treinta y ocho; ¿Por qué?

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''No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia...'' Montesquieu.

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─Agg, mierda.

Óbito parpadeó un par de veces antes de despertar por completo debido a las quejas constantes de Tobirama. Y no era para menos, pues luego de ambos quedar desechos por el alcohol lo mínimo que podrían esperar esa mañana era un dolor de cabeza horrible y la fatiga de sus cuerpos.

Tobirama más fatigado que el azabache a decir verdad ¿Y cómo no? Si había bebido como un animal.

─Uchiha, tu le dices algo sobre esto a Izune y te destierro de Konoha, ─dijo entredientes, algo cabreado─ lo digo enserio.

El moreno soltó una risa burlona al escucharle y luego soltó un quejido debido a la punzada que sintió en su sien por reír, posando así su mano derecha enseguida en aquel lugar para apaciguar el dolor.

─Menuda resac...

Obito frenó sus palabras al instante, pues sus ojos al posarse tras el albino pudo notar como dos esferas lilas nadaban dentro de un florero y se removían entre sí.

Rinnegan.

Enseguida no pudo evitar el entrar en pánico frente a aquello y  a pesar del dolor en su cabeza se llevó ambas manos a la boca, bastante desesperado.

¿Cómo mierdas habían llegado ahí?

─Uchiha ─habló nuevamente el albino, con voz ronca hacia el azabache─ ¿Qué hora es? Se supone que hoy daría el aviso en anbu y... mierda, apaguen el sol que me quemo...

El moreno nuevamente soltó risas al oírle, pues, al parecer Tobirama no era tan aburrido u pesado como él pensaba. Incluso, le encontró más divertido que Hashirama en cuanto a chistes y ocurrencias. Aunque así fuese, las risas eran más de nervios que por otra cosa.

Tobirama no debía ver aquellos ojos.

El albino ignorando las risas de Óbito tiró su cabeza hacia atrás con frustración, cerrando así sus párpados para masajear sus sienes con los dedos. Entonces, el azabache sin otra alternativa se puso de pie con algo de nervios y bastante rapidez.

Debía aprovechar esa instancia de descuido.

Si Tobirama lograba ver aquellos rinnegan, era su fin y no quería arriesgarse.

─¿Cómo si quiera puedes pararte? Fueron cinco botellas... ─acotó el Hokage, sin abrir sus ojos mientras suspiraba.

─En realidad fueron diez, Tobirama... ─respondió, corriendo sigilosamente hacia el florero tras el Senju.

Necesitaba llevar esos ojos a su frasco original enseguida o se volvería loco por no hacerlo, pues podrían estropearse y él no quería eso.

Entonces, tragó saliva sin detener sus pasos debido a que los únicos recuerdos que tenía de la noche anterior eran bastante vagos y ninguno tenía indicios del rinnegan o, relacionado con ello y sintió escalofríos de tan solo pensar en que quizás que cosa habían hecho con aquellos ojos para que estuviesen allí.

UCHIHAS | +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora