fuerte patada al abdomen de Flare. Me le tire encima y todo mi infierno regreso.
La tome del cabello fuertemente, haciendo que gritara de dolor.
—Eres una hija de perra. ¿Cómo te atreviste? ¿Sabías que si le hacías algo vendría? ¿Verdad?
Le grite soltándole una puñetazo en la cara.
—¡Suéltame Dragneel! Ahora se por una vez en tu vida un hombre y peleemos. Hasta que te haga caer.
Tome su cabeza y comencé a azotarla contra el piso.
—¿Quieres que te mate? ¿Quieres ver tu sangre correr por tu piel, gota tras gota? ¿Crees que me vas a ver caer con tus juegos baratos? ¿Eres estupida?
—El único estupido aquí eres tú.
Escupió sangre mientras sus ojos se ponían cristalinos.
—¿Porque mierda lo hiciste?
Grite hirviendo de rabia.
—Loki...
Enseguida quedo dormida.
—Laxus, llévatela, Juvia necesito que me cuentes todo.
Cubierto de sangre, tome a Lucy quien estaba junto a Juvia. La cargue y me dirigí a la habitación.
—Cuéntame todo por favor.
Desvestí a Lucy para revisar su cuerpo de cualquier herida. Se encontraba bien. Solo un corte en su cadera. No era nada de qué preocuparse.
—Hace un rato, estábamos en el balcón platicando, solas las dos. Lucy vio un flash. Le hice burla pero quede con el pendiente. Me metí primero y ella se quedo afuera. Fui a la sala de seguridad. Y me di cuenta que habían desactivado el sistema y este se encontraba en silencio. Vi la cámara del balcón donde estaba Lucy, y la vi. Era Flare. Active el sistema por si alguien mas venía con ella. Salí y las vi entrar en la sala. Laxus estaba leyendo. Lucy le hablo y el palideció. Lucy saco su daga sin aue se diera cuenta Flare. Ella se dio cuenta y comenzaron a forcejear, escuche el grito de Lucy y me aventé contra Flare. Laxus te llamo. Como pude le quite todas las armas y la dejamos como la encontraste. Lucy cambio. Jamás la había visto así. Estaba desquiciada. Me erizó la piel.
—Excelente historia. Y que fiera tu mujer Natsu.
Enseguida me pare y lance una navaja a esa dirección.
—¡Mis reflejos son buenos, si no me muevo, me matas hombre!
Era Sancrow.
—Juvia, él es Sancrow un buen amigo. Sancrow, ella es Juvia.
Asintieron con la cabeza los dos.
—¡Qué bella es tu mujer! ¿Dónde está Flare?
—Juvia llévalo con Laxus.
Enseguida salieron de la habitación dejándome solo con una Lucy dormida.
Su piel tenía alguna marca roja, supongo de algún golpe. Me acerqué a ella, y en menos de una milésima de segundo tenía el filo de una pequeña cuchilla bastante filosa clavada en mi cuello.
—Acércate y te mato.
Sonreí.
—No creo que quieras matar al padre de tus hijos.
Cuando reaccionó sus ojos volvieron a ser los de antes. Lo de una Lucy calmada.
—Lo siento, ¡Lo siento!
Sentí como una gota de sangre escurría por mi torso.
—Peores cosas me han hecho.
No dijo nada, se abalanzó contra mi, hundiendo su cabeza en mi cuello ensangrentado. Su boca fue directo a la herida. Absorbiendo la sangre que brotaba. Ya era nada.
—¿Ya comiste mi preciosa vampiresa?
Sentí un golpe en mi pecho. Y reí.
—Tuve mucho miedo...
Suspiré.
—Al igual que tú, estaba cagandome del miedo.
