capítulo 3

8.6K 553 23
                                    

Ya habían pasado varios siglos desde que Lilith "dio a luz'' a los vampiros, ellos siguieron reproduciendose y varias especies de ellos se esparcieron por la faz de la tierra, sembrando el miedo y la preocupación en la raza humana, desde entonces Satanás y ella no se habían vuelto a ver, aunque ambos no querían admitirlo se extrañaban, y en gran manera...

-Madre.-decía una de los súcubos que vivían en el Castillo de la lujuria, el hogar de Lilith

-¿que pasa?.-decía lilith secamente

La súcubo le entregó una carta y después de hacerle una reverencia se marchó de su presencia

-¿una carta?¿ Que demonios es esto?.-lilith abrió el sobre y comenzó a reír.-Así que una invitación a un baile...¿que estás tramando ahora querido?.-dijo en voz baja mientras buscaba a su sirvienta
...

-Bienvenida mi señora.-decía la servidumbre de Satanás en cuanto lilith se bajó del carruaje, se miraba tan hermosa y seductora que varios duques y condes que habían sido invitados a la fiesta se acercaron a ella, lilith les correspondía coquetamente sus cortejos pero todos sabían de antemano que ella era la mujer de Satanás y qué nadie podría contra él.
Satanás se presentó a la fiesta y todos hicieron una reverencia excepto lilith, que lo miraba arrogantemente cruzada de brazos, tenían años que no se veían, desde que se habían peleado, lo cual pasaba muy seguido...se odiaban y se amaban a la vez, pero aún así era la relación más envidiada del infierno todos anhelaban tener una esposa o amante tan seductora y sexy  como lilith y todas querían tener al más hermoso y perfecto de los Ángeles caídos como su esposo, aunque podían cumplir sus fantasías al menos una vez o más si corrían con suerte, aunque lilith y Satanás se amaban ellos tenían mil y un amantes, y no les importaba en absoluto lo que el otro pensara o se muriera de los celos, aunque ellos nunca sentían celos del otro, en especial lilith que estaba muy confiada por lo que Satanás sentía por ella...era la más hermosa mujer que había en el infierno sin contar que ella le había robado el corazón a satanás, no había rival para ella y eso la hacía sentir demasiado confiada

-Muchas gracias por asistir a mi fiesta.-decía Satanás.-muchos se preguntarán cuál es el motivo de esta fiesta así que se los diré.-comenzó a reír burlonamente y lilith se sintió incómoda, de repente una chica apareció atrás de él, era...bellísima, demasiado para poder explicarlo y todos quedaron anonadados, los murmullos comenzaron a sonar en todo el lugar.-les presento a Aileen, mi prometida.-todos quedaron en silencio y voltearon a ver a lilith dismuladamente, ella tenía un rostro de perplejidad, también varios nobles estaban así, Aileen era hermosa, pero no se comparaba con ella ¿que rayos estaba tramando satanás? Esa era una buena pregunta.
Satanás comenzó a reír en tono burlón y lilith estaba a punto de romper en llanto, pero como siempre no lo demostraba...ella no era sincera sobre lo que sentía hacia él o hacia cualquier otra persona por la que desarrollara afecto, simplemente se acercó hacía donde estaba la pareja y les felicito por las nupcias, Satanás sonrió y le dio las gracias, ella sintió como su corazón se rompía y sin que se diera cuenta ya había derramado una lágrima, la limpió disimuladamente y se fue a sentar en una esquina, no paso mucho rato cuando ya había un séquito de demonios y Ángeles caídos que la pretendían, por primera vez ella hablaba seriamente con ellos sobre querer casarse algún día, y más de alguno se lo proponía al instante a lo que la hermosa mujer les respondía con una sonrisa y un rotundo No, ya había pasado más de una hora y lilith disponía a irse del lugar, pero...quería despedirse de él por última vez Así que fue a buscarlo
-Probabemente este a solas con la zorra de Aileen.-pensó, siguió caminando por los pasillos de la mansión hasta que, en uno de los balcones de la mansión estaba él, tocando el violín perfectamente, a lilith le comenzó a latir el corazón rápidamente
-dios que molesta es esta sensación.-pensó mientras caminaba hacia el contoneandose
-¿Ya te vas?.-dijo satanás en voz baja mientras dejaba el violín a un lado

La princesa del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora