capítulo 19

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-Bienvenido a casa hermanito.- dijo helga sarcástica mientras recibía a Satanás

-ha pasado tiempo.-dijo relajadamente.- ¿cuántos años tiene mi abrahel ahora?

-veinte, deberías verla, se ha puesto muy hermosa.- helga sonrio y continuó.- quizás ahora ya reconozcas lo que sientes por ella...

Helga soltó una carcajada y desapareció del lugar.

-Esa tonta, me pone de mal humor en cuánto tiene la oportunidad.- dijo Satanás en tono serio mientras caminaba hacia la biblioteca, abrió la puerta y quedó anonadado con lo qué vio...

-¿A-abrahel?.-tartamudeó al hablar

La chica de cabello inhumanamente lacio y largo se dio la vuelta, e impresionó más al ángel, tenía facciones más sexys, la chica había cambiado, seguía teniendo la misma cara, seguía siendo idéntica a su padre, pero tenía algo distinto, una mirada más encendida, más pasional, unos labios tan besables, sus pechos destacaban un poco, al igual que sus caderas, y ni hablar de su cintura perfecta, la chica parecía haber sido esculpida por él mismísimo dios...

Satanás tragó saliva y se acercó lentamente hacía la chica, su corazón comenzó a latir rápidamente, nunca había latido así, nisiquiera por Lilith...

-Bienvenido a casa padre.-dijo abrahel sin expresión, aúnque su voz tenía un tono tan seductor al hablar, al decirle esto la chica tomó sus libros y se fue del lugar de inmediato, esto sorprendió a satanás, ya qué abrahel no lo había visto en años, él esperaba un recibimiento más efusivo de parte de la chica, pero recordó qué quizás aún estaba dolida por lo de lars y decidió pasarlo por alto...

Eres tan hermosa Abrahel...tan hermosa.-dijo en voz baja mientras observaba a la chica retirarse poco a poco de él.
  

                               ....
Había pasado una semana ya desde que Satanás había regresado, y le sorprendía que de todo ése tiempo sólo había visto a abrahel una sola vez, sólo una, y éso lo mataba lentamente...quería verla, deleitarse con su voz, abrahel era una droga tan poderosa, con sólo verla una vez te hacía sentir millones de cosas, era imposible el resistirse...

Satanás estaba enloqueciendo...tenia una especie de síndrome de abstinencia, quería verla, quería abrazarla y gritar fuertemente su nombre:
.- ¡abrahel! ¡abrahel! .-gritaba en sus adentros, quería invocarla pero era imposible...abrahel estaba encerrada en su habitación y no saldría de ahí...al menos no a la buena...

Satanás sonrió maliciosamente....

Ya se le había ocurrido algo.

                                   ...

Abrahel estaba leyendo en su habitación, los libros eran su consuelo desde la pérdida de Lars, pasaba todo el tiempo leyendo, imaginando que era la protagonista de los libros con finales felices, con finales dónde ella se quedaba con el chico, dónde se casaban, tenían hijos y una vida feliz...pero luego se decepcionaba de la realidad.

Abrahel sollozó...

Extrañaba a Lars...extraña verlo a los ojos, extrañaba tanto el besarlo, el sentir la calidez de su alma...

-hija.-Dijo Satanás mientras aparecía de la nada en su habitación

-¿Qué sucede padre?.-dijo abrahel con monotonía sin apartar la vista de su lectura

Satanás la vio de reojo y notó que lágrimas estaban a punto de salir de sus ojos

a pesar de que los demonios se arrancaran el corazón podían seguir sintiendo (no con la misma fuerza, claro está).

  se acercó lentamente a ella y la abrazó, Abrahel quedó inconsciente al instante mientras se le dibujaba una risa macabra en el rostro a Satanás

-no fue suficiente con que lo matara ¿verdad? Aún su recuerdo sigue estorbando ¿está bien entonces que quite sus recuerdos de tu mente?

Una pequeña luz comenzó a titilar cerca de la cabeza de Abrahel, llevándose con ella todo lo relacionado a Lars, se lo llevaba poco a poco, sus recuerdos seguían ahí, pero siempre omitian a una persona

a él...

Satanás acostó a abrahel en su cama, la acomodó muy bien y salió de su habitación con mucho cuidado para no despertarla

-¿porqué le hiciste éso a abrahel hermanito?.-Cantaba helga con voz sarcástica.- ¿tanto así llega tu obsesión hacía ella? ¿tanto así la deseas?

-¿cuántas veces es necesario que te diga que no la veo de ésa manera? Sólo quiero proteger a mi hija...de todos...que nadie la vea, ni la toque...

-Uuf.-dijo helga mientras se acomodaba su cabello estrictamente sujetado.-hermanito.-dijo en un tono más serio mientras su mirada cambió repentinamente.- muy bien sabes que no soy tonta, que yo lo sé todo, siempre, al mismo tiempo y en dónde sea que ocurre, no por nada me dejaste la tarea de vigilar tanto cielo, como infierno...no me puedes engañar, lo que sientes hacía Abrahel es un sentimiento tan fuerte que nisiquiera puedes controlar tus acciones...tan fuerte que nisiquiera consideras que le estás haciendo daño.

Helga se dio la media vuelta y caminó con severidad

Por cierto.-volteó a ver a satanás.- nuestro padre ya sabe que la nena existe...justo se enteró hoy ¿qué harás hermanito?.-Helga soltó una risita macabra, la misma que la caracterizaba siempre y se fue a su habitación.

Las palabras de helga asustaron a Satanás ¿su padre ya se había enterado? ¿acaso gabriel lo había delatado? 

satanás siempre tenía un rostro de despreocupación por todo, incluso cuándo fue desterrado no le importó para nada, hiciera lo que hiciera su actitud despreocupada e infantil siempre salía a relucir, pero...ahora tenía un rostro de preocupación enorme...de sólo pensar que su padre sabía de la existencia de abrahel era algo terrible.

Una cosa era segura, ya no habia sitio seguro para ella, tarde o temprano el la reclamaría...

Después de todo, la chica era un ángel.

La princesa del infiernoحيث تعيش القصص. اكتشف الآن