capítulo 7

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Abrahel caminaba molesta por los pasillos del castillo, llevaba un libro abrazado con fuerza y apresuraba el paso, cuando llegó a la puerta la abrió o más bien azotó con fuerza y con su monótona voz gritó:

-¡padre, los gemidos de tu amante no me dejan leer!

Satanás se encontraba en el acto con una de sus amantes, una de las muchísimas que tenía...

-lo siento mi ángel.-decía satanás ruborizado, a la misma chasquió los dedos y dejó a la amante muda.-¿así está mejor?.- satanás sonrió mientras decía esto en tono complaciente

-sí, gracias.-abrahel se dio la media vuelta y se fue a la biblioteca a leer

Así era Abrahel a sus siete años, podía ser una hermosa niña alegre, pero una vez que tomaba un libro en sus manos y su personalidad cambiaba rotundamente, se volvía un ser frío con una enajenación hacia los demás increíble, pareciera que no tuviera corazón...aunque en realidad, la pequeña no lo poseía.

-bien, terminé de memorizar éste libro.-Abrahel sonrió orgullosa mientras dejaba el libro en una estantería.-bien, ahora ¿que libro voy a leer? ¡hay tantos que no se por donde empezar!.-la niña se divertía tratando de buscar un libro que leer, ya había escogido uno cuándo su padre entró a la habitación

-mi ángel.-decía Satanás abrazando a la niña

-padre.-dijo monótonamente con un libro en la mano.-¿que haces aquí? ¿acaso ya terminaste de complacer tus impulsos carnales?.-decía la niña abriendo el libro

-Sí, desde que alguien nos interrumpió.-dijo sarcástico

-no me voy a disculpar contigo, ya sabes que odio que perturben mi lectura...

-nunca te pedí que te disculparas

-me alegro, pero aún así te pusieras de rodillas...suplicando que me disculpe, no lo haría

-Esta bien, ahora dame ese libro...voy a enseñarte algo mejor

-¿algo mejor que los libros? No pierdas tu tiempo conmigo padre, ya sabes que para mí no hay nada mejor que leer.-decía la niña indignada

-sólo acompañame ¿sí?.-satanás sonrió y la niña terminó siendo convencida

Satanás tomó a la niña de la mano y la llevó a un salón en el cual nunca había estado

-¿donde estamos papi?.-decía la niña confundida

-este es el salón de música.-dijo Satanás sonriendo.-nunca te traje aquí porque pensé que tarde o temprano vendrías aquí por ti misma, pero ya me di cuenta de que no será así, no hasta qué termines todos los libros de la biblioteca al menos...

-¿porque hay un salón de música aquí? ¿acaso tocas algún instrumento padre?.-preguntó la niña

-todos los qué están en este salón

-¡increíble! ¡aquí hay muchos instrumentos papá!.-decía asombrada abrahel

-¿quieres que te enseñe cómo se hace?.-dijo satanás abrazando a la niña por detrás

-¡claro que sí!

Satanás se acercó a un piano que estaba en el centro del salón, se sentó y se puso a tocar una bella melodía, abrahel se emocionó tanto, se sentó a lado de él y ponía atención a la melodía cerrando los ojos, cuando satanás terminó de tocar la niña abrió los ojos y le dijo:

-¿puedo intentarlo?

-claro, pero no te molestes sí no puedes hacerlo a la primera vez...yo lo hago parecer sencillo porqué ése es mi don, así que no te confíes.-dijo satanás tratando de consolar precipitadamente a la niña

La princesa del infiernoWhere stories live. Discover now