Canción 16

3.8K 570 175
                                    


And I don't want to miss a thing

I don't want to miss one smile

I don't want to miss one Kiss


El cartel se encendió como el de todas las noches, dando comienzo a un nuevo programa de Stereo Hearts. Todavía me asombraba que esta pequeña estación de radio se hubiera convertido en mi hogar y que este programa sería mi mayor orgullo. A mí, que me aterrorizaba la simple idea de pasar al frente en clases.

Y allí estaba esa noche, mientras sonaba una canción de Shawn Mendes, conversando con Guido y Renzo, quienes habían pasado a darle una gran noticia a Casiano.

—¿Consiguieron una presentación en Krakovia? ¡Eso es buenísimo! —exclamé al oírla también.

—Si. Aunque es una lástima que después de pelearla por meses consigamos el local justo cuando Pato no puede cantar —dijo Renzo, un poco desanimado.

Pato ya estaba recuperándose de a poco. Aunque por ahora podía moverse gracias a una silla de ruedas, el esfuerzo de cantar por unas horas sería demasiado para su pulmón dañado.

—¿No hay nadie que pueda reemplazarlo? —pregunté.

—Marlene solo puede hacer los coros y Cas no tiene tiempo para suficiente para ensayar como vocalista —respondió Renzo—. Y nosotros somos los mejores cantantes del mundo.

—No quiero ni pensar en hacer audiciones —dijo Guido revolviendo su brillante cabello rojo—. Pero una oportunidad así...

Nos quedamos un momento en silencio, como esperando un milagro.

Y entonces este llegó.

—Disculpen, pero ¿se encuentra Cele aquí? Se bolso en...

Todos nos quedamos mirando a Jesse parado en la puerta. Su pecho estaba algo agitado, como su departamento no quedaba lejos, lo más probable era que había corrido todo el camino.

—¡Che! Cele dijo que vos sabés cantar. ¿Es verdad? —exclamó Guido y sus ojos se encendieron.

—Eh... Sí.

—Sí. Todos te escuchamos en la fiesta de Pato —agregó Renzo, igual de emocionado que su compañero—. ¿Dónde aprendiste a cantar así?

—Mi compañía de teatro ha representado varios musicales —respondió Jesse algo intimidado por todas las miradas que lo acechaban.

—Musicales... Eso servirá. Elliott, ¿no? —dijo llamándolo por su apellido como todo lo hacían—. ¿Alguna vez soñaste con estar en una banda de rock?

—¿QUÉ? —gritamos Jesse, Casiano y yo a la vez.

—Patricio, nuestro vocalista, sigue mal. Seguramente te enteraste de lo que le pasó —prosiguió Guido. Jesse asintió—. La cosa es que tenemos una presentación en un local importante dentro de un mes, pero él no puede cantar todavía.

—Así que podrías reemplazarlo por esta vez —pidió Renzo, juntando sus manos y con su mejor carita de cachorrito.

—Te lo suplicamos —repitió Guido.

—Yo... Este... — Jesse me miró y yo no supe que más hacer que encogerme de hombros—. Está bien. ¿Por qué no? —respondió al final.

♥ ♥ ♥

Ese mismo fin de semana la banda tuvo su primer ensayo con su nuevo vocalista temporal.

Percy, Blanca y yo, como miembros del club de fans oficial, estábamos presentes para alentar a Jesse. Incluso la pequeña Olivia fue a acompañarnos, al igual que Pato y Cassidy. De alguna forma, todos logramos acomodarnos en el sector de los controles de la radio. Algunos en banquetas o en los viejos sillones floreados mientras el mate no dejaba de circular. Pato, en su silla de ruedas, había alzado a Oli y la hamacaba de atrás a adelante mientras ella fingía conducir un automóvil.

Las canciones de CelestinaWhere stories live. Discover now