Canción 18

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I'm telling you

I softly whisper

Tonight, tonight

You are my angel


—¡Feliz Noche Buena! —dijimos todos a la vez.

El veinticuatro de diciembre hicimos un programa especial en la radio. Por la tarde, todos los locutores nos reunimos; aunque algunos lo hicimos a través de nuestros teléfonos en altavoz. Percy y Marcos había trabajado muchísimo para que todos pudiésemos estar presentes, así fue.

Desde Capital estaban Guido, Percy, Marcos y Pato. Desde nuestros hogares en el interior estábamos Casiano, Guillermo, yoj. La única que brillaba por su ausencia era Marlene, quien aparentemente había dejado la radio luego del concierto.

—Bienvenidos al Especial Navideño de Radio Underground —anuncié con todo el espíritu festivo que me provocaba esta época del año. Aunque en este momento estuviera escondida en mi habitación con D'Artagnan con la excusa de que no me sentía bien mientras el resto de mi familia realizaba los preparativos para la cena navideña.

♥ ♥ ♥

El concierto fue un jueves. El viernes fue el último programa de Stereo Hearts antes de las vacaciones. Y ese sábado partimos para la casa de mis padres.

Temprano por la mañana, América y Rina fueron a buscarnos a Blanca, Olivia, Jesse, a mí y a mi pequeño hurón. Ambas quedaron un poco sorprendidas al enterarse de que yo tenía novio, pero no dijeron nada. Aunque durante el viaje en su combi que olía a las comidas de catering, mi hermana mayor no dejó de hacerle preguntas de todo tipo.

—Tomate esto como un ensayo porque mis padres podrían ser peor —le susurré a Jesse.

Luego de unas horas de viaje, llegamos a Villa General Belgrano, la ciudad que mis padres habían elegido como hogar luego de jubilarse. Y pude ver que Jesse tenía la misma expresión de sorpresa que yo. Este lugar nunca dejaba de fascinarme.

Al pie de las sierras, se encontraba una ciudad salida de un cuento de los hermanos Grimm. Casas, tiendas y bares de estilo alemán se alzaban a los lados de las calles. A las afueras, entre los bosques, corrían arroyos y hasta cascadas. Por su naturaleza, su arquitectura y espíritu festivo, Villa General Belgrano atraía cada año a miles de turistas en búsqueda de relax y diversión.

Con los ahorros de toda su vida, mi padre logró comprar un gran terreno a las afueras de la ciudad y levantó allí un pequeño complejo hotelero con pequeñas cabañas en vez de habitaciones y sector de camping. Cuando llegamos allí, fuimos directo a la cabaña mayor, nuestra casa.

En cuanto oyó el motor de la combi, Susy salió corriendo de la gran cabaña, llamando a los demás integrantes de la familia. Y rápidamente los Rossi estaban todos reunidos. Susy repartió abrazos para todos, mis hermanos pequeños nos preguntaron qué le llevamos, los mayores saludaron a Mer y Rina, y mi padre nos dio un torpe abrazo a cada una. América seguía siendo algo fría con él, pero mi padre no dejaba de intentarlo.

Entonces mi padre reparó en la presencia de Jesse.

—¿Él es el amigo que dijiste que nos acompañaría? —preguntó.

—Papá, Susy, les presento a Jesse Elliott, mi novio —dije usando el viejo apodo de Jesse.

—Mucho gusto —dijo Jesse extendiendo su mano hacia mi padre.

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