capítulo 4

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-¡Puje ama lilith! ¡Puje!

-No puedo más ¡voy a morir aquí!

-ya falta poco, ya puedo ver la cabeza

-¡Sacame este engendro de una buena vez!

Al poco rato un llanto infantil comenzó a escucharse en todo el lugar...

-¡Es una niña!.-grito Helga emocionada.- iré a avisarle a mi señor de inmediato, usted amamante a la bebé

-espera Helga ¿acaso no vas a limpiar a la bebé? Está toda manchada de placenta y sangre

-Lo siento mi señora, pero a partir de hoy usted ya no necesita de mis servicios, yo sólo cuidaré del bienestar de la bebé, así que iré a avisarle a mí señor ¿entendido?

-Haz lo que quieras...

Helga abrió la puerta y Satanás estaba ahí, dudando si abrir la puerta o no...tenía una cara de entusiasmo pero a la vez estaba ¿asustado? Tendría que estarlo, después de todo el estaría a cargo de la bebé después de su nacimiento, ese fue el trato con lilith, después de todo él no sabría cómo lidiar con una bebé recién nacida y cosas por el estilo...

-Mi señor...¡es una niña!

-lo sé.-Satanás se acercó lentamente hacía donde estaba Lilith amamantando a la pequeña bebé, sonrió y le dio un beso a lilith en la frente

-buen trabajo ¡nuestra hija es perfecta!

-Sí, sí...eso ya lo sabía ¡este engendro es perfecto!.-decía lilith sonriendo disimuladamente

-¿como le pondremos?

-Nunca pensé en éso Satanás, en estos cinco años de gestación sólo me la pasaba durmiendo ¡esta cosa casi me mata! Piensa tu en esas cosas, a partir de hoy esta a tu cargo...yo vendré a verla muy seguido, como teníamos acordado.- lilith le entregó a la bebé y se fue a su castillo, satanás quedó viendo a helga y preguntó:

-se ve perfectamente bien ¿cómo se restauró tan pronto si hace unos minutos acaba de dar a luz?

-magia de curación, en cuanto dio a luz ella la utilizó para curarse a así misma, pero eso es lo de menos mi señor ¿que nombre va a ponerle a la bebé?

-Abrahel, su nombre será Abrahel...

-pues no es un nombre tan feo...me gusta.-decía helga mientras tomaba a la bebé

-gracias Helga, por ayudarme con abrahel

-no me queda de otra, eres mi hermano después de todo o algo así, desde que caímos del cielo me la he pasado tan aburrida...espero que cuidando a tu engendro me divierta un poco

-Sólo tratala bien ¿entendido? O no tendré consideración contigo...

-oh que miedo, mira ¡estoy temblando!.-decía sarcástica mientras se llevaba a la bebé

-espera ¿a donde te llevas a mi hija?

-Le daré un baño, Lilith no la limpió bien ¡apesta a sangre!

-¡acaba de nacer! El agua podría hacerle daño.-Satanás le arrebató a la bebé y comenzó a arrullarla mientras le cantaba una canción de cuna, la bebé abrió los ojos y le esbozó una tierna sonrisa a su padre, el se sorprendió y Helga se acercó a él

-demonios, ¡esta niña es idéntica a ti! Inclusive tiene tus ojos, el mismo azul infernal...me aseguraré de educarla yo misma, tú eres mala influencia para ella

-Déjate de tonterías, nadie más educará a esta niña a excepción mía, es mía...

-cómo digas, pero yo me encargaré de ella también...así que, tomaré al pequeño engendro, le daré un baño y la vestiré adecuadamente para las visitas que tendrá ¿entendido?.-Helga le arrebató a la bebé y se la llevó, mientras Satanás hacía los preparativos para la fiesta de presentación de la pequeña abrahel.

Desde entonces, muchos de los nobles que vivían en el infierno e incluso los que vivían en él mundo humano iban a visitar a la pequeña bebé de Satanás, muchos trataban de arreglar un matrimonio pero satanás siempre se negaba

-mi hija no se casará hasta que yo lo diga.-decía en tono se burla, aunque lo decía muy enserio, satanás no era celoso con Lilith, pero con Abrahel la historia era muy diferente...incluso no dejaba que cualquiera la tomara entre sus brazos, sólo Helga y el lo tenían permitido.

En cuánto todos habían visitado a la pequeña sin excepción, Satanás cerró las puertas de su castillo y nadie, sin excepción alguna se le dejó entrar a menos de que tuviera invitación.

...

-¡Madre!.-decía una súcubo que corría hacia lilith con cara de preocupación

-¿que sucede? ¿acaso no ves lo cansada que estoy? ¡acabo de dar a luz! ¡Ten consideración de mí!

-lo siento mucho madre...pero, su hija vino a hablar con usted

-¿Mi hija? Que tonterías dices, si mi hija acaba de nacer ¡como podría estar hablando!

-No la pequeña que acaba de tener, me refiero a la...vampiro

-oh, ¿y porque no la haz hecho pasar? ¡traela aquí de inmediato!

-como usted desee, madre...

La súcubo salió de la habitación y a su vez entró una hermosa chica, de cabello rojo como la sangre y piel blanca, pálida como si estuviera muerta...aunque en realidad, ella lo estaba.

-Madre, hay algo que me acongoja.-decía la chica mientras se acercaba a lilith

-¿que tienes? ¿acaso tu hermano te ha robado el territorio de nuevo? ¿o la Iglesia católica anda persiguiendo a los vampiros? ¡Anda, no me dejes en ascuas niña!

-¡estoy embarazada madre!.-decía la chica mientras lloraba

-¡eso es imposible! Las vampiresas son estériles, la única forma de que nazca un niño siendo vampiro es que su madre sea humana, o que su padre humano quisiera mucho tener un hijo contigo ¿acaso tuviste sexo con un humano con ése propósito?

-Perdóname madre, pero era la única forma en la que pude alimentarme de él...

-Ese no es el caso...ahora hay que ver que es lo que nace ¿desde cuando estas encinta?

-Hace más de tres meses, pero...últimamente eh tenido muchas contracciones.-al instante la chica cayó al suelo mientras se retorcía del dolor y lilith le gritaba a una chica de la servidumbre

-¡rápido! ¡Traeme unas toallas limpias y agua caliente!
Voy a ayudarla a dar a luz...

La princesa del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora