capítulo 5

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-Felicidades, es un varón

-madre, el bebé no llora ¿acaso está vivo?

-sí, lo está...pero pareciera que no tuviera alma lo único que hace es...parpadear...

-¡Yo no puedo hacerme cargo de él! Madre ¿que hago?.-decía la chica pelirroja mientras lloraba desconsolada

-¡no llores! Es obvio lo que haremos, voy a hacerme cargo de él...tú puedes irte a vivir tu vida inmortal sin preocupaciones...

-como desees, madre...por cierto ¿que nombre vas a ponerle?

-eso no es de tu incumbencia, ahora vete

La chica se vistió y con la poca fuerza que le quedaba se fue, dejando a lilith con él bebé sólos...

-¡Danäe!.-grito Lilith

-Sí, madre.-dijo una hermosa chica de cabello Castaño y ojos verdes

-a partir de hoy cuidaras de este niño, cuidalo bien, que es el primero de su especie...

-como desee madre, pero ¿cómo puedo cuidar de algo que no tiene alma?.-decía incrédula danäe

-alimentalo y bañalo, cosas por el estilo ¿crees que puedes cumplir con esta tarea?

-Por supuesto, madre...por cierto ¿cual es el nombre de la criatura?

-Larimón...cuida de él muy bien ¿entendido?

-como usted ordene, madre.-Danäe hizo una reverencia y se llevó al bebé en brazos

-espera, Danäe...se me olvidaba decirte una cosa más

-¿sí?

-no dejes que Larimón salga de su habitación, nunca...por nada del mundo dejes que salga...al menos hasta que resuelva el pequeño problemita con su alma ¿entendido?

-Esta bien, madre...

...

-Helga ¿está Satanás en su despacho? Necesito hablar con él

-¡Gabriel! ¡Hermano! que inesperada tu visita ¿que está haciendo un ángel como tú en este lugar?

-¡tú y yo no somos nada! ¡Desde que traicionaron a nuestro padre nuestros lazos ya no existen! Más al saber en lo que te convertiste...me das asco A...

-el sólo mencionar mi anterior nombre está prohibido ¿sabes?.-interrumpió helga a Gabriel.-mi nombre es helga, es el nombre que mi hermano me dio y me gusta mucho, en cuánto a que te doy asco...¿porqué? ¿Acaso no ves que soy una lindura de chica?.-decía burlonamente mientras jugueteaba con su cabello rubio...

-como sea...llévame con lucif...satanás, necesito hablar con él urgente

-está ocupado, vuelve en otra ocasión.-contestó Helga cortante

Gabriel caminó hacia la biblioteca y helga trató de detenerlo pero sin éxito, Gabriel abrió la puerta bruscamente, ahí encontró a satanás sentado en una silla de madera y enfrente de él estaba una linda niña, ambos estaban en la misma posición leyendo el mismo libro...

-entonces es cierto...eres padre.-decía Gabriel completamente sorprendido

-efectivamente, desde hace tres años soy el padre de esta hermosa chica ¿acaso no es perfecta?.-decía Satanás como un niño presumiendo su juguete nuevo

La pequeña abrahel seguía sin apartar la vista de su lectura, como si nada más en el mundo le importara

-¿y cuál es el nombre de la pequeña?.-decía acercándose a ella lentamente

-me llamo Abrahel.-dijo la pequeña con voz monótona.-podrían guardar silencio por favor, estoy tratando de memorizar este libro y me están perturbando con su ruido

-discúlpeme la intromisión, pequeña dama.-decía gabriel educadamente dirigiéndose a la niña, está apartó la vista de su libro y lo quedó viendo mientras le dedicaba una linda sonrisa, Gabriel, al ver él azul de sus ojos quedó hipnotizado por un momento y luego hizo una expresión de sorpresa mientras giraba bruscamente hacia satanás

-¡tiene la mirada de un ángel!

-gracias, ya sabía que mi niña era encantadora...pero tampoco tenías que exagerar

-Ya sabes a lo que me refiero, Lucifer

Satanás hizo una señal de silencio y salió de la habitación junto con Gabriel

-sí, ya se a lo que te estás refiriendo gabriel.-dijo Satanás seriamente.- y también te pido de favor que no lo menciones...sí él se llega a enterar de esto

-es capaz de quitarte a la niña...o asesinarla...lo que le convenga más, sin mencionar que es muy poderosa...puedo sentir su energía en todo éste lugar, incluso es más poderosa que tú...

-sí, pero no lo digas tan fuerte, esa es la razón por la que no he permitido que ningún alma entre a este lugar desde que abrahel nació

-guardaré el secreto, pero no creas que lo hago por ti, sino para no agobiar más a mi padre, si se entera que hay algo aún más poderoso que tú...

-gracias, hermano.-Satanás y Gabriel se dieron un apretón de manos y gabriel desapareció del lugar al instante

-¡Apesta a Ángel!.-decía helga con cara de asco, Satanás comenzó a reír...

-sí, tienes razón...ve a darle un baño a abrahel, con la llegada inesperada de Gabriel seguramente se le quedó impregnado su olor

-No me digas que la tocó...¡que asco! ¡Ahora tu hija va a apestar el Castillo con su olor a ángel!

-shhh, no lo digas tan fuerte.-decía mientras le tapaba la boca a Helga.-nadie tiene que saber que dentro de estas puertas se está escondiendo un ángel...

La princesa del infiernoWhere stories live. Discover now