Capitulo 37

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Larimon despertó, vio hacia el techo por largo rato, aún no podía creer dos cosas: que había hecho el amor con Abrahel y que ella ya no podía recordarlo, aunque en cierta forma el ya lo veía venir. Se levantó de la cama y se cambio de ropas, el chico salió de su habitación y fue directo hacia el sonido de un violonchelo.

-¿te desperté?.-dijo la chica con un leve tono de preocupación.

-estoy bien, había despertado unos minutos antes ¿dormiste bien?.-el chico se sentó a un lado de Abrahel y su largo cabello sin amarrar llamó la atención de la chica.

-¿puedo?.-preguntó mientras se ponía de pie y se acercaba a él.

-¿por qué habría de negarme?.-contestó el chico mientras sonreía.

Abrahel comenzó a amarrar el cabello de Larimon, por un momento, la leve tensión que había entre ellos había desaparecido, y el corazón de Larimon comenzaba a agitarse.

-¿Abrahel?.-preguntó el chico en voz baja.

-¿si?.-contestó con una sonrisa Abrahel.

-¿tú sientes como si me hubieras visto en algún lado antes? ¿Como si me conocieras?

-bueno, no sabría cómo explicarlo, pero, la primera vez que te vi, sentí algo inexplicable en el pecho.-Abrahel se llevó la mano al lugar en donde solía estar su corazón.-pero, sigo sin entenderlo hasta ahora, pero no creo que necesite explicación ¿no?

-Larimon sintió una ligera melancolía ¿que hubiera pasado si él no hubiera muerto en el pasado? ¿Abrahel no hubiera perdido la memoria? ¿Ella hubiera soportado más humillaciones de sus hermanas sin vengarse?

-bueno, cabe decir que debería agradecerte, ahora puedo ir al mundo humano y alimentarme como una súcubo ¿no?.-la chica sonrío.- no lo había hecho porque, ya sabes , era virgen y eso...y no era porque considerara importante eso...es solo que no me animaba hacerlo, pero al menos te agradezco que fue contigo y no fue a la fuerza como le ha pasado a las demás súcubos.

-¿quieres ir al mundo humano un rato?.-preguntó el chico emocionando a Abrahel al instante.

-¡por supuesto! ¡Vamos!

Ambos chicos se fueron, mientras desde una ventana alguien los observaba: Satanás.

-creí que habías dejado ese mal hábito tuyo de sobre proteger a la pequeña Ángel.

-¿qué haces aquí Gabriel?.-preguntó Satanás con un leve tono de molestia.

-ya sabes, vine a ver qué tal iban las cosas por aquí, sabes que todos los extrañamos un poco allá arriba, sobre todo ya sabes quién te extraña más a ti...

-¿como ha estado?

-mmm, casi nadie lo ha visto desde tu partida, solo se le ve en la biblioteca y en el mirador, le gusta ver hacia el mundo humano, aún no le he dicho que vengo a visitarte, siento que se pondrá triste...

-yo también lo extraño, después de todo él es mi otra mitad...

-nuestro padre los creo al mismo tiempo, son algo parecido a unos gemelos, pero como sea, también quería hablarte de otra cosa.-Gabriel se acercó más hacia su hermano.

-¿qué pasa?.-contestó Satanás sin tomarle importancia.

-nuestro padre ya sabe de la existencia de Abrahel...quiere reclamarla.

-¿QUÉ?.-preguntó Satanás mientras la furia se apoderaba poco a poco de él.

-cálmate, te dije porque sabes que hasta cierto punto estoy de tu lado, en cuanto me enteré de esto vine a decirte, él no va a preguntarte si la quieres dar o no, va a tomarla, en cualquier momento, en cualquier lugar...

-ELLA ES MI HIJA, ¡NO DE ÉL! ELLA NISIQUIERA FUE CREADA, ¡¡¡ELLA NACIÓ!!!

-hermano, ella es un ángel, es descendencia directa tuya, Lilith es una sangre pura igual, y aunque no fue un Ángel, el simple hecho de que haya sido la primer "humana" hizo que el gen de la pequeña angel hubiera nacido puro, sin mancha...ella es un ángel, y sabes que no va a dejarla aquí si no ha pecado...

-ella ya asesinó...y cosas así, si, si...¿eso no la convierte en demonio ya?

-Ella no ha elegido un bando en el cual estar...y desde que ustedes cayeron, muchos han preferido no expresar su decisión...y sin saberlo, ya habíamos elegido.

Helga apareció de repente atrás de ellos, su mirada estaba en blanco, y no podía hablar, Satanás y Gabriel sabían que algo había pasado.

-Helga, ¡reacciona!.- ¿Abrahel dónde está?

-Él....él se la llevó ¡simplemente la arrebató de donde estaba!

Satanás se llenó de furia y soltó un grito que hizo que todo el infierno se estremeciera.

-hermano.-dijo Gabriel.-yo iré con ella ahora mismo, cuando despierte le diré que estará bien y le explicaré la situación, por favor, te pido que no vayas a causar un problema, ya sabes lo que puede llegar a pasar.

-¿y que se supone que haga? ¿Que me quede sin hacer nada? ¿Cruzado de brazos? ¿Mientras mi pequeña está allá? ¿Mientras le lavan el cerebro? ¡Ni pensarlo!

Satanás dejó la ira para sentir tristeza...

-yo me encargaré de que eso no suceda, sabes que, si no fuera por Miguel...

-si, lo sé, alguien de nosotros necesitaba cuidar de él, él no podía estar aquí abajo con los demás.

-¿Miguel?.-preguntó Helga.- él ha estado en la biblioteca leyendo, de hecho él estaba viendo hacia el mundo humano cuando pasó lo de Abrahel.

-¿y mi hija? ¿Cómo está ella?.-preguntó Satanás desesperado

-está inconsciente, es la primera vez que es arrebatada, fue tan bruscamente que se desmayó al instante. Justo ahora ella está en la que solía ser tu habitación...

-iré con ella ahora mismo, no te preocupes ¿si? Yo te prometo que cuidaré de ella.

Dicho esto Gabriel desapareció y Satanás cayó de rodillas y Helga se sentó junto a él.

-Ella estará bien hermanito, Gabriel cuidará bien de ella...ya sabes que él es el único en quien podemos confiar allá arriba.

-tiene que fingir que nos traicionó...que prefirió quedarse con ser la mano derecha de nuestro padre, todo para poder cuidar de Miguel...me rompe el corazón el solo pensar en que se sacrificó para nosotros podamos ser libres...

Helga se quedó en silencio mientras sus ojos se llenaban de lagrimas.

Larimon entró corriendo al despacho de Satanás y observó el rostro de desesperación de Helga y Satanás.

-ella...simplemente desapareció en un segundo, yo, yo la tenía justo a mi lado, y cuando parpadee deje de sentirla...nisiquiera podría sentir su presencia...ella...ella.

-estará bien.-contestó Satanás mientras se ponía de pie y fingía una sonrisa.

-¿y que haremos? ¿solo esperarla?

Satanás vio hacia la ventana...

-Si.

La princesa del infiernoWhere stories live. Discover now