Capitulo 24

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Gray se quedo junto a mi a ver la escena.

Ni siquiera corrí para ver si era el. Su ahora ancha espalda me daba la bienvenida. Sus brazos estaban mas definidos, los musculosos se le marcaban mucho mas.

Tenia el cabello un poco mas largo, lo tenia desordenado.

Me acerque y mire a mi atacante, me acerque a el, pise la sangre encharcada y mire a los crucificados.

De reojo pude observar como una gran cicatriz enmarcaba el rostro de Natsu.

No quise hablar, por supuesto que sabe que me muero por darle la paliza de su vida.

––Saquen estas mierdas de aquí.–– dije sin voltear a ver a Natsu.

Que no crea el hijo de perra que iré a sus brazos como una puta doncella. ¡Que se joda!

Mire a Gray quien me veía sorprendido por mi actitud.

Nos dejo un año solas para sus estupideces, ni siquiera estuvo cuando Hanna nació.

Salí de la habitacional del terror y me fui hacia donde se encontraba Hanna. Levy la tenia en brazos junto con Gajeel quien tenia que soportar las pequeñas cachetadas que le daba mi niña.

Se la quite sin decir nada.

Camine fuera de la casa para poder pensar. Hanna se llevaba un mechones de mi cabello a su boquita y lo trataba de morder con sus casi dientes.

Fui hacia el columpio de madera que colgaba de un viejo árbol. Me senté y comencé a mecerme con cuidado de no tirar a Hanna quien reía de felicidad.

Hanna me abrazo y sus ojazos verdes me miraron y una sonrisa hermosa me regalo. Sus manitas tomaron mi cara acariciando la, sus ojos se achicaron y me dio un pequeñísimo beso en la punta de mi nariz.

Parecía que sabia la situación, su beso era un ¨Tranquila mami, todo va a salir bien.¨

––Hanna eres un monstruo roba corazones, el mío lo tienes en la Palma de tu mano.–– le dije mientras comenzaba a besar por toda la cara.

––¡Te comeré a besos, nena!–– comenzó a reír, sus ojos se desviaron hacia atrás.

––Y ¿a mí me comerás a besos?–– su voz tenía un toque más ronco, más ¿excitante?

––Lo único que tendrás de mi, será un escopeta metida en el culo. Idiota–– no voltee.

No lo merece. No debió de haberse incomunicado de la noche a la mañana.

No estuvo cuando Hanna nació, no estuvo cuando Acnologia fue a la casa de playa. Ni ayer cuando casi la matan.

¡Hijo de puta!

––¿Me odias?–– pregunto.

Ni siquiera quise contestar.

––Hanna tiene mis ojos, y el cabello es extraño.–– apreté mis puños con mucha fuerza.

No quiero hablar.

––Pero sacará tu belleza cuando sea grande. ¿Cómo has estado, Luce?––

Silencio.

––¿Qué tal el parto?––

Sigue y te voy a partir tu madre.

––¿Hanna nació rápido?––

Me rasgaron la vagina pinche idiota.

––Veo que estás muy comunicativa––

Claro, como tú pendejo.

––¿Has estado con alguien más?––

Vete a la mierda.

––¿Has cuidado bien de la niña?––

La niña tiene nombre, hijo de puta.

––¿Vas a estar así todo el día?––

Y hasta que me muera, puto.

––Bien––

Pues bien.

Escuche como se movía y quedo frente a mi.

Me quito a Hanna de los brazos y ella sonrió, sus bracitos se enredaron en el cabello largo de su papá.

––Otra vez tu, pequeña enana. La última vez que te vi estabas dormida chupandote tu dedo––

¿Qué?

––¿Le pegaste al malo, princesa?–– alce la mirada y Hanna río.

Por fin lo veía perfectamente.

Observe sus brazos marcados y mire la cicatriz de nuestra marca.

Miles de recuerdos llegaron a mi mente.

Alcé completamente la vista y pude ver dos pares de ojos verde musgo observarme.

––Hola preciosa. ––




N/a: Quiero  ver sus opiniones respecto al sentir de Lucy.  Los estaré leyendo.

Mis ultimas palabras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora