Capítulo 8.

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¿Por qué lo estaba besando?, ¿qué haces _____?. Sus labios eran tan adictos, como el chocolate o algo aún mejor. Posé mis manos sobre su pecho y le dí un leve empujón. Él me miró con cara de pidiéndome más.

—Harry...yo, yo lo siento. -dije tocando mi frente.—Es mejor que vuelva a casa. Adiós.-  acomodé mi bolso de mi hombro.

—Hey... - dijo tomándome del brazo. —Tranquila...- dijo cerca de mi oído. —Me pareces una chica realmente hermosa, me gustaría conocerte mejor, y no sé...

Me quedé de piedra al oír eso salir de sus labios. Tomó entre sus manos mis mejillas y me besó cortamente. ¿Dónde había quedado el chico serio de aquella noche?.

—Vamos, te llevare a casa.- dijo tomando mi mano.

Nos montamos en su lujoso coche negro y partimos rumbo hacia mi casa. Yo veía por la ventana mientras Harry tarareaba una canción: Truly, Madly, Deeply. Mi vista estaba en la calles de Nueva York. Mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Harry, llamando toda mi atención. 

—Y dime _____...¿por qué nunca dijiste que eras de Nueva York?.- dijo Harry sin quitar la vista del camino.

—La verdad, no soy de Nueva York...Soy de Inglewood, California, pero me vine a vivir acá cuando tenía 6 años. - dije de una vez.

—Oh. - se limitó a decir.

Llegamos a casa, después de 5 minutos de camino, me bajé del coche, sin antes despedirme de Harry.

— Gracias, Harry. - dije besando su mejilla.—Te veo mañana, adiós.

—Adiós, pequeña.

Moriría ya.

Cerré la puerta del coche de Harry, y me dirigí a la entrada. Voltee hacía atrás y noté que Harry seguía viéndome, cada uno de los movimientos que hacía, él los analizaba. Subí el elevador hacía mi departamento. Tomé las llaves de casa y metí la llave en la cerradura. Entré y Maddie estaba sentada en la mesa del comedor con su iPad. Cerré la puerta y dejé mis cosas en el sofá. 

—Hola.- dije cuando estuve dentro del apartamento.

— Heeeey. -Maddie respondió sin quitar la vista de su iPad.— ¿Cómo te ha ido?.

—Bien. - dije omitiendo lo de la sesión y Harry.—¿Y a ti?

— El día fue algo pesado, pero no estuvo tan mal. Me iré a dormir, tengo mucho trabajo mañana, nos vemos. 

—Adiós Madd.

Me dirigí a mi habitación pensando en lo que había pasado. ¿A él le gustó?. Eso lo veré mañana.


Después de ponerme de pie de la cama tomé una ducha. Me puse unos jeans ajustados, una suéter lila, mis vans negros, peiné mi cabello en una coleta alta, me maquillé como lo hago diariamente y me fui. Busqué a Maddie por todos lados, pero no la encontré.Lo que encontré fue una nota pegada en la nevera.

"______ tuve que salir temprano de casa. Te veo en la noche.

                                              Te quiero. Maddie :) xx

Salí del apartamento rápido. Hoy sería la segunda sesión de tercera. Llegué al edificio y subí. En el camino me encontré con Kia.

-Hola ______.- dijo ella. —Matt quiere que vayas a cambiarte para tu próxima sesión.

-Gracias Kia.- me despedí amablemente.

Me dirigí a la sala de sesiones y mi ropa ya estaba lista. La tomé y me fui a cambiar. Cuando salí del probador me vi en el espejo y lo que traía puesto era... ¿bañador?. Era de dos piezas, la parte de arriba era color rosa con puntos blancos igual que la parte de abajo. Esto sería más incómodo que lo de ayer. Fui a que me maquillaran y peinaran, me peinaron con una media coleta y rizos en la parte de abajo, el maquillaje era muy natural. Salí de ahí y fui a la sala. Llegué primero que los chicos, que bueno. La sesión dijeron que seria fuera, en el jardín. Tuve que bajar al jardín y ya estaban los 5. Se veían mas jodidamente  que ayer. Cada uno dejaba ver sus tatuajes, excepto Niall. La mirada de Harry no se apartó de mi cuerpo.

-¡_______ estamos a punto de comenzar!.- Bryan, uno de los fotógrafos.

La sesión de fotos fue muy divertida, pero la foto más graciosa fue cuando Harry me tomó en sus brazos y los demás chicos lo veían enojados, eso fue super gracioso. Faltaban 2 fotos, pero fue interrumpida porque el móvil de Harry  comenzó a sonar. Alcance a notar en la pantalla que decía "Kendall". La sangre se me subió a la cabeza y Harry lo notó.


—Bien chicos, y ______, solo faltan 2 fotos.- dijo el fotógrafo.

Estaban a punto de tomar la foto cuando mi móvil comenzó a sonar, en la pantalla decía el nombre "Kendall". Resoplé por lo bajo y conteste.

—¿Hola?.- dije.

—¡Hazza, mi amor!. - dijo ella.— ¿Dónde estas?, ¿por qué se escuchan muchos voces?.

—Primero, te dije que dejaras de decirme "Hazza", en segundo no soy tu amor, y en tercero estoy en una sesión de fotos para Vogue.

—¿Estas con una chica?.- esta cabreada, lo notaba por su tono de voz. Perfecto.

—Sí, más hermosa que tu.- dije sin importancia a lo que ella dijera.

—Harry tu eres mío,  si te veo con otra chica...- dijo, pero la interrumpí.

—Kendall, no somos absolutamente nada, por lo tanto, tu no eres nadie para decirme que hacer.-  alcé un poco la voz, a lo que _____ volteó.

—¡Harry, te necesitamos con ______ y los chicos!.- dijo Bryan.

—¿Quién demonios es _______?.-  preguntó más enojada.

—Adiós.-  colgué la llamada.

Guardé mi móvil en mis bolsillos traseros y regresé a mi lugar anterior.


Dating with style(s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora