capítulo 9

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-Entonces, tu eres el último demonio de hielo que queda ¿verdad?

-sí.-respondió el chico sin expresión

-¿vives aquí tu sólo?

-mi madre murió cuando era niño, desde entonces he estado aquí sólo

-perdón, no quise...

-no te preocupes, no es como si me hubiese sentido triste o algo así, simplemente no sentí nada

-Y...¿alguna vez haz salido de este lugar?.-preguntó abrahel

-no puedo, soy un demonio de hielo. Si voy a otro lugar muero.-dijo el chico con voz monótona.- últimamente estás viniendo mucho a este lugar ¿verdad?

-Sí, cómo es silencioso me gusta ¿no te molesta verdad?

-no...la verdad es que nunca había visto a nadie por aquí, Pero te estuve observando a lo lejos y me di cuenta de que a lo único que venías era a leer, por cierto...¿tu que clase de demonio eres?

-soy una súcubo.-respondió abrahel monótonamente

-no mientas.-contestó el chico.-tu no eres una súcubo, las súcubos son castañas de ojos verdes sin mencionar que tienen unos pechos enormes...tu estas plana

Abrahel se indignó y respondió molesta:

-¿que tiene que ver éso? ¡apenas me estoy desarrollando!

-sólo acepta que no eres una súcubo

-¡si lo soy! ¡Mi cabello es negro porque mi padre tiene el cabello del mismo color!.-Abrahel estaba tan molesta que de repente comenzó a reír a carcajadas, la chica se sorprendió porque nunca en su vida había reído así, Lars sólo la quedó viendo sin expresión y preguntó:

-¿que es esa mueca que haces con tu boca mientras hace un sonido extraño?

-¿acaso no es obvio? Estoy riendo.-decía la chica mientras reía más fuerte

-¿porque lo haces?

-¡porque nunca me había molestado por algo tan estúpido! Es gracioso.-decía mientras lágrimas caían de sus ojos.- incluso estoy llorando ¡que divertido!

Lars se acercó su rostro al de abrahel y la chica se sonrojó a morir, éste sin inmutarse limpió de su rostro una lágrima y abrahel sintió algo que le oprimía el pecho, por acto reflejo se separó del chico y dijo:

-¿y tu sabes leer Lars?.-dijo nerviosa la chica para cambiar el tema de conversación

-sí, mi madre me enseñó antes de morir...

Abrahel le dio el libro al chico y le dijo sonriendo:

-ten, te lo regalo. Ya terminé de leerlo así que puedes quedártelo.-la chica se despidió de lars y corrió rápidamente hasta que perdió de vista a lars, en cuanto se detuvo se llevó la mano al pecho y sintió cómo un ligero palpitar comenzaba a surgir

-¿que demonios es esto?.-dijo la chica un poco asustada mientras iba a su casa, ya ahí Helga le dio la bienvenida abrazandola enérgicamente

-tardaste mucho ¿acaso estabas con un chico?.-dijo pícara Helga, Abrahel se sonrojó y su pecho latió con fuerza

-¡claro que no! ¡me quedé leyendo y se me fue el tiempo!.-contestó Abrahel nerviosa mientras sus mejillas se ponían más rojas, la chica caminó hasta su cuarto y Jelga reía mientras decía para sí en voz baja:

-oh querido hermano, si estuvieras aquí estarías revolcándote de ira...tu pequeño ángel se acaba de enamorar.

La princesa del infiernoWhere stories live. Discover now