Capitulo 30

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El carruaje avanzaba hacia un paisaje caluroso, era uno de los muchos climas que Abrahel había visto ya, ya no se sorprendía con la misma facilidad como los primeros años de su travesía buscando vampiros, ahora ya llevaban más de cincuenta años, cincuenta años en los que no hubo novedad alguna, siempre fue lo mismo, y solo hacía que Abrahel comenzara a aburrirse.

La chica bajó del carruaje, estaban haciendo una parada rápida, tenía más de dos años que no se alimentaba y se estaba empezando a sentir hambrienta, le dijo al conde con señas que la esperara, y este solo asintió la cabeza, la chica caminó y caminó hasta encontrar a alguien que pudiera ser un digno alimento, alguien a quien la sociedad ya no fuera a extrañar....

Continuó caminando cuando escucho a lo lejos que una niña gritaba, pedía auxilio, corrió lo más rápido que pudo hasta encontrar una escena que la llenó de ira...

Un maldito hombre estaba tratando de hacerla suya por la fuerza, mientras la niña trataba de resistirse con todas sus fuerzas, Abrahel encontró la víctima perfecta, sin dudar le quebró el cuello al malvado hombre y se alimentó de él, en cuanto termino de comer Abrahel se levantó y se acercó a la niña, le preguntó si se encontraba bien, a lo cual la niña solo respondió con un tono leve: si.

Abrahel ayudo a la niña a vestirse de nuevo, a lo mucho la niña tenía catorce años, definitivamente mataría de nuevo a ese hombre por lo que trataba de hacerle, La chica se despidió y caminó en dirección al carruaje, cuando de pronto volvió a sentir la presencia que hace mucho sintió en la ciudad gitana

-¡es ese chico!.-pensó Abrahel mientras trataba de perseguirlo, está vez tenía que ver su rostro, sabía que lo había visto en alguna parte....en alguna parte, por más rápido que caminaba la chica no podía alcanzar el paso del misterioso chico, ni siquiera podía ver a lo lejos su silueta caminando, comenzaba a rendirse cuando una voz masculina  rió fuertemente, Abrahel volteo y logró ver cómo un chico con cabello largo y cenizo llevaba a dos chicas tomadas de la cintura, probablemente ellas eran su alimento, Abrahel lo siguió, fue inconscientemente, cuando se dio cuenta ya estaba tras de ellos, el chico de le hacía muy misterioso, sabía que había visto sus características en algún lado, quizás cuando era niña...Abrahel hizo memoria, pero se le dificultaba recordar, por alguna razón las memorias con su padre y Helga estaban intactas, sus memorias de sus días de escuela con Charles y los otros también se le hacía fácil el recordarlas, pero algunas memorias con su madre...bueno, apenas podía recordar unas cosas, La chica sabía en el fondo que este chico tenía algo que ver con Lilith, su madre, pero tenía miedo de topársela, ya hacía cien años que no la había visto, Abrahel tenía miedo de que sus hermanas la delataran en el infierno, y su madre siempre estaba rodeada de ellas, eran como sus piojos personales, eran tan fastidiosas que enfermaban a Abrahel el solo pensar en ellas.

La chica continuo viendo al misterioso chico, se le hacía muy conocido, continuó observando la escena, cuando se dio cuenta de que este chico estaba teniendo sexo con ellas, Abrahel se ruborizó, nunca había visto tal cosa, nunca había visto a un hombre desnudo, NUNCA

Abrahel notó como la energía del chico subía conforme más pasaba el rato con las chicas, pero a la chica se le caía la cara de vergüenza al ver esa erótica escena, fue tanto para ella que regresó al carruaje lo más rápido que pudo, en cuanto el conde la vio de regreso se preguntó que qué le pasaba, el rostro rojo de Abrahel podía verse a un kilómetro de distancia, la chica solo evadió las preguntas y decidió quedarse dormida, el conde solo sonrió y el carruaje partió de nuevo, después de muchos años Abrahel y el conde volvían a Transilvania.


  ...

-oye hermanito.-dijo la voz sonriente de Helga mientras se acercaba a su asiento.-¿sabes quién va a cumplir años pronto no?

-claro que lo sé.-dijo Satanás mientras cerraba su libro y lo dejaba a un lado.-¿crees que ya sea hora de traerla de regreso? Ya va a cumplir ciento cincuenta en dos años...

-las cosas ya están más controladas aquí y allá arriba hermanito, creo que ya es prudente de que la traigas de regreso, además no he visto al pequeño engendro en muchos años

-tienes razón, avísame en cuanto tiempo llegará a Transilvania, e iré por ella personalmente.-contestó Satanás con una sonrisa

-tardará más de un año de regresar a Europa, creo que llegara a tiempo para su cumpleaños ciento cincuenta ¿no estás contento? Al fin vas a ver a tu amada hija.-dijo Helga con una sonrisa sarcástica, a lo cual solo Satanás ignoró

-pronto te veré mi amada hija....pronto.

La princesa del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora